Ahora que atravesamos las vacaciones de la Semana Santa y Pascua, es preciso hablar de una de las actividades de mayor importancia, por su contribución al crecimiento económico de México: el turismo. El desarrollo de esta cadena productiva conlleva la generación de empleos, la creación de infraestructura, el surgimiento de establecimientos gastronómicos y hoteleros, el crecimiento del transporte aéreo, terrestre y marítimo.

Desde hace dos décadas se ha caracterizado esta etapa histórica como la era de la información; esto es, las tecnologías de la información y comunicación han sustentado la base material de una sociedad cada vez más interconectada.

El dinamismo del sector turístico en México ha sido importante durante los últimos años, con lo cual ha generado empleos y bienestar económico regional. En 2017, el turismo contribuyó de forma directa con 7.1 por ciento del PIB, de acuerdo con el estudio del World Travel and Tourism Council (WTTC). Debido a esta cifra, México se ubicó en el primer sitio de los países del continente americano donde el turismo tuvo un mayor impacto en la economía.

Un aspecto crucial en el crecimiento del turismo es el entorno social en que se desarrolla. De acuerdo con el Travel & Tourism, Competitiveness Index 2017, reporte presentado cada dos años por el Foro Económico Mundial, México escaló 22 posiciones en cuatro años (2013-2017), y ocho en los últimos dos años, para ubicarse en la posición 22 de los países con la mejor competitividad turística.

De la lista de los primeros 30 países con la mejor competitividad turística, México es el segundo país que más ha crecido, tan sólo detrás de Corea del Sur (país que avanzó 10 sitios). Este incremento en la competitividad del sector implicó una tasa de crecimiento anual de 10.9 por ciento en la recepción de turistas extranjeros, mientras que Tailandia creció 9.4 por ciento, España 7.4 por ciento y Reino Unido 5.5 por ciento por mencionar otros de los principales países receptores de turistas extranjeros en el mundo.

Desde una perspectiva interna, el turismo doméstico es, por mucho, el motor que alimenta la mayor parte del sector en México. El turismo de connacionales dentro de México generó 83.8 por ciento del gasto en el sector en 2017, mientras que el turismo extranjero contribuyó con 16.2 por ciento, según el estudio de la WTTC.

Evidentemente, existen áreas de oportunidad para seguir beneficiándonos del turismo en los próximos años. México tiene el deber de potenciar el turismo, como vocación nacional y política de Estado, procurando la sustentabilidad económica, ambiental y social del sector con una visión de largo plazo.

Lo anterior, demanda actuar desde las escuelas primarias, enseñando a los niños lo importante de la convivencia, valores y capacidad de comunicación con personas de otras regiones y países; eso les dará la seguridad en el futuro aportando a dicha sustentabilidad y mejor desarrollo del turismo.

Asimismo, el gobierno debe acompañarse del sector privado y académico con miras a conservar y continuar los logros alcanzados hasta el momento.

Finalmente, es fundamental la aplicación del Estado de derecho que dé garantía de seguridad a turistas mexicanos y extranjeros y revierta la imagen de destinos turísticos ahora afectados.