Entrevista con Joaquín Vila/Director de El Imparcial de España
Gerardo Yong
El 20 de enero de 2016 quedó marcado como el día en que un candidato republicano como Donald Trump llegaba a la Casa Blanca con una campaña fuera de lo común. Meses atrás había ocurrido algo parecido: Reino Unido comenzaba a desligarse de la Unión Europea, considerada como el bloque regional más exitoso en la historia.
Los expertos se llegaron a cuestionar estas acciones como instancias fuera de la lógica y ajenas a la actual situación globalizadora. Apenas había tomado el poder, Trump elogió el brexit como lo mejor que Reino Unido había hecho y aseguró que en cuanto Londres concretara su salida, Estados Unidos y Gran Bretaña optarían por un acuerdo bilateral.
Las victorias del brexit y del trumpismo estimularon una serie de tendencias de ultraderecha que hicieron repuntar a políticos como Norbert Hofer, del Partido Liberal de Austria o el holandés Geert Wilders, líder del Partido de la Libertad. Marine Le Pen, del Frente Nacional no fue la excepción en Francia. Su campaña basada en una salida francesa de la Unión Europea, el rechazo a todos los tratados comerciales globales tales como el TTIP y el acuerdo UE-Canadá, mayor control a la migración y al flujo de refugiados, así como un notable aumento en gastos de defensa, todas son características expuestas del gobierno de Trump.
Se trataba de Macron
En este ambiente se llevaron a cabo las elecciones en Francia con una candidata de ultraderecha que parecía difícil de contener. La noche anterior a la votación del 23 de abril, se temía que una tendencia semejante a la de Trump pudiera concretarse en el país de la libertad, la legalidad y la fraternidad.
Para la Unión Europea esto hubiera sido un nuevo golpe a su estructura multinacional. Un día después, la votación había dejado una perspectiva diferente a todo lo pensado: un candidato novato, sin mayor experiencia política, renegado del sistema de partidos y, sobre todo, defensor de la unidad europea, había logrado una victoria ligera, pero lo suficientemente buena como para pelear en una segunda vuelta a quien era considerada como la candidata a vencer.
Se trataba de Emmanuel Macron, quien renunció a su puesto como ministro de Economía e Industria en el gobierno del actual presidente socialista François Hollande para iniciar su propio movimiento político La República en Marcha! Lo hizo apenas un año y medio antes de las elecciones presidenciales, lo que le valió malas expectativas para ganar la elección. A las siete de la tarde de ese mismo día, Francia se volcó ante la noticia de que este singular funcionario y joven empresario había logrado imponerse por una mínima diferencia a la magistral y fuerte rival ultraderechista apenas por un par de puntos porcentuales. El camino a la segunda vuelta estaba abierto solo para estos dos. Atrás quedaban como reliquias de una era, los representantes de las grandes agrupaciones, el Partido Socialista, de François Hollande, y del conservador Los republicanos, de François Fillon. A ambos, no les quedó otra opción que estimular el voto en favor de Macron. Esta vez, el caballo negro se impuso con un 66.06 por ciento de votos, frente a un 33.94 por ciento de Le Pen.
El triunfo no parecía ser entre candidatos franceses, sino entre una tendencia de rechazo a un aislacionismo británico y a un nacionalismo trumpista. Es decir, se jugaba el futuro del modelo global europeo.

Joaquín Vila
Repercusiones en España y Europa
Según el director del periódico El Imparcial de España, Joaquín Vila, las elecciones en Francia cortaron con la tendencia ultraderechista que pulula en Europa.
Sin embargo, Macron parece que todavía tendrá un problema que salvar: las elecciones legislativas del 11 y 18 de junio, en las que espera contar con una fuerza suficiente que le permita gobernar tranquilamente. A un mes de esos comicios, el joven presidente francés ha propuesto una planilla de 428 candidatos, divididos por igual en 214 hombres y 214 mujeres. Como un símbolo de renovación, ha procurado que el 52 por ciento de los elegidos no haya desempeñado ningún cargo político y que estén en el rango de edad de 46 años de edad, frente a los 60 que tienen los legisladores de la Asamblea Nacional.
En entrevista con Siempre!, Vila aseguró que la victoria de Emmanuel Macron es lo mejor que le ha pasado a Europa y confía en que contará con un equipo legislativo lo suficientemente fuerte como para gobernar holgadamente.
¿En qué momento político tuvieron lugar las elecciones de Francia y la Unión Europea?
Ante la cercanía que tiene España con Francia, lo que pasa en este último país nos afecta directamente y también en toda Europa. Creo que más que el problema económico, ha sido el fenómeno de la migración, seguramente no se está regulando ni explicando bien a la opinión pública. De ahí el porqué del repunte y el riesgo, a su vez, de que hubiera ganado algún partido xenófobo o de ultraderecha. Afortunadamente ganó Macron, un hombre moderado, de centro, aunque ha salido del socialismo, Macron ha sido lo mejor que le ha sucedido a la Unión Europea, sobre todo para la sobrevivencia de este bloque regional y su cohesión. Ha sido un alivio para la gente más tolerante en Europa.
En España pasa algo parecido aunque no en una situación tan extrema como en Francia, donde los dos grandes partidos que lo han gobernado, el Partido Socialista y el de derecha con François Fillon, logró competir en la segunda vuelta, la cual quedó disputada por la ultraderecha y un partido nuevo que es el de Macron, de un espectro más o menos socialdemócrata. Ciertamente ha habido una confusión por el hecho de que provino del Partido Socialista, pero a final de cuentas, las aguas han tomado su curso y Macron ha logrado imponerse.
Analistas internacionales señalan que con la victoria de Macron, el proyecto europeo se ha salvado tras el golpe que le dio el brexit, ¿qué opina?
Sin duda alguna, ha sido un factor que despertó una gran preocupación por una situación muy peligrosa. Si hubiera ganado Le Pen, seguramente hubiera salido Francia y aunque no hubiera destruido la Unión Europea, sí hubiera sido un golpe durísimo del que a lo mejor no se hubiera recuperado fácilmente. Una salida de Francia hubiera sido problemática. La victoria de Macron ha sido un alivio absoluto no solo para la Unión Europea, sino para todos los europeos, para España sobre todo, ya que somos vecinos de Francia. Ha sido como un respiro, porque acciones como la de Le Pen y el extremismo de derecha se contagian. En España también estamos sufriendo un poco esa situación con el populismo del partido de izquierda Podemos.
Ganará el Congreso
¿Quién es Macron y cuál sería su perspectiva política?
Macron ha sido el ministro estrella de Hollande de la anterior legislatura por parte de Partido Socialista, el mayor partido político de Francia. Ha sido un fenómeno asombroso porque ha sido un político muy hábil. Se salió del Partido Socialista porque se dio cuenta de que se hundía, de hecho, se ha hundido porque ha obtenido un 6 por ciento de los votos, una situación absolutamente asombrosa. Ha sido un político reconocido que prefirió postularse con un partido nuevo, con un partido surgido de la nada. Es el mejor político de Hollande y del Partido Socialista. Nadie ha escrito todavía cómo ha logrado este triunfo sobre todo en un momento de crisis y ante el temor de una descomposición de la Unión Europea y la propia Francia y los franceses que hayan elegido esta opción. Francia tiene un sistema electoral de los más admirables, con una segunda vuelta que le permite que la gente vote por el candidato menos catastrófico. Ahí se dio incluso el fenómeno de que los mismos candidatos socialistas invitaron a sus bases a votar por Macron, por eso ganó; porque todos confluyeron con él. Hay que ver que en la primera vuelta Macron y Le Pen prácticamente quedaron empatados, la diferencia fue muy escasa, apenas dos o tres puntos de diferencia, pero en una segunda vuelta todos confluyeron con Macron y ganó holgadamente. El aspecto populista de derecha al estilo de Trump es bastante fuerte en Holanda y Austria, donde los partidos de ultraderecha han empezado a fortalecerse y esto ha hecho que el tablero político se revuelva. Todo ello aunado a la cuestión islamista ha hecho que el populismo de derecha repunte en medio de la desinformación.
Se advierte que Macron podría tener una minoría en el parlamento, ¿cómo sería un gobierno así?
Sería complicado. Todo el mundo piensa que eso será lo que pasará, es decir, que después de las elecciones legislativas pueda haber un congreso que Macron no pueda controlar, sin embargo, pienso de manera optimista y creo que todos aquellos que votaron en la segunda vuelta en favor de Macron, también lo van a respaldar en el Congreso. Creo que tendrá el apoyo necesario para sacar adelante las iniciativas que proponga, porque sí tendrá ayuda suficiente de quienes lo han preferido.
¿Cuál sería su prospectiva respecto a esta victoria de Macron y el papel de la Unión Europea?, ¿habrá una renovación del bloque europeo?
Creo que no es así. Más bien va a seguir adelante. Hay que tener en cuenta que la Unión Europea no es un fenómeno artificial. Es un proyecto que ha costado mucho históricamente. Es un plan inteligente que tiene un área y un mercado común. Por supuesto que todavía hay muchas cosas que son complicadas para la Unión Europea. Para Trump, la Unión Europea no es más que un rival tanto en lo económico como en lo político, estaría encantado de la vida de verla destruida, ha roto con todos los pactos que ha podido, como los comerciales, con una visión y un trasfondo muy nacionalista al que no es afable el bloque europeo.