Es difícil hacer que un hombre entienda algo cuando

 su salario depende de que no lo entienda. Upton Sinclair

La independencia de las instituciones y sus titulares es crucial en una democracia sustentada en el Estado de derecho. Con ello se debe garantizar que estas sirvan al interés general y se centren en el desarrollo y cuidado de los intereses de la comunidad.

Mexico ha vivido periodos de oscuridad gubernamental y falta de instituciones serias. En una cultura donde se beneficiaba el compadrazgo y amiguismo, para construir lacayos incondicionales que perdían su voluntad y libertad a cambio de un lugar en la cosa pública y así servir al amo que generosamente compartió el botín.

Por muchos años esto generó camadas completas de nuevos ricos. Funcionarios que daban todo, a costa de mantener sus privilegios, lisonjeando y apapachando sobremanera a sus protectores. Un circulo vicioso perfecto que permitió que se generara un sistema de componendas sustentado en burdas simulaciones de rendición de cuentas y transparencia, pero en realidad era un entramado de protección a ultranza de jefes y titulares corruptos.

Se crearon los órganos de control o contralorías que supuestamente se encargarían de revisar la actuación de los servidores públicos; su situación patrimonial para ver quién hacia crecer su patrimonio de manera indiscriminada, o a los funcionarios que violaban alguna norma de conducta administrativa, por acción u omisión, se les tenia que iniciar un procedimiento de sanción y sobre los  recurso económicos desviados buscar que fueran resarcidos al erario.

Hoy existe la Secretaría de la Función Pública y las contralorías estatales y municipales, sin duda tienen procesos administrativos y disciplinarios que han avanzado, pero en lo sustancial siguen siendo iguales a los anteriores sistemas de rendición de cuentas, porque los titulares son dependientes absolutos, desde su nombramiento, de los ejecutivos locales y nacional, es decir, son empleados, y su salario y cargo depende de aquellos de los que algún día tiene que investigar y sancionar. Por supuesto que esto está diseñado así para que no pase nada.

En otras materias, como la de derechos humanos, transparencia y acceso a la información pública, procesos electorales y con mayor claridad los sistemas judiciales. Se ha pugnado porque estos sean independientes para cumplir a cabalidad con sus funciones. La independencia debe ser económica, estructural y legal.

Así surgen los órganos constitucionales autónomos y algunas dependencias independientes como la Fepade, que en los hechos no es totalmente independiente ya que está incardinada en la PGR. Ahora su titular sufre un ataque al ser destituido, lo que generó grandes sospechas. Veremos en qué acaba esto, sin embargo, lo que no se debe olvidar es que la Independencia de las instituciones es vital y debe protegerse.

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