La mayoría de las personas padecerá dolor de espalda en algún momento de su vida. Puede manifestarse desde una pequeña molestia constante hasta una repentina punzada de dolor agudo que dificulta el movimiento. Puede aparecer de manera rápida tras una caída o al levantar un objeto muy pesado o ir aumentando de manera progresiva.
Entre los tipos de dolor de espalda se encuentran la lumbalgia, dorsalgia y cervicalgia. La lumbalgia es el más frecuente y afecta a la zona comprendida entre la base de las costillas y el principio del muslo. El dolor de espalda se manifiesta de dos maneras: el dolor agudo que se produce de repente y suele tener una duración inferior a seis semanas, y el dolor crónico que se puede prolongar durante más de tres meses. El dolor crónico es menos frecuente que lumbalgia, dorsalgia y cervicalgia.
Si padece dolor de espalda podría resultarle difícil realizar determinadas actividades, por lo que podría ver interrumpida tu vida diaria y reducida tu calidad de vida. Movimientos como subir escaleras, levantar objetos pesados (u objetos que normalmente podría levantar sin dificultad) podrían resultarle complicados, y podría sentirse hormigueo o entumecimiento al moverse o quedarse quieto.
Cualquier actividad cotidiana en casa o en el trabajo puede desencadenar dolor de espalda. Ya sea de manera repentina al inclinar la espalda de forma brusca o bien progresivamente a lo largo del tiempo a consecuencia de haber estado sentado o de pie en una posición inadecuada. Entre estas actividades se encuentran inclinarse de manera brusca o repentina; levantar, transportar, empujar o tirar de un objeto de manera incorrecta; sentarse en mala postura; permanecer de pie o agachado durante mucho rato; girarse; estirarse demasiado; permanecer sentado o conducir durante largos periodos sin descansar.
Pese a que la mayoría de los dolores de espalda desaparecen por sí solos o tras tomar un antiinflamatorio, existen otros a los que hay que prestar especial atención. En el caso de que se presente tanto dolor de espalda como de pierna, posiblemente con entumecimiento o debilidad en las piernas, puede ser un signo de un disco herniado. Esto pasa cuando un disco —sistema de amortiguación entre las vértebras de la columna vertebral— presiona sobre los nervios alrededor de la columna vertebral. Según los resultados de las pruebas realizadas, el médico puede recomendar inyecciones de esteroides o un anestésico para aliviar el dolor.
Otro de los problemas de consideración es la estenosis del canal espinal, la cual dificulta caminar distancias largas. Esta condición puede ser causada por artritis o engrosamiento de los ligamentos. Para tener una mejor salud de espalda, se recomenda visitar al médico para descartar condiciones serias y comenzar el tratamiento. Los síntomas leves pueden aliviarse con fisioterapia, mientras que las inyecciones o cirugía puede ser necesaria para más síntomas más severos.
La clave de la prevención, según para los expertos del Houston Methodist Hospital, es el ejercicio como caminar, correr, andar en bicicleta, nadar y los ejercicios aeróbicos. Esto permite que los nervios estén en la mejor forma posible y que la espalda esté muy bien cuidada.
Dolor de espalda en el trabajo; cómo prevenirlo
Son varios los factores que pueden contribuir a causar dolor de espalda en el trabajo. Por ejemplo:
Fuerza. Realizar demasiada fuerza con la espalda, como levantar o mover objetos pesados, puede provocar lesiones.
Evítelo. Al levantar o transportar un objeto pesado, haga la fuerza con las piernas y contrae los músculos centrales. Sostenga el objeto cerca de su cuerpo. Mantenga la curvatura natural de la espalda. No gire mientras levanta el objeto.
Repetición. La repetición de determinados movimientos, en especial los que suponen torcer o rotar la columna vertebral, puede lesionar la espalda.
Evítelo: Intente alternar entre tareas exigentes físicamente y tareas menos exigentes. Si trabaja con una computadora, asegúrese de que monitor, teclado, mouse y silla estén posicionados de forma adecuada. Evite inclinarse, girar o alcanzar objetos cuando no sea necesario.
Inactividad. Un trabajo inactivo o de escritorio puede contribuir a generar dolor de espalda, sobre todo si tiene una mala postura o si está todo el día sentado en una silla con un respaldo inadecuado.
Evítelo. Si debe estar sentado durante períodos extensos, cambie de posición con frecuencia. Camine de manera periódica y estire los músculos suavemente para liberar la tensión.


