Antonio Gazol Sánchez/Académico de la Facultad de Economía de la UNAM


Nora Rodríguez Aceves

Las negociaciones entre el presidente Barack Obama y el Congreso de Estados Unidos sobre la elevación del techo de la deuda de su máximo legislado de 14.3 billones de dólares, ponen de manifiesto la fragilidad del sistema financiero mundial y la gran necesidad que se tiene de modificar el sistema monetario y financiero internacional. Ya no se puede seguir girando en torno al dólar y a la economía estadounidense, señala Antonio Gazol Sánchez, académico de la Facultad de Economía de la UNAM.

Estados Unidos está atravesando una situación compleja en la que está involucrada prácticamente toda la economía internacional, es el mayor deudor del mundo, si sumamos las deudas de todos los países, una tercera parte de esas deudas totales corresponde a Estados Unidos. Decir que es el mayor deudor del mundo significa que le debe casi a todo el mundo, dicho de otra manera, significa que lo hace se lo estamos financiando los demás, somos los grandes financieros de los estadounidenses;  eso es un hecho”.

Rescate de la banca

“Esta deuda  —explica el profesor de economía—  se cifra en alrededor de los 850 mil millones de dólares, por ahí del 2000, 2001 más o menos, ahora se calcula en más de 14 billones de dólares, el gran brinco de esos 850 mil millones a lo actual empieza a darse entre 2003 y 2004, ahí tenemos un brinco de 850 mil millones de dólares a un millón 400 mil millones de dólares, por qué este aumento, porque casualmente 2003, 2004 es Irak poco antes había sido Afganistán, eso es clarísimo nada más hay que verlo, y hay datos de cuánto cuesta la guerra de Afganistán, y cuánto cuesta la guerra de Irak, de cuánto nos está costando a los que estamos financiando esto, eso es lo real”.

“A eso se añade ya más recientemente, para brincar de los mil 400 a los 14 millones de millones actuales han pasado muchas cosas, han continuado esas guerras por supuesto y han sido crecientes los gastos para Estados Unidos, pero además hasta hace unos cuantos años viene el famoso rescate, así nada más, al sistema financiero de Estados Unidos, son 700 mil millones de dólares, una cantidad importante de dinero que se ha tenido que inyectar al sistema bancario para rescatarlo de sus propias ineficiencias y de sus propias irresponsabilidades”.

“Cuando la banca privada estadounidense ha cometido errores, viene el gobierno con dinero público a rescatarla, cuando ganan dinero, ganan dinero ellos, es lo que se ha dicho tantas veces, están socializando las pérdidas y privatizando las ganancias, tan sencillo como eso. Qué está en la disputa, que obviamente para endeudarse, para emitir papel de deuda como gobierno de Estados Unidos tiene que tener la autorización del Congreso como cualquier país democrático del mundo, y éste tiene un tope, a ese tope se ha llegado ya, necesitan dinero para pagar la deuda y para pagar los abonos de la deuda y para pagar los intereses de la deuda, y esto ya está por vencerse, por concluir el próximo 2  de agosto. Necesitan dinero para ello, necesitan una autorización para aumentar su techo de endeudamiento, y en este punto está la disputa política entre demócratas y republicanos, entre el presidente Obama y el sector republicano  en el Congreso, discutiendo por dónde tienen que hacer los ajustes necesarios para que ello ocurra, están en eso”.

Antonio Gazol señala que hasta donde han trascendido las propuestas de ambos grupos, “en el caso de los demócratas plantean un aumento del techo de endeudamiento de poco menos de tres millones de dólares, digamos, poco menos 2.7 una cosas por el estilo, pero acompañado de un aumento de impuestos a los sectores de mayores ingresos y pretenden una disminución en  ciertos gastos gubernamentales. Los republicamos plantean que el aumento del techo de endeudamiento sea de bajo reemplazo, que no se toque los impuestos  a la gente de mayor privilegio,  donde hay más privilegiados, y entonces bueno están en ello, y que todo sea a base de recortar programas sociales de la administración en curso, esa es la disputa”.

Riesgo de un impago

El catedrático de la Facultad de Economía explica a Siempre! lo que podría ocurrir, de hoy 28 de julio, en que está comentando estos pormenores, al 2 de agosto cuando ya haya una decisión. “Es cierto que es la primera ocasión en la historia en que Estados Unidos se ve el riesgo de un impago, hace poco menos de un mes cuando Gracia está en las mismas condiciones se decía que un impago sería catastrófico para las finanzas internacionales, Grecia es respetable, por supuesto, pero no tiene el impacto económico entre las finanzas internacionales que tiene Estados Unidos, entonces sí los mercados inquietos por el asunto griego imagínate cómo pueden estar por el asunto de Estados Unidos”.

“De aquí al 2 de agosto pueden ocurrir muchas cosas, una que efectivamente no se dé un acuerdo, yo personalmente creo que llegarán a un acuerdo, esa es mi hipótesis, más fácil ser cronista que profeta, pero aunque se llegue al acuerdo, la elevación de tasas de interés es inminente y eso afectará la economía internacional sin duda, generará problemas serios en la economía del mundo, dependamos más o dependamos menos de la economía de Estados Unidos”.

Para el especialista en materia económica, “la oportunidad que presenta esta crisis, a ver si se puede aprovechar, es la necesidad que tenemos de modificar de fondo al sistema monetario y financiero internacional, es decir, ya no puede seguir girando en torno al dólar y a la economía de Estados Unidos, estos pudo ocurrir a finales de la II Guerra, cuando se creó el Fondo Monetario  Internacional, había tipos de cambio fijos,   todos con un tipo de cambio fijo del dólar con el oro y a su vez este tipo de cambio fijo respecto del dólar, esto es a partir de 1971, tenemos cuarenta años de desorden monetario internacional, girando en torno al dólar, girando en torno a la economía de Estados Unidos, repito, cómo podemos estar girando en torno al país más endeudado del mundo, eso es absolutamente irracional, hay que cambiar aquello, es decir,  de la enorme cantidad de reservas que tiene China cuánto está en bonos del tesoro de Estados Unidos, de la Unión Europea, en China, en Japón, en el Reino Unido, países que tiene una enorme cantidad de reservas monetarias invertida en bonos del tesoro de Estados Unidos, el propio México bueno pues todas las reservas monetarias del mundo verán descender su valor si existe un impago de esta naturaleza, porque todas esas reservas dependen de lo que pase con la economía de un país,  por muy Estados Unidos que sea,  eso ya no se puede, quizá se podría explicar, repito, en los años cuarenta, cincuenta, sesenta, hoy en el Siglo XXI eso ya es absolutamente inexplicable, es absolutamente inaceptable y se requiere más que reformas cosméticas al sistema monetario y financiero internacional una reforma de fondo al Fondo Monetario Internacional”.

Es relevante lo que nos está diciendo esto, “no podemos seguir dependiendo, como economía internacional, de un solo país, llámese como se llame, sea el que sea, Estados Unidos está muy cómodo de echar la máquina de hacer billetes y que los demás nos financien mis excesos, porque esa es la deuda del gobierno, pero es el déficit comercial de Estados Unidos, es el gran desequilibrio comercial que empezaron hacer en los años setenta precisamente, y que ahora es inmensurable ese gran desequilibrio interno, es el déficit fiscal que tiene ese país, y es la deuda de las familias estadounidenses, es todo eso,  y todo eso lo estamos financiando el resto del mundo”.

Por lo tanto, “esa es la gran oportunidad que tenemos hoy para cambiar de una buena vez el sistema, eso se llama poner en duda la hegemonía de la economía de Estados Unidos,  pues ya no es el hegemónico”.

 

Los especuladores, unos cuantos

Sin embargo, Antonio Gazol advierte que “me temo que el escenario para el cambio no está puesto para eso, está la necesidad de hacerlo y debemos aprovechar esta oportunidad para hacerlo, porque el cambio viene no sé si dentro de un año, 10 o 15, lo que tenemos que definir es si el cambio se hará de forma abrupta o será  un cambio pautado, progresivo, pactado, esto es, sin duda, Estados Unidos ya no es el hegemon de la economía mundial, no es ni bueno ni malo, es que ya las circunstancias son totalmente distintas”.

 “Los mercados son unos cuantos grandes especuladores, no sé si 5 mil, 10 mil, 25 mil, 20 mil, muy poquitos, que son los que tienen mayor información, esos son los que toman las grandes decisiones y los demás hacen lo que ellos hicieron, es lo que se conoce como efecto manada, en el lenguaje financiero no estoy inventando nada, se le conoce como efecto manada, hacia aquel que sí sabe o que yo creo que sabe, vendió tal cosa, vendió deuda de tal país, yo me sigo de frente, si compro de tal país, yo me sigo de frente, algo ha de saber aquel que yo no sé, eso son los mercados,  entonces para hacer la reforma tiene que ver con una regulación en serio de los sistemas financiero nacionales e internacionales, es absoluta legalización de este factor capital que ha sido desastroso para la economía internacional, hay muchos que están ganando mucho dinero, mucho dinero y los qué están perdiendo y las oportunidades que se están perdiendo, eso no es desarrollo, eso no es crecimiento, eso es acumulación vulgar de riqueza y nada más que no beneficia absolutamente a nada ni a nadie”.

Confiado en que Estados Unidos librará esta situación de su endeudamiento, el académico de la UNAM señala que “esto no resuelve el problema de fondo por el problema de fondo está ahí, Estados Unidos ya no tiene la capacidad de seguir siendo la locomotora, el eje de la economía mundial y esa capacidad, esa posibilidad que tenía antes ya la perdió, la perdió hace mucho tiempo y se tiene que dar cuenta de eso, y la empezó a perder precisamente en el año 1971 cuando el presidente Nixon proclamó la famosa inconvertibilidad del dólar, dijo el dólar ya no es más convertible libremente en oro, y ahí demolió los cimientos del sistema monetario internacional construido en Bretton Woods al final de la II Guerra”.

Tengo miedo

Gazol Sánchez no se atreve ni a pensar en el supuesto de que no se llegue a un arreglo entre el presidente Obama y el Congreso, “no quiero pensarlo, me da miedo pensarlo, porque sería algo muy grave, muy, muy, grave empezando por eso, porque lo primero que ocurriría es que el valor de las reservas internacionales de los países que tienen bonos del tesoro en sus arcas se vendrían para abajo; dos, un aumento enorme de las tasas de interés, el riesgo de un proceso especulativo en el que  algunos ganarían mucho dinero y muchos de los que ganarían dinero tiene que ver con muchas de las famosas agencias calificadoras, estas agencias calificadoras son juez y parte, es decir, en el quinto piso es donde dicen que país va bien y que país va mal, y el cuarto piso es donde dicen qué compran y que venden con los financieros y sobre eso viene lo que decía como ellos sí saben, los demás los seguirán a donde vayan”.

“Estamos pendientes de eso, parece que todo el planeta depende de un país en desarrollo algo está mal,  algo está muy mal pera eso siga ocurriendo. El mundo no puede seguir financiando los excesos de la economía de Estados Unidos, no puede seguir financiando sus aventuras bélicas, no puede seguir financiando los rescates a su banca privada, se lo estamos financiando los demás, repito más de una tercera parte de la deuda mundial total corresponde a Estados Unidos, es el país que más debe en el mundo”.

En cuanto al impacto que esta crisis financiera puede tener en nuestro país, el economista, explica que “el impacto será mundial, pero evidentemente será mayor en las economías que mayor grado de dependencia tienen, yo he dicho desde hace mucho que México tiene que hacer cualquier cosas, y cuando digo cualquier cosa es cualquier cosas, por reducir su grado de dependencia hacia nuestros vecinos del Norte,  lo cual no quiere decir, desaprovechar la enorme ventaja que significa tener tres mil kilómetros de  frontera con el mercado más apetecido del mudo, sería una tontería, hay que ir  reduciendo poco a poco esa dependencia en lo financiero, en lo económico, en lo comercial, en lo tecnológico, en lo cultural, en todo, para muchos mexicanos lamentablemente el exterior empieza y termina en Estados Unidos no tengo nada contra este país, pero un presidente mexicano decía, hace muchos años, algo así como no se trata de estar contra nadie se trata de estar a favor de nosotros mismos, no es contra Estados Unidos es a favor de México, entonces tiene que hacer cualquier cosa para ir reduciendo progresivamente esa dependencia”.