El Senado de los Estados Unidos completó este martes la aprobación del acuerdo entre demócratas y republicanos para evitar la insolvencia financiera de esa nación.

Con 74 votos a favor y 26 en contra, el Senado puso freno a la posibilidad de que la Unión Americana incumpla por primera vez en la historia sus obligaciones financieras, peligro que había provocado incertidumbre en los mercados internacionales.

El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, reconoció en la tribuna antes del voto que Estados Unidos estuvo “al borde del desastre” y aceptó que el acuerdo no fue perfecto.

El arreglo fue inicialmente cuestionado por ambos partidos, pero el lunes se aprobó el proyecto de ley con una votación de 269 votos en favor y 161 en contra, luego de que 66 republicanos y 95 demócratas le dieron la espalda.

La iniciativa fue enviada al presidente Barack Obama para su promulgación la tarde del martes, antes del vencimiento formal del plazo de elevación del techo de la deuda en la medianoche.

El techo de la deuda estadounidense de 14.3 billones de dólares será elevado en 2.1 billones hasta 2013, después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2012, como deseaba Obama.

El arreglo autoriza un plan de recorte de gastos de un billón de dólares en 10 años y establece una comisión bipartidista para identificar 1.5 billones adicionales y una reforma fiscal, en un reporte que debe ser entregado en noviembre y votado en diciembre.

Si demócratas y republicanos no logran un consenso sobre los recortes de gastos, la iniciativa incluye un mecanismo que garantiza una reducción 2.1 billones de dólares en 10 años, la mitad en gasto interno y la otra mitad en gastos de defensa, sin tocar Medicare o Seguro Social.

Pero la iniciativa no incluyó ningún componente de alza de impuestos como deseaba la Casa Blanca, ni recursos para crear empleos, por lo que el desenlace fue visto por analistas como una victoria para los republicanos ultraconservadores del Partido del Té, que apoyan recortes masivos al gasto.