En un sencillo pero emotivo encuentro donde la palabra paz tomó nuevos sentidos en voz de poetas, líderes religiosos, artistas plásticos, periodistas, jóvenes, políticos, personas de la tercera edad y maestros, Beatriz Pagés cerró su campaña como candidata al Senado de la República por la Ciudad de México, en el Museo de la Memoria y la Tolerancia

En el encuentro, denominado “Por una ciudad sin violencia”, la exigencia de los participantes fue la misma: un alto a la violencia, compromiso que suscribieron firmando su objetivo con pétalos de flor sobre un espejo de agua.

En su intervención, el senador Enrique Burgos recordó a Jesús Reyes Heroles que en una alocución habló del valor de la tolerancia, dijo que teníamos que aprender a tolerar porque sino luego todo se vuelve la intolerancia de todos contra todos.

Abner López, ministro de la iglesia presbiteriana expresó su deseo de que los habitantes de la CDMX se conviertan en hombres de paz, mientras que el periodista Roberto Viscaíno rememoró a esa ciudad entrañable” donde se podía salir en la noche, sin miedo, una ciudad nostálgica”. Dijo que este encuentro representa un paso para recuperarla y traer a la actualidad a esa ciudad entrañable.

Acompañada por candidatos a diputados federales y locales, Beatriz Pagés dijo que la consigna es clara: “Queremos y exigimos una ciudad en paz,  una ciudad en que podamos vivir y caminar sin miedo”. La priista señaló “en la lucha por esta meta, todos somos y tenemos que formar parte de la solución, más quienes lleguemos a tener una responsabilidad pública. El 1 de julio tenemos que atrevernos a cambiar la Historia de la Ciudad. Qué este sea el principio de una cadena humana, social; el inicio de un movimiento que haga posible una ciudad sin violencia”.

En la ceremonia participó el escultor Pedro Ramírez Ponzanelli quien enfatizó que es con la cultura y la unión de los capitalinos, como se logra que se escuche la voz de todos. José Ricardo Becerra, estudiante universitario con discapacidad, recordó el valor de la inclusión  y el derecho de los jóvenes a no ser violentados.

En la ceremonia también participó el artista plástico Luis Alanis quien, a la par de las participaciones, realizó una obra representativa de la paz, que se expresó en una mujer con una paloma, mientras el maestro Alexander Soto interpretaba canciones alusivas al amor y a la paz. Finalmente los versos de Sor Juana se hicieron presentes para evocar el sentimiento de fraternidad.