Alan Saint Martin

Pero el amor, los sentimientos, la identidad no son hashtags. José Ignacio Valenzuela

Hoy en día es difícil o poco común ver referencias en todos los medios a las redes sociales, ya sea Facebook, Twitter, Instagram, entre otras. De la misma manera, existen algunos autores que en sus novelas aparecen poco a poco como el contexto en el que se desarrollan los personajes, por supuesto dándole pie a una sobre otras. Considero más que acertado su inclusión, porque es en el mundo donde nos estamos moviendo. ¿Pero es posible crear una historia donde dicha red funja como pilar o como eje para su desarrollo? De eso y más trata Hashtag (Nube de tinta, 2017) de José Ignacio Valenzuela (Chile, 1972).

El personaje central de la historia, además narrador, es Eric, un chico que tiene la necesidad constante de publicar fotos en Instagram a través de su iPhone. La maravilla aquí, donde se fusiona la historia con la investigación propia del autor, es la explicación que hace al elegir cada uno de los filtros que permite la aplicación, el juego de luces, sombras, tonalidades ámbar y rojas, etcétera y, a esa elección peculiar y, aunque uno ve la foto publicada, al final de cuentas es una máscara de la realidad.

José Ignacio Valenzuela es polifacético, es un autor de matices quien sabe diferenciar perfectamente el tipo de historia que está escribiendo. Con Hashtag no nos encontraremos la historia de una bruja de rojos cabellos que maldice a un pueblo en la Patagonia chilena, ni al bullying que sufre un niño por tener una sombra de color amarilla o la visión de un niño por lo peculiar que es su abuela o un club de jóvenes investigando crímenes. Y aunque tiene relación con El filo de tu piel, una historia homoerótica, en Hashtag dicho tema sólo es el detonante para su desarrollo, no el eje central.

Hashtag es una novela cruel, no por la orfandad de Eric, ni el constante secreto que tiene y le carcome la entraña sin saber cómo decirlo o gritarlo, ni el sentimiento de abandono amoroso. Más bien, esa deshumanización que tienen las personas en las redes sociales, en la elección de los filtros para las fotografías en Instagram y por ende aparentar algo que no se es y cuántos likes o seguidores consigue. Por ejemplo: “#RichardMiller #AnneMiller #RIP fueron los hashtags que escribí. No derramé ni una sola lágrima mientras fotografiaba las urnas, ni tampoco ahora que las miraba con total detención”. Y más adelante: “mi mente estaba más preocupada en asimilar que gracias a la fotografía de las dos ánforas había conseguido 728 likes y 103 nueve seguidores”.

La novela está dividida en cinco partes; las etapas del duelo: Negación, Ira, Negociación, Dolor y Aceptación. Y en este sentido, no sólo es el que siente Eric ante la pérdida de sus padres, sino también el rompimiento amoroso, las acciones recurrentes que le recuerdan a Simón, así como la relación “secreta” que llevaban. O las constantes fotografías que Chava, un joven a quien conoce en la Unidad de Terapia Intensiva del Cedars Sinai en Los Ángeles cuando la madre de Eric está internada en la misma unidad, le pide y él crea, son una prueba para que el joven le está encomendando para encontrar el sentido a su vida después de su tragedia familiar, de la mano de Jade, su mejor amiga, quien conoce sus secretos y vida aún más que el propio Eric y el autodescubrimiento que logrará en su viaje a Mexicalli.

No puede dejarse de lado el golpe de efecto, así como el trenzar escenas al final de los capítulos que Valenzuela maneja a la perfección por su oficio como guionista. Además la música en la novela, no sólo por la referencia a títulos de canciones, sino la elección de versos, la explicación de los videos musicales, permite que el lector inmediatamente cante en su mente mientras continúa la lectura; hay un soundtrack de por medio.

En síntesis, Hashtag necesita leerse sin máscaras; filtros, mejor dicho, en su estado natural, con sus aciertos e imperfecciones a la vista. Es novela de viaje, intimista y de aceptación. Es el movimiento de emociones dormidas que no necesitan resumirse en un simple hashtag sino vivirlas más allá de las fotografías y los celulares.

José Ignacio Valenzuela, Hashtag. Nube de tinta, México, 2017.