Continúa la rebelión en la granja y conforme avance el mes de noviembre los problemas se acrecentarán, ya que el PRI debe casi forzosamente definir a su candidato a finales del mes —no hay de otra—, ya que es cuando también se debe elegir al nuevo gobernador del Banco de México.

Por ello, los rebeldes seguirán intentando mostrar sus inconformidades, aunque algunos aseguran que parecen patadas de ahogado; por ejemplo, la exgobernadora de Yucatán y exsecretaria general del PRI, Ivonne Ortega, entregó una carta en las oficinas centrales de su partido para solicitar un encuentro entre todos aquellos interesados en competir por la candidatura presidencial tricolor en las elecciones de 2018.

La yucateca aseguró que el encuentro debe producirse antes de que se emita la convocatoria oficial para designar al elegido, tras considerar que el proceso necesita gozar de certeza y transparencia ante la ciudadanía en general.

La priista coincidió con la dirigencia nacional en que la unidad del partido es prioridad para el proceso electoral, pero consideró necesario el respeto a las garantías de equidad y de libre participación de los militantes.

Previo a la determinación de Convención de Delegados como el método para la designación del candidato presidencial, Ivonne Ortega promovió la consulta abierta a militantes como la forma de definición del aspirante. Sin embargo, dicha propuesta no fue aprobada durante los trabajos de la Asamblea Nacional del PRI del pasado mes de agosto.

Ortega Pacheco ya había amenazado con dejar el partido si no se presentaban las condiciones necesarias para una “justa” selección del candidato presidencial.

Un poco de historia política es necesaria en este momento: en el PRI solamente la jerarquía moral de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano ha logrado reunir un gran número de seguidores, recordemos que cuando el hijo del general Lázaro Cárdenas abandonó el partido en la década de los 80, fue acompañado por una legión de priistas que lo ayudó a construir un nuevo partido.

Se avizora muy complicado el panorama para la yucateca en caso de que abandone el partido, como supuestamente haría; pocos la acompañarían en el camino, entre ellos su protector el exgobernador de Durango, Jorge Herrera Caldera.

Ya que legisladora con licencia, se lanzó fuerte y duro, pues pidió a las cúpulas del tricolor escuchar las demandas de los militantes, pues, dijo, de seguir las cosas como están, el partido será desplazado al tercer lugar en la contienda por la Presidencia de la República en 2018, como señalan algunas encuestas.

¿Con qué calidad moral habla la exgobernadora de Yucatán, si en sus tiempos de mandato fue muy cuestionada por el presunto desvío de recursos etiquetados para la construcción del hospital de Tekax, incluso fue denunciada ante la Procuraduría General de la República, por su sucesor Patricio Patrón Laviada?

Mientras tanto, continúa el acuerdo que se tomó por unanimidad en votación económica, en donde el Consejo Nacional del PRI aprobó que su candidato a la Presidencia sea elegido por Convención de Delegados, que se prevé que sea de aproximadamente diez mil.