El jefe de Gobierno, doctor Miguel Ángel Mancera, informó que se realizarán modificaciones importantes al Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México, que incluyen normas estrictas para reforzar la seguridad estructural de las nuevas edificaciones, así como en la reestructuración de inmuebles dañados por el temblor del pasado 19 de septiembre.
Se contempla que estas disposiciones garanticen, mediante toda la tecnología disponible hoy en día, la seguridad de los inmuebles, pero sobre todo la de sus habitantes.
Expertos mexicanos en materia de construcciones, como la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, han propuesto la utilización de nuevas técnicas de edificación de inmuebles para uso habitacional o de oficinas. Estas incluyen materiales prefabricados, cementos más ligeros y de mayor capacidad y rigidez, lo que eleva, afirman, los índices de seguridad ante el impacto de las ondas sísmicas en edificios de mediana altura, que fueron los que en su mayoría colapsaron con el sismo.
Desde luego que este anuncio del doctor Miguel Ángel Mancera es excelente. Pero proponemos que también es momento de añadir en esta nueva normativa del Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México el tema de la sustentabilidad. Es decir que las nuevas edificaciones en la reconstrucción capitalina incluyan elementos ecológicos que cooperen al cuidado y preservación del hábitat urbano, principalmente en lo concerniente a la reducción de emisiones de gases efecto invernadero. Llegar a la meta ideal en este terreno sería contar en la capital del país con un programa de construcciones cero emisiones.
Vivir en comunidades sustentables es una aspiración de muchos ciudadanos a escala mundial. Incluso, la Organización de las Naciones Unidas indica que no es posible lograr un desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que construimos y administramos los espacios urbanos.

Cabe mencionar que esta parte relativa a reducir las emisiones de las viviendas y edificios no se ha impulsado lo suficiente dentro de los planes de desarrollo urbano en ninguna entidad federativa, incluyendo la Ciudad de México. Solo como ejemplo, la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH 2016) presentada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) incluye un análisis sobre las viviendas habitadas que hay en el país y sus principales características, en donde se señala que en 4.77 millones de viviendas se cocina con leña o carbón; solo tres de cuatro casas cuenta con agua entubada y en 10 por ciento de las viviendas se quema basura. Incluso se menciona en el estudio que en la Ciudad de México, todavía en el 0.2 por ciento de las viviendas, se cocina con carbón o leña.
De ahí la importancia de contar con un programa para impulsar la construcción de vivienda cero emisiones y sustentables que respeten su entorno ambiental, así como de edificios que minimicen la demanda de energía convencional con la implementación de acciones bioclimáticas eficientes. Sobre la viabilidad operativa de esta estrategia, especialistas en materia de comunidades sustentables, indican que las construcciones cero emisiones deberán contar con techos fotovoltaicos, calentadores de agua híbridos solares/eléctricos, estufas eléctricas, ecotecnologías de desempeño térmico, como aislantes, losas, plafones, recubrimientos especiales para techos y muros, acabados reflejantes, entre otras características.
Insistimos en que estas modificaciones que se harán al Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México, anuncio hecho por el jefe de Gobierno, doctor Miguel Ángel Mancera, deberían incluir también este rubro de la sustentabilidad. Es por el bien de todos.
Secretario general del Partido Verde Ecologista en la Ciudad de México


