Tras explicar los diversos usos del término populismo y señalar que no debe ser una corriente política aborrecida, Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001, afirmó que lo importante es atender las carencias que tenga la población.

En entrevista con el periódico El Universal, el también profesor de la Universidad de Columbia, destacó que se puede decir que alguien es populista por criticar la globalización; sin embargo, consideró que “si hay algo que no está funcionando para la mayoría de las personas, es responsable decirlo, y eso no significa ser populista. Para mí es política democrática”.

Pese a reiterar que una democracia debe responder y satisfacer las necesidades de la mayoría de los ciudadanos, señala que la preocupación respecto al populismo, aparece cuando en la búsqueda del apoyo popular, se hacen promesas vacías. Como ejemplo menciona el caso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Populismo y Trump

El ex jefe del Banco Mundial comenta que cuando Trump habla de que llevará de regreso los empleos manufactureros a Estados Unidos, se está dirigiendo a un segmento de la sociedad, diciendo lo que quieren escuchar, pese a que sus promesas van en direcciones opuestas. “Eso es populismo, en su peor faceta. Lo veo a él como populista y creo que eso es muy peligroso”, afirma.

Expone que dentro del populismo extremo, como el que maneja Trump y otros líderes como Rafael Correa, en Ecuador, es que “atacan los fundamentos de la verdad. Trump dice que tiene datos alternativos, pero no puedes ser un líder en de un pueblo si dices eso”.

Por ello, dice, es relevante poner atención a las propuestas de los candidatos que aspiran a un cargo de elección popular, y revisar que estas son congruentes a fin de no caer en este tipo de personas.

Explica que en el caso de Estados Unidos la victoria del magnate tiene que ver con el desempeño de otras administraciones, incluyendo la del ex presidente Barack Obama, gracias a las cuales los estadounidenses se convirtieron en los grandes perdedores de una crisis financiera mundial desatada en 2008.

“La crisis de 2008-2009 amplificó todas esas preocupaciones y de repente tenías a millones de estadounidenses perdiendo sus casas y para quienes la burbuja hipotecaria había sido su última esperanza”, comenta.

Para Stiglitz la “estrategia de campaña de Trump se basó en la demagogia, al explotar los temores y el enojo de una pare de la población  estadounidense, así como culpando a otros”, lo que hizo que triunfara.

México y su desempeño

Respecto al desempeño que ha tenido la economía mexicana, el experto financiero dice que no deben de ser considerados como limitados o negativos, pues ante la caída de los precios del petróleo, el país podría haber visto a su economía deprimirse; sin embargo, afirma está creciendo, incluso más que Estados Unidos.

“Si Estados Unidos creciera a tasa de 10% y México en 2% estaría preocupado. Pero nosotros crecemos en 2% y ustedes van un poco más rápido. Creo que son un poco severos con ustedes mismos”.

Pese a las declaraciones del mandatario estadounidense, Stiglitz considera que la relación bilateral entre Estados Unidos y México se pueda modificar ya que muchos estados de ese país necesitan hacer negocios con México.