Donald Trump se apuntó un éxito tras haber despedido al director del FBI, James Comey, pero no ha logrado quitarse de encima las sospechas de vínculos con Rusia. Este jueves, el Comité de Inteligencia del Senado pidió al general Michael Flynn, destituido asesor en seguridad nacional de su equipo gubernamental, que entregue todos los documentos que le vinculan con ese país.

La entidad legislativa le exige entre otras cosas una la lista de sus posibles posesiones y bienes en Rusia así como los registros, grabaciones y anotaciones de sus reuniones con funcionarios rusos en un periodo comprendido entre el 16 de junio de 2015, que es precisamente la fase de inicio de la campaña de Donald Trump, hasta su investidura el pasado 20 de enero.

Flynn no es el único que fue requerido por el comité de investigación senatorial, también Carter Page, quien es un gran amigo y consejero en temas internacionales de Trump. El ahora ex asesor en seguridad nacional dirigió entre 2012 y 2014 la Agencia de Inteligencia de la Defensa. Se dice que fue tan audaz su desempeño en tareas de asesoramiento en el mercado ruso, que llegó incluso hasta el mismo círculo del presidente Vladímir Putin.

Pese a que ha sido descrito como un funcionario con carácter tiránico, Flynn se mostró temeroso después de que lo despidieran por haber mentido sobre las reuniones que sostuvo con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak. Fue tal su temor que pidió inmunidad a cambio de declarar voluntariamente. Una petición que le fue denegada y ahora se le ha ordenado entregar los documentos, luego que se venciera el plazo para que lo hiciera de manera personal.

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