El sismo del pasado 19 de septiembre no sólo dejó cientos de muertos y damnificados en nuestro país sino que ha traído un sin fin de irregularidades en la entrega de apoyos para aquellos que perdieron todo. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) detectó el hackeo de plásticos que se usaron en Veracruz, Guadalajara y Cancún, lejos de la zona de los afectados.

Alrededor de 258 damnificados denunciaron que las entregas por el Banco Nacional de Servicios Financieros (Bansefi) registraban cargos que ellos no reconocían, se explicó en una investigación de CNBV, a la que tuvo acceso Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

El 96.5% de esas tarjetas fueron hackeadas, de las cuales robaron 2 millones de pesos. CNBV aseguró que el Bansefi no cuenta con mecanismos para detectar y bloquear transacciones fraudulentas.

“Los cargos se realizaron antes de que se entregaran las tarjetas a los afectados por los terremotos. Y esto ocurrió porque Bansefi carece de mecanismos que permitan prevenir fraudes en los plásticos que emite”.

El banco dio 4 mil 574 tarjetas, para mil 495 beneficiarios, un total de 69 millones de pesos. En la investigación se destaca que hubo damnificados cuyos nombre aparecen hasta en 34 tarjetas.

Virgilio Andrade, director de Bansefi, explicó a Reforma que sí se entregaron varias tarjetas a nombre de una sola personas pero aseguró que no hubo fraude, sino “incidencias”. “Aquellas tarjetas que no correspondían a las personas o que tuvieran posibles duplicados, derivados de duplicados en listados, son destruidas, desechadas”.

En la investigación se detectaron los mecanismos que se utilizaron para robar dinero de las tarjetas de débito que el Bansefi distribuyó entre los damnificados de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017.

A unas siete cuadras de la playa de Boca del Río, en Veracruz, está la tienda Chedraui en donde, desde el 23 de octubre y hasta el dos de noviembre de 2017, se hicieron cargos a 82 tarjetas entregadas a los afectados por los sismos de septiembre pasado. El supermercado se localiza a unos 570 kilómetros de distancia de Cintalapa, Chiapas, lugar en donde viven los damnificados a los que se les clonaron esas tarjetas.

Además del Chedraui también se identificó que las terminales bancarias desde donde se extrajo el dinero se encuentran en un local de Pizza Hut, ubicado en la colonia Loma Bonita de Guadalajara, Jalisco; en un Dominos Pizza de la colonia Los Pinitos, en el puerto de Veracruz, y en un local que la tienda de telefonía celular Evol Móvil tiene en Cancún, Quintana Roo.

María Elena Jiménez Vega, habitante de Ixtaltepec, Oaxaca, fue la primera damnificada en recibir de manos del presidente Enrique Peña Nieto su tarjeta, el plástico resultó saqueado. Días después, la mujer tuvo que acudir a la única sucursal de Bansefi en Ixtaltepec, para presentar una reclamación porque su tarjeta no tenía fondos. El caso de Jiménez Vega se sumó a 81 más que sufrieron de la clonación.

En total, la CNBV ubicó transacciones en 128 tarjetas diferentes realizadas entre el 31 de octubre y el dos de noviembre en ese local, de las cuales sólo 16 han sido reportadas. Al menos, se realizaron 37 transacciones antes de que se entregaran las tarjetas.

La autoridad bancaria identificó que los usuarios afectados por el hackeo de sus tarjetas se concentran en tres comunidades de Oaxaca: Asunción Ixtaltepec, Magdalena Tlacotepec y Juchitán- y en otras tres de Chiapas: Tonalá, Cintalapa y Pijijiapan.

Las transacciones fraudulentas en los cuatro comercios se realizaron entre el 22 de octubre y el 2 de noviembre de 2017. La CNBV destacó que buena parte de las operaciones se ejecutaron con una diferencia de tan solo cinco minutos.