Ya no asusta ni escandaliza
Yazmín Alessandrini
A juzgar por sus antecedentes familiares y patrimoniales, es hija del propietario de la empresa Beneficiadora de Hules El Fénix, S. A. de C. V., ubicada en el municipio de Las Choapas, Veracruz, bien pareciera que la diputada morenista Eva Cadena Sandoval, conocida gracias a los medios de comunicación como la Recaudadora, no tiene necesidad alguna de verse tentada a recibir dinero de dudosa procedencia ya sea para fines personales o para que lo entregue a sus altos mandos partidistas. Sin embargo, durante las últimas semanas, esta legisladora local por Morena, antes perteneció al PAN, fue balconeada por el diario El Universal con varios videos que ese medio dio a conocer en los que esta señora recibía fuertes cantidades (dólares estadounidenses y pesos mexicanos) supuestamente para apoyar al líder nacional de su partido, Andrés Manuel López Obrador, y a ella durante sus actividades proselistas.
Obviamente, tras detonar el escándalo (político y mediático), doña Eva tuvo que dejar de lado sus aspiraciones de ser alcaldesa de Las Choapas y regresar, eso sí, con el rabo entre las patas y debidamente amparada, a su curul en el Congreso veracruzano, fallando así a su promesa de seguir con licencia para afrontar todas las acusaciones que pudieran surgir en su contra. Pero como el miedo no anda en burro…
El caso de doña Eva a estas alturas del partido ciertamente ya no asusta ni escandaliza a nadie. Es más, hasta podríamos asegurar que este es el pan nuestro de cada día en México con respecto al pensar-decir-hacer cotidiano de muchísimos de nuestros políticos. Sin embargo, aquí lo que resulta verdaderamente indignante e insultante es que, con todo y que la señora fue pillada in fraganti o con las manos en la masa (dígale usted, querido lector, como quiera), todavía tenga el descaro de salir a defender lo indefendible con una serie de groseras mentiras y, además, frente a las cámaras y a las grabadoras, jurar y perjurar que está siendo víctima de una sucia estrategia de sus adversarios políticos y que su propio partido, la dejó morir sola cuando más lo necesitaba. ¡Qué cinismo!
En conferencia de prensa realizada a mediados de esta semana, solo a unos días de distancia de los comicios que se celebrarán en Veracruz este domingo, la señora Cadena salió a quererse lavar las manos y, de paso, a salpicar a quien se deje por esos videos en los que, de entrada, solo se observa a una sola responsable de corrupción, deshonestidad y mala práxis: ella misma. Además, presumiendo el curso exprés de actuación que seguramente le impartió algún experto de Las Estrellas, TVAzteca o Argos, aseguró que “mi partido, cuando más lo necesitaba me dejó sola; violaron mi presunción de inocencia y violaron mis derechos políticos y humanos…”
¿De qué estás hablando, Eva!
¿Nos puedes explicar cómo es que fue violada tu presunción de inocencia y cómo fueron violados tus derechos políticos y humanos?; ¿acaso El Universal, como medio de comunicación serio e independiente, no tiene derecho de dar a conocer las pillerías que cometen los políticos a espaldas de aquellos que votan por ustedes?; ¿cómo es que, si te presumes inocente, no das a conocer los nombres de aquellos con los que te reuniste y que te entregaron ese dinero malhabido y a quién le entregaste esos recursos, o, en su defecto, si por iniciativa propia decidiste embolsarte esa lana? ¿Ahora resulta que exhibirte como una mujer corrupta es una violación a tus derechos humanos?
No sé ustedes, pero yo no estoy de acuerdo en que este tipo de comportamiento solo sea catalogado como un delito electoral (lo que la Fepade considera como “no grave”). Las leyes relacionadas a este tipo de temas deben ser revisadas y adaptadas ¡de inmediato! y que aquellos que se la pasan haciendo de las suyas ante la complacencia y el silencio de las autoridades se vayan de una buena vez a la cárcel. ¡Ya estamos hartos!
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