Vivimos los momentos más complicados en la relación de una vecindad compleja como la que tenemos con Estados Unidos.

De manera reiterada hemos escuchado que demandamos respeto, que nuestra política debe ser de respeto hacia la independencia y dignidad, pero cómo darle sentido a las palabras, cómo hacer que esas declaraciones sean significado y significante.

Hoy tenemos la obligación  darles sentido.

Qué dirían, estimados lectores, si les digo que México se convertirá en la estación migratoria de Estados Unidos.

En los próximos días se reunirán en Washington autoridades de ambos países para dialogar sobre un posible acuerdo bilateral para hacer de México un “Safe Third Country”, esto significa que nuestro país tome la obligación de dar asilo a todos aquellos migrantes que transiten por territorio nacional para llegar a Estados Unidos y no logren su objetivo; esto es equivalente a ser un responsable subsidiario de la política migratoria norteamericana.

Lo anterior parte de dos errores fundamentales y de graves consecuencias: la primera es una declaración que parece un sarcasmo tan cruel como falso, y es que México es un país seguro para los migrantes, camino a Estados Unidos. El segundo error es asumir que México tiene las capacidades institucionales para adjudicarse tal compromiso, cuando la Comisión de Ayuda a Refugiados está colapsada, devastada, sin capacidad de respuesta, sin posibilidades técnicas, financieras o la infraestructura necesaria para atender la nueva tarea.

Aceptar esta responsabilidad puede generar presiones importantes a la gobernabilidad y el empleo, pero también dolor y abusos. Por lo que vale la pena poner atención al asunto.

No nos confundamos, cuando Trump dice: “México no hace nada por su país ni en materia migratoria ni en materia comercial” o cuando genera adjetivos para referirse a los migrantes: “Estas no son personas, son animales, pero los estamos sacando del país a un ritmo nunca visto”. No lo hace para presionar sobre el TLCAN, es para presionar sobre este acuerdo migratorio.

Tenemos dudas importantes sobre el alcance de este acuerdo, su conveniencia y consecuencias. ¿Nos van a pagar por hacer el trabajo de las agencias de Estados Unidos? ¿Cuál es la razón para que México se haga responsable de la migración hacia Estados Unidos?

Los mexicanos necesitamos conocer las implicaciones de la instrumentación de un esquema de Tercer País Seguro, como herramienta de la política migratoria y su inserción en la negociación del TLCAN con Estados Unidos.

 Este es un acuerdo obscuro que se ha mantenido en secrecía, sin el conocimiento de los mexicanos. Es un acuerdo oculto y de consecuencias peligrosas.

@Luis_Humberto