Como parte del equipo negociador de México en Washington para el inicio de la ronda de pláticas para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se encuentran en la capital estadounidense un grupo de senadores mexicanos, quienes aportarán su experiencia en los acuerdos que se puedan lograr.
Siempre! entrevistó a Héctor Larios Córdova, legislador, quien además es presidente de la comisión de comercio de la cámara alta, quien expuso el contexto en el que se presenta la renegociación. “El Tratado necesitaba modernizarse y por eso entendemos que se incluyeron temas que no estaban dentro; esta modernización se logra abriendo el tratado a una negociación o firmando otro que obligará a los tres países a nuevas obligaciones. Recurrimos a ese camino a través del TPP en el que se incluyó el comercio electrónico, propiedad intelectual, energía, entre otros, de manera que con eso se modernizaba, pero al entrar el presidente Donald Trump rompe con el TPP y estamos obligados a modernizar el TLCAN. No había intención de México y Canadá de hacerlo, tampoco de Estados Unidos, pero se abrió a la negociación con la insistencia de Trump de que es uno de los peores tratados que han firmado”.
Resaltó el lenguaje diferenciado en el equipo estadounidense, mismo que refleja algunas contradicciones, pero consideró no es obstáculo para alcanzar una buena negociación. “Hay diferentes enfoques, a veces Trump habla a su electorado, pero por abajo del agua pueden acordar, hay que ir midiendo el agua a los camotes”.
Asimismo, señaló que el acuerdo comercial ha sido muy positivo para los países miembros, pues en 22 años se ha transformado la región hacia una mayor competencia, incluso en áreas en las que la Unión Americana había perdido capacidad. “Como recuperó competitividad Estados Unidos al producir partes de muchos productos en los que eran mejores y sus socios regionales el resto, de esa manera —por ejemplo en la industria automotriz— se logró fabricar carros más baratos que no podría producir en la Unión Americana y, así, enfrentar la competencia asiática”.
Otro reto para modernizar el Tratado, señaló, es el tema del déficit que ha puesto sobre la mesa la administración de Donald Trump, el cual se explica más por asuntos de macroeconomía que por la apertura comercial. “Estados Unidos tiene déficit con todo el mundo, el de México representa una pequeña parte, con China tienen uno 7 veces más grande que el de nosotros, lo que pasa es que gastan más de lo que tienen de ingresos y es un tema que tienen que resolver ellos en el plano macroeconómico y no en el comercial”.
Héctor Larios advirtió que tratar de resolver el déficit en el marco de la renegociación del Tratado, “es hacernos el harakiri. Hay que pensar qué pasaría si prohibo las importaciones chinas para reducir el déficit, pues se encarecerían algunos productos, en especial en los que no es productivo, con el cargo a los consumidores que ahora tendrán que comprar productos más caros”.
Insistió en que la administración Trump debe revisar lo del déficit en el plano macroeconómico y no en la mesa del TLC, “si resolvemos este asunto, si logramos sobreponernos a esto, podríamos tener una negociación fácil y avanzar, por lo que esperamos que haya unas semanas de esgrima verbal hasta que se resuelva el problema”.
El senador aseveró que se tratará de una negociación más técnica, que busca aumentar las ventajas para los países de la región, con la confianza de que se puedan entregar buenos resultados de manera pronta.
Lo que se espera
Héctor Larios espera que al inicio tomará tiempo conocer las posiciones de los equipos negociadores, pero mostró su confianza por que se destraben pronto los temas conflictivos si prevalece la visión de que es una plática para ganar-ganar de todas las partes. “No será una negociación rápida, pero va a terminar bien, pues hay muchos sectores de la economía de Estados Unidos que van a impulsar una modernización”.
En caso de que no se avance en las pláticas —afirma—, hay que considerar que México puede desarrollarse sin el TLC. “Podemos sobrevivir sin el Tratado, manteniendo nuestro comercio con Estados Unidos con pequeños aranceles que establece la Organización Mundial de Comercio. Claro que tenemos más ventajas con un acuerdo general como el TLC. Las mayores ventajas las obtuvimos al principio, cuando se estableció un calendario diferenciado de productos, en áreas en las que no teníamos las suficientes fortalezas, lo cual aprovechamos para mejorar nuestra competitividad, pues tenemos una economía sólidamente exportadora y con capacidad para comerciar con el mundo entero. Si entramos con esa mentalidad podremos alcanzar una buena negociación y no asustarnos con el petate del muerto de que lo van a romper”.
Adicionalmente, el presidente de la comisión de comercio del Senado, señaló que hay que estar atentos a los errores que puedan cometer en Estados Unidos. Comentó el ejemplo de lo sucedido con Ford y la producción de su modelo Fusión, que iba a armarse en San Luis Potosí, pero que por presiones de Trump se canceló. Ahora, se analiza trasladar la línea de montaje a China, con las implicaciones que esto significa. “El resultado neto es que cuando se produce un auto, el 40 por ciento de sus componentes se fabrican en Estados Unidos, generando empleos allá, pero cuando se produce en China el porcentaje baja al 6 por ciento, con lo que pierde Estados Unidos más que nosotros. Es la realidad del comercio, Estados Unidos tiene más qué perder porque en muchas áreas no sería competitivo”.
@AReyesVigueras
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