Ximena Covarrubias Faure
Estamos viviendo un proceso de renovación. Cambio de gobierno, cambio de ideología. Se pueden esperar muchas cosas de este nuevo gobierno y si las esperamos es debido al lema de campaña del ya presidente virtual, Andrés Manuel López Obrador: “Juntos haremos historia”. Con una retórica de cambio y de fin a las malas prácticas.
“No les voy a fallar” es el eco en la cabeza de más de 125 millones de mexicanos, gente que creyó en él y gente que se encuentra en un estado de incredulidad y miedo. Pero si algo es importante considerar es que, cómo el mismo López Obrador dijo: “voy a gobernar para todos”.
A lo largo de la campaña de nuestro futuro presidente hubo situaciones y propuestas claras, y otras que no lo eran tanto. En el tema de inclusión a personas con discapacidad (PcD) el clima fue nublado. Una lluvia de propuestas por la inclusión y el desarrollo, específicamente de la clase social más baja, empañaron la visión para una cobertura más amplia. No se vieron propuestas específicas para este grupo vulnerable, lo que implica dejar fuera a cerca de 7.2 millones de personas. Sin duda, una cifra importante para ese gran “todos” que menciona.
Como primer acto público tras los resultados lanzados por el INE, López Obrador dio un mensaje victorioso ante los medios de comunicación. Un mensaje conciliador que muestra a un Andrés Manuel templado y que busca generar confianza en el país que próximamente gobernará. No obstante, la celebración tuvo, nuevamente, un clima nublado para las PcD, ya que ni en la transmisión a medios ni en el mensaje dado en el Zócalo de la Ciudad de México hubo mecanismos que garantizaran la inclusión del grupo. Tanto los subtítulos, como el recuadro correspondiente al intérprete de Lengua de Señas Mexicanas brillaron por su ausencia. Pero esto no fue exclusivo del candidato de Morena: ni Meade ni Anaya contaron con estos servicios al dar su mensaje a medios.
La inclusión de PcD es un tema muy politizado, genera muchísimos comentarios, ideas y propuestas. Andrés Manuel, para una entrevista de la asociación Yo También, que lucha por la inclusión de este grupo vulnerable, ofreció una lista amplia de propuestas con el fin de tomar acción al respecto, tales como:
—La creación del Instituto Nacional de Atención a la Discapacidad
—Adoptar medidas para asegurar la escolarización de todos los niños y niñas con discapacidad, destacando la importancia de la educación inclusiva.
—Establecer la seguridad social universal para discapacitados, donde los medicamentos y servicios en consultorios sean gratuitos.
—Darle seguimiento a las exenciones fiscales establecidas por el SAT de la SHyCP para favorecer la contratación de PcD.
—Impulsar la plataforma digital que proporcione información inteligente, útil y actualizada que sirva al sector con discapacidad y a sus afectados colaterales para que, mediante la globalización digital, su gobierno establezca diversos espacios laborales.

Las propuestas no suenan mal y denotan interés en crear un México más incluyente, pero en su plataforma web no se encuentran expuestas estas propuestas. Lo mismo sucede con los otros candidatos a la presidencia, quienes dieron a conocer algunas propuestas referentes a las PcD:
Ricardo Anaya habló de promover la inserción social y económica del grupo y adecuar la infraestructura pública y privada para contribuir a dicho propósito. Habló de la necesidad de priorizar el Registro Nacional de las PcD para garantizar que las medidas de equidad y las políticas de inclusión se apliquen de manera ágil. Y el imperativo de que 100 por ciento de las páginas web sean accesibles conforme a los estándares internacionales.
Por otro lado, el candidato del PRI, José Antonio Meade, propuso que, para lograr una educación inclusiva, hay que considerar el modelo bilingüe español–lengua mexicana de señas, para la comunidad sorda y establecer la enseñanza de habilidades para la vida independiente de niños y jóvenes con discapacidad, particularmente, intelectual. Así mismo, habló de la Ley del Impuesto sobre la Renta y los dos incentivos fiscales que existen actualmente y propuso ampliar esos incentivos, para que todas las inversiones que se realicen, no solo en la accesibilidad física sino también en el acceso a las tecnologías de la información, sean deducibles para las empresas.
Si algo es importante resaltar es que la inclusión no tiene ideología. Las buenas ideas pueden provenir de muchos lados: de candidatos de centro, de izquierda o derecha, de organizaciones de la sociedad civil o de la misma gente que pertenece a este grupo vulnerable. Por lo que, si lo que realmente se busca es cambiar a México, tomar en cuenta otras propuestas podría ayudar al objetivo. Parte importante de las políticas públicas es la continuidad y la mejora de estas. Integrarlas en la sociedad sin importar qué partido gobierne, porque la inclusión nos incumbe a todos.
Alianza Éntrale invita al presidente virtual, Andrés Manuel López Obrador, a trabajar en conjunto por un México más justo, más humano y más incluyente, no solo para las personas con discapacidad sino para cada una de las personas que vivimos en este país.
Esperamos un gobierno para todos y, por favor, no nos vaya a fallar.



