Pese a las advertencias de las irregularidades, la Secretaria de Comunicación y Transportes (SCT), a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, permitió la circulación en el Paso Exprés de Cuernavaca. Constructoras alertaron sobre la necesidad de realizar reparaciones del drenaje en el Kilometro 93, así como en la zona donde se registraban desbordamientos.

De acuerdo a documentos en poder del periódico Reforma, por lo menos la SCT recibió dos propuestas 9 meses antes de que se formara el socavón que provocó la muerte de 2 personas y afectó a vecinos de la zona.

Las propuestas

El 29 de septiembre de 2016, se propuso fortalecer el tubo de desagüe y hacer una perforación para desfogar el agua, a través de un oficio firmado por David Rodríguez, superintendente de obra del consorcio constructor integrado por Epccor y Aldesem, dirigido a Josué Robles Rodríguez, residente de obra II de Carreteras Federales del Centro SCT Morelos, quien no dio respuesta a dicho oficio.

“En virtud de que la ampliación de la obra mencionada implica realizar excavaciones del orden de 12.0 metros sobre la autopista actual, situación que afecta a la circulación al tener que reducirla a un solo carril, le sugerimos se haga un encamisado metálico por el interior del tubo existente y se rellene con lechada de cemento en espacio entre el tubo metálico y el interior del tubo existente y en la ampliación mantener el tubo metálico”. 

El 31 de octubre de 2016, ante el malestar de los vecinos de Chipitlán por el escurrimiento de aguas negras y pluviales en la barranca que cruza el libramiento, se sugirió reemplazar el tubo por uno del doble de diámetro que el existente para mejorar el desagüe o bien abrir una alcantarilla y perfilar una pendiente.

Dicho oficio fue realizado por el Subsecretario Ejecutivo de la Comisión Estatal de Agua de Morelos, Juan Anguiano y dirigido al delegado de la SCT, José Luis Alarcón, quien tampoco dio respuesta.