En la audiencia congresional de este martes sobre la investigación del fallido operativo, documentos de investigación revelaron que las armas cruzadas a México como parte de Rápido y Furioso llegaron a manos del cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, alias, ‘El Chapo’, de Teodoro García Simental, alias, ‘El Teo’ y del cártel de ‘La Familia Michoacana’.
El número de armas adquiridas en el marco de la operación “Rápido y Furioso” rebasó las 2 mil, reveló durante una audiencia del Comité de Supervisión y de Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, Lorren Leadmon, funcionario de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).
Leadmon dijo que en el curso de la investigación, los sospechosos “compraron más de dos mil armas” en lotes de 10 y 20 unidades, y afirmó que aunque más de 800 armas han sido recuperadas por autoridades de Estados Unidos y México, “tomará años determinar el alcance de la carnicería” derivada del operativo.
La estimación del especialista en operaciones de inteligencia de la ATF discrepa de la mayoría de los cálculos dados a conocer hasta ahora, que han colocado en poco más de mil 500 la cifra de armas que las autoridades permitieron que fueron adquiridas por intermediarios.
Los agentes asignados en la Ciudad de México por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos del Departamento de Justicia de Estados Unidos aseguraron este martes que la dependencia los engañó, y pidieron perdón a las autoridades y a los mexicanos por el controvertido programa de tráfico de armas Rápido y Furioso.
Por su parte, el agente Darren D. Gil, ex agregado de la ATF en México, y Carlos Canino, actual agregado, se declararon estupefactos por la aprobación del programa, del cual no fueron informados.
Al iniciar su comparecencia ante el panel, Gil expresó: “Quisiera pedir perdón a mis ex colegas mexicanos y a los mexicanos, en general, por la operación Rápido y Furioso… Ojalá entiendan que este programa era secreto para la mayor parte de la ATF, incluidos nosotros”.
En su discurso, el agregado de ATF, Carlos Canino dijo: “El operativo Rápido y Furioso abasteció a cárteles mexicanos de rifles de alto poder suficientes para armar un regimiento completo de rangers… Aunque estábamos al tanto de la investigación, nunca nos enteramos de la política de dejar que fluyeran las armas… Nuestros colegas en Phoenix no nos dijeron nada porque creo que pensaban que le diríamos a nuestras contrapartes mexicanas”.
Este lunes, el Comité de Vigilancia de la Cámara baja de Estados Unidos reportó que al menos 122 armas traficadas bajo el operativo Rápido y Furioso fueron halladas en 48 escenas de crímenes en México.
Según el reporte de la oficina del congresista republicano Darrell Issa, presidente del Comité, las armas habrían sido traficadas, desde Tijuana hasta Acapulco, presuntamente bajo vigilancia de la oficina en Phoenix del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés), con el fin de ubicar a grandes contrabandistas en México.
De acuerdo con información del diario The New York Times, el informe concluye que “el diseño de la operación Rápido y Furioso ha llevado a consecuencias trágicas” en las que “los ciudadanos mexicanos sufrieron consecuentemente”.
Una publicación difundida por el diario The Houston Chronicle aseguró que al menos la mitad de las armas citadas en dicho habrían aparecido en territorios dominados por el cártel de Sinaloa.