Este fin de semana, tuvo lugar uno de los ciberataques más severos que se hayan registrado en la historia. Más de 200 mil computadoras en más de 150 países fueron infectadas. Según la agencia de la Unión Europea, Europol, se trató del virus informático “WannaCry” (Quieres llorar), que no tiene precedentes y que se anticipa que podría causar más daños a empresas y particulares. Más de 230 mil computadoras en 180 países han sido infectadas.

Este lunes, las autoridades chinas advirtieron que hay una nueva mutación de este virus informático el cual fue bautizado como WannaCry 2.0, y cuya evolución le permite evitar las medidas de seguridad implantadas tras el primer ataque, que surgió como un secuestro de datos informáticos que impide a los usuarios tener control de su propia información a menos que paguen una cantidad exigida por los hackers, este fenómeno es conocido como ransomware.

El ataque afectó a instituciones de Reino Unido, Estados Unidos, China, Rusia, Ucrania, España, Italia, Turquía, Vietnam y Taiwán, así como a empresas magnas como la firma de logística FedEx en Estados Unidos, de telecomunicaciones como la española Telefónica, automotrices, como Nissan y Renault.

Según expertos, el WannaCry es una variante de otro virus conocido como EternalBlue, que es una aplicación desarrollada por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) para atacar y espiar computadoras basadas en el sistema operativo Microsoft Windows

Por su parte, el director del Instituto de Estrategia en el Ciberespacio chino, Qin An, indicó que las “armas virtuales desarrolladas por Estados Unidos recuerdan al mundo el gran daño que la hegemonía estadounidense en las redes puede causar”.

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Marcus Hutchins

Casi 48 horas después del ciberataque, se dio a conocer que Marcus Hutchins, un experto informático de Reino Unido de 22 años, desarticuló la infección. Este muchacho, también amante de la pizza y del surf, halló una falla del virus cuando infectó su computadora, lo aisló para estudiarlo junto con otro amigo y fue así como encontró un solución: “Pude conseguir una muestra del malware con la ayuda de un buen amigo y compañero investigador. Al ejecutarlo en mi entorno de análisis supe que llamaba a un dominio no registrado que finalizaba en ‘gwea.com’”, dijo. Marcus compró el dominio por 10.69 dólares, el cual estaba libre, y redirigió el tráfico a un servidor de Los Ángeles.

Este fue el nacimiento de Wannacrypt, el candado para WannaCry, que desquició a millones de usuarios en un par de días. Al igual que los expertos chinos, Marcus coincide en que la versión 2.0 del virus probablemente corregirá ese fallo, por lo que se espera más represalias de los hackers por lo que recomiendan a gobiernos y empresas que actualicen sus sistemas operativos y desconecten de la red los equipos infectados.

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