Tres detenciones las semanas recientes de personas vinculadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) hablan de la importancia de este objetivo para el actual gobierno federal, como lo había advertido Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación. Pero también estos arrestos ponen de manifiesto cómo ha incrementado su presencia, poderío e importancia en el lucrativo negocio del narcotráfico un grupo que a principios del actual sexenio no era prioritario para las autoridades federales.

La detención de Rosalinda González Valencia, esposa de Nemesio Oseguera Cervantes, y señalada como operadora financiera al estar vinculada al grupo conocido como los “Cuinis” —quienes ayudaban en el apoyo económico al cártel formado por sus hermanos, varios de los cuales se encuentran presos—; así como de José Farías Álvarez, conocido como el “abuelo” y fundador de un grupo de autodefensas en Tepalcatepec, Michoacán, que en teoría se formaron para combatir a los Caballeros Templarios en 2013 y que fueron infiltrados por criminales; además de la aprehensión de Gerardo Botello González, el “Cachas”, líder regional en Michoacán y Guanajuato y encargado de eliminar al grupo rival conocido como los “Viagras”, dedicados al robo de combustible, entre otros ilícitos, muestran que la ofensiva gubernamental va en serio.

Solo que a cada acción corresponde una reacción, pues si algo caracteriza al CJNG es su temeridad al demostrar su poder. Hay que recordar que se trata del mismo cártel que derribó un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana en mayo de 2014 y que se mostró, en videos difundidos en redes sociales, realizando un desfile con automóviles que tenían pintado en las portezuelas las siglas del cártel en calles de Loma Bonita, Oaxaca, este año.

La existencia del CJNG es la prueba del fracaso de la actual estrategia en el combate al crimen organizado, como señala Alan García Huitrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE) en entrevista con Siempre! Quien además apunta que esto ha dado como resultado más violencia.

Alan García Huitrón.

Desarticular en lugar de descabezar

“Es una estrategia que se sigue no solo en este gobierno, sino en los que hemos tenido; una que busca descabezar las organizaciones criminales, obviamente, es fallida en cuanto a que, si revisamos la historia del Cártel Jalisco Nueva Generación, gran parte de su consolidación, de lo que ahora es al nivel del Cártel de Sinaloa, se debe a esta estrategia de arrestos, capturas, asesinatos como parte de una política de seguridad”, explicó García Huitrón al comentar los resultados de la actual estrategia en contra de los cárteles de la droga.

De acuerdo con el especialista, ir en contra de los líderes de los grupos del crimen organizado, además de no reducir la violencia, solo ha hecho que cambien de liderazgo y se fortalezcan.

“Desde la captura de los Valencia, la muerte de Ignacio Coronel en 2010, hasta la parte de los Valencia Salazar, esta estrategia lo único que genera es el recrudecimiento de la violencia dentro de las propias organizaciones criminales, luchas internas que hacen que sujetos más violentos sean ahora los principales directores de las organizaciones criminales, esto está más que visto en el caso del Cártel Jalisco, pero si nos vamos a otros, sin duda esta estrategia de descabezar lo que ha hecho es fortalecerlas más y volverlas más violentas, como si fueran una hidra, y no desarticular, que es el punto: debemos desarticular las organizaciones como se hace en Europa y en Estados Unidos, en donde los operativos y las investigaciones tratan de detener a 50 o 100 personas para lograr el debilitamiento de las organizaciones”, comentó para este medio.

El pronóstico que García Huitrón tiene, de continuar con la actual estrategia, es pesimista.

“Si seguimos en esa misma estrategia de descabezar y de solamente detener al líder visible, porque al final de cuentas es un líder mediático —habría que investigar de manera antropológica y sociológica si de verdad es el líder mediático—, entonces si seguimos en esta idea de que detengan a Oceguera Cervantes, quien es la cabeza visible del Cártel junto con Abigael González Valencia, de los Cuinis, lo que vendrá es una persona más violenta, más sanguinaria que trate de luchar internamente por controlar al cártel; vemos cómo Oceguera llegó a esta posición y que tiene que ver con esta parte, con la idea de las capturas y los arrestos, cómo se dio una lucha interna entre los ‘torcidos’ y la ‘resistencia’, cómo los primeros se vincularon más al Cártel de Sinaloa, por lo que me parece que si seguimos con esta estrategia se va a recrudecer más la violencia”, agregó.

Cártel globalizado

Otro fenómeno que resaltó durante la entrevista Alan García Huitrón fue la manera en que los grupos del crimen organizado han aprovechado el tema de la globalización para expandir sus negocios. Para el investigador del INACIPE, el CJNG es un buen ejemplo de este tema, pues opera en 22 estados del país y con presencia en Estados Unidos.

“El Cártel Jalisco es un caso muy interesante, porque varios de los factores que explican que sea una organización fuerte tienen que ver con su conexión internacional. Hoy estamos ante una coyuntura, al parecer no es un hecho palpable, objetivo, pero al parecer Estados Unidos va a dejar de ser el país —en un futuro— principal en cuanto a consumo y demanda de drogas, pues otras naciones como en Europa, Australia, Canadá y algunas de Oceanía pagan mejor las drogas; es un asunto interesante en el que transnacionalizó sus estrategias y mecanismos criminales el CJNG para ubicarse en una posición privilegiada, en el marco de la globalización, dentro de las organizaciones criminales en México dejando de mirar exclusivamente a la Unión Americana”, apuntó.

Asimismo, explicó que en una era en la que la globalización marca tendencias que siguen empresas o países enteros, también la delincuencia organizada aprovecha esta circunstancia.

“Como tal tenemos la globalización positiva que tiene que ver con la apertura del mercado, de la economía, desde la década de 1980 con la caída del muro de Berlín; pero también tenemos la globalización negativa, como la llama Manuel Castell, pues esta apertura no solo beneficia a los mercados positivos o legales, sino que también permite que las organizaciones ilegales de ciertas naciones lleguen a tener una conexión internacional cada vez más fuerte.

Qué quiere decir esto, qué se esperaría de los gobiernos, independientemente de si es México u otro país, pues que también se unan a una globalización en torno a una política criminal; por ejemplo, la trata de personas, tema en el cual hicimos una investigación en la que encontramos que hay una normatividad muy heterogénea, conceptos distintos y eso no permite homologar la política criminal, las estrategias, las sanciones en contra de estos fenómenos que son transnacionales, lo mismo tendría que ocurrir en cuanto a la delincuencia organizada; los Estados deben contar con estrategias regionales, mínimamente, para poder debilitar de manera efectiva a las organizaciones transnacionales; ya los Estados-nación con antecedente en el Tratado de Westfalia, hoy en día prácticamente son cosa del pasado, estamos ante una globalización y un mundo sin fronteras y no puede ser que eso lo aproveche únicamente la delincuencia organizada y no los Estados, necesitamos estrategias regionales, conexión más puntual con otros países de Centroamérica, con Estados Unidos y Canadá para tener más éxito en el combate a estas organizaciones”, completó nuestro entrevistado.

Lo que se debería hacer

Para el investigador, lo que sucede en materia de seguridad pública debería ser atendido por medio de estrategias integrales, considerando diversos aspectos que inciden en este asunto.

“Al final de cuentas, gran parte de la violencia que vive México desde hace 20 años es producto de las luchas entre los cárteles; si miramos los homicidios —de lo cual hicimos una investigación en el INACIPE—, revisando la relación entre narcotráfico y los territorios de poder, concluimos que evidentemente en donde hay más homicidios y más problemática en términos de inseguridad son los espacios donde existe esta idea del tráfico, ya sea porque son frontera, porque son centros turísticos, rutas; en efecto gran parte de la crisis que tenemos en la materia y en derechos humanos es debido al crimen organizado”, señaló.

Planteó que lo que se debe hacer es generar una estrategia integral.

“De entrada, generar una política criminal integral e internacional, no podemos debilitar esas organizaciones que son internacionales si las combatimos de manera local, así necesitamos generar más conexiones con los países latinoamericanos y de Norteamérica para contar con una estrategia homologada e internacional; por otra parte, necesitamos trabajar en tres puntos para debilitar a la delincuencia organizada: por una parte el pilar económico que tiene que ver con el lavado de dinero, por otro lado el consumo, en donde necesitamos estrategias de tratamiento y de prevención a las adicciones, que tenga una conexión con Estados Unidos y otros países que también consumen; y finalmente el pilar social que tiene que ver con este ejército de reserva que alimenta a la delincuencia organizada, es decir los jóvenes que en un contexto de desventaja social, de desempleo, de desigualdad social terminan decidiendo ser parte de la delincuencia organizada, habría también que impactar este aspecto a través de la generación de empleo, estudios para incentivar conductas positivas y desinhibir estas conductas que son aprovechadas por la delincuencia organizada”, propuso.

Las propuestas de los candidatos

En cuanto a las propuestas que los candidatos presidenciales han hecho respecto al tema del combate a la inseguridad y la criminalidad, Alan García Huitrón mencionó que “hay que ser cautelosos, en realidad las plataformas que tienen las coaliciones y los candidatos a la presidencia son solamente eso, plataformas; en realidad, sabemos que gran parte de las propuestas que se hacen cambian cuando llegan al gobierno, es una diferencia tremenda entre la plataforma y el Plan Nacional de Desarrollo que es un documento más objetivo y con más indicadores y metas que nos permiten tener una visión más completa de lo que va a hacer el gobierno, mientras no se les obligue a tener una plataforma mucho más clara, con más indicadores de lo que van a hacer provoca que no se pueda afirmar con claridad si lo van a hacer o no, pero de manera general observo del lado del gobierno una continuidad en la estrategia y un candidato de Morena que trata de generar algo distinto con la idea de la amnistía”, señaló.

Nuestro entrevistado señaló que la mayoría de los candidatos han mostrado que darán continuidad a lo hecho hasta el momento, sin que haya alguna propuesta detallada de cómo se enfrentará este problema.

“Estamos entre la continuidad de la estrategia de seguridad que se ha venido dando desde hace 20 o 30 años, y una cierta noción de cambio alrededor de la amnistía, pero en general hay una continuidad”, concluyó.

@AReyesVigueras