Ricardo Muñoz Munguía

La labor de poeta, ensayista, crítico de arte, son algunos quehaceres que el escritor Miguel Ángel Muñoz (Cuernavaca, 1972) toma desde la raíz que lo ha nutrido a través de sus pasos por la academia y por el mundo —labor que le ha dejado una cantidad considerable de publicaciones—, pasos que se traducen en libros que enmarcan un importante registro de los hacedores de la cultura, del arte, de la escritura. Esa formación no sólo académica, sino por igual la que ha tenido a través de los viajes y, sobre todo, las diversas amistades que son en su gran mayoría grandes personalidades de la literatura, la pintura, la filosofía…, y de ahí, de ese enorme mosaico de autores, es el motivo para tener en las manos su libro más reciente: La vida constante. Conversaciones en el tránsito del milenio (Editorial Praxis, México, 2017; 217 pp.).

En este nuevo volumen de Muñoz es importante dar un asomo mínimo a los creadores que integran este trabajo. El libro se divide en tres secciones, en la primera: “Aproximaciones. El lenguaje a través de los narradores”, entre los reunidos están Juan Goytisolo, Álvaro Pombo, Ana María Matute, Antonio Muñoz Molina, Soledad Puértolas, Pere Gimferrer, Ignacio Martínez de Pisón, Pedro Sorela, Enrique Vila-Matas…; la segunda sección: “Argumentos. La revisión del pasado al presente”, tiene a Hugh Thomas, Santiago Genovés, Raymond Carr, Adolfo Sánchez Vázquez y Jorge Herrarde y, de la tercera y última parte encontramos a José Hierro, José Ángel Valente y Carlos Saura. Por mencionar sólo algunos de estas conversaciones que revelan las orillas y el fondo de la vida y las creaciones de estos poetas, narradores, historiadores, antropólogos.

Miguel Ángel Muñoz entre la mirada, entra a la vista, entrevista; estructura a través de la charla la luz que permite adentrarnos en diversas situaciones que han enfrentado los creadores, en las múltiples posibilidades que los llevaron al hilo que tejió toda una obra. Un libro que abre el panorama de la cultura, la historia, la literatura…, que hoy va de lo contemporáneo al mural de nuestra historia.