Este martes, el Departamento de Justicia anunció que establecerá, a partir del próximo octubre, un sistema de cuotas para los jueces de inmigración. La medida tiene como finalidad presionar más a los magistrados a cumplir con las exigencias del gobierno de Donald Trump, que ha estado dando de golpe en la mesa por el retraso que existe en las deportaciones de migrantes.
Según el diario The Wall Street Journal, a partir de esa fecha, se exigirá que los jueces cumplan con al menos 700 casos cada uno y que al menos 15% de sus decisiones sean devueltas por un tribunal superior. Esta situación está desesperando a la política de Trump, en momentos en que los propios jueces no se dan abasto para cumplir los casos que se les presentan. Hasta el momento se habla de 700 mil casos retrasados en los tribunales de inmigración, más de la mitad de la cantidad que se contabilizó en 2009, según un estudio de la Universidad de Syracuse.
En estas condiciones, los migrantes tienen que esperar varios años hasta que se les establezca una fecha de juicio para su deportación. Ante este retraso, se les permite trabajar para que puedan mantenerse.
Se estima que en el último lustro, cada juez ha gestionado de media 678 casos al año aunque algunos han llegado hasta los 1.500, según el Departamento de Justicia.
El sindicato de jueces señala que presionar a los jueces es una mala medida para tratar el control a la inmigración, pues creen que eso podría atentaría contra la autonomía judicial y resultaría exhaustivo para los magistrados quienes podrían alegar tiempo insuficiente para cumplir con las expectativas.
La medida tiene lugar en momentos en que la administración Trump anunció que enviará tropas a las frontera con México, mientras se construye el muro. Según medios de comunicación estadounidenses, la decisión fue contemplada luego de la presencia de una caravana de migrantes que intenta ingresar a territorio norteamericano.
“Es un gran paso. Realmente nunca lo hemos hecho antes. Ciertamente no lo hemos hecho muchas veces en el pasado”, dijo Trump rodeado de otros funcionarios, entre ellos, el secretario de Defensa, Jim Mattis.
“La gran caravana de gente desde Honduras, que está cruzando México y acercándose a nuestra Frontera de ‘Leyes Débiles’ debe ser detenida antes de llegar. La fuente de beneficios del TLCAN está en juego, lo mismo que la ayuda exterior a Honduras y otros países que lo permitan. ¡El Congreso debe ACTUAR YA!”, dijo el magnate.