Sabíamos que iban a ser unas elecciones igualadas. Tanto que Ciudadanos ha ganado unas elecciones que no le garantizan gobernar porque la suma de todos los partidos independentistas alcanza la mayoría absoluta. Los votos que ha perdido el PP se han ido a Ciudadanos y los de la CUP a Juntos por Cataluña y ERC.

Así, Inés Arrimadas ha conseguido que uno de cada cuatro votos que se han depositado en las urnas sea para Ciudadanos. Ha ganado las elecciones. Algo novedoso en esta comunidad autónoma. Conseguir 37 escaños y casi 150.000 votos más que su inmediato perseguidor no es poca cosa, pero la dejan en la misma posición, con la fuerza de más de un millón de votos, pero jefa de la oposición.

En frente, Carles Puigdemont ha dado también la sorpresa porque las encuestas no vaticinaban un resultado de 34 escaños, dos más que su rival dentro del bloque independentista, ERC, que se quedó con 32. De esta forma, las fuerzas independentistas de JxCat, ERC y la CUP mantienen la mayoría absoluta en el Parlamento catalán, pese a perder dos escaños y pasar de 72 diputados conseguidos en 2015 a 70 en las de este jueves.

El candidato del PSC a la Generalidad, Miquel Iceta, ha celebrado la alta participación porque eso iba a suponer “más alegría para todos los demócratas”. Confiaba en que fuera posible “un cambio de rumbo” que le permitiera acceder a la Presidencia, pero sus 17 escaños se han quedado muy por debajo de lo esperado. Por su parte, Xavier Domenech no es la llave de nada, no decidirá quién gobierna porque no hace falta. Los 8 escaños de Cataluña en Común Podemos no desnivelarán ninguna balanza por lo que no hará falta saber si se decanta por un frente progresista o constitucionalista o separatista.

Los peores resultados los ha cosechado, sin duda alguna, el PPC de Xavier García Albiol. Batacazo de los populares, que no han sabido rentabilizar la intervención del Gobierno con el 155. Los 3 escaños logrados demuestran que el electorado de centro-derecha catalán ha dirigido su voto útil a la formación naranja de Inés Arrimadas. Uno más tan solo consiguió la formación antisistema de la CUP (4) que al principio dudaba, incluso, de si presentarse o no a estas elecciones.

De esta forma, Ciudadanos ha ganado las elecciones en Cataluña, algo extraordinario, pero serán los separatistas los que volverán a gobernar. Muchos han quedado lejos de las expectativas –Iceta y Albiol no han cumplido­­­– y el panorama político catalán no toma un nuevo rumbo. Seguimos igual.

Es de esperar que los que ocupen los puestos hayan aprendido algo de lo sucedido y cumplan la ley. Las consecuencias ya saben bien cuáles son.