Luis Sánchez Jiménez

A pesar de no contar con la debida acreditación de presidente electo, Andrés Manuel López Obrador ya tuvo el primer encuentro de alto nivel con funcionarios del gobierno de los Estados Unidos. Cabildeada por el aún titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y contra toda superstición, el viernes 13 de julio el equipo de alto nivel estadounidense sostuvo una reunión con López Obrador a partir de la cual, en los hechos, se da el primer paso de lo que será la nueva diplomacia en diciembre próximo.

La delegación de funcionarios estadounidenses fue encabezada por el secretario de Estado, Michael Pompeo, y le acompañaron los secretarios del Tesoro, Steven Mnuchin; de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen; y el asesor senior del presidente de Estados Unidos, Jared Kushner. Mediante una rueda de prensa que se dio una vez concluida la reunión, Mike Pompeo destacó que uno de los asuntos tratados en el encuentro con López Obrador fue la “generación de empleos y oportunidades en nuestras dos naciones”, y por parte del virtual presidente electo, lo relativo a la coordinación e interés por llegar a un acuerdo respecto al TLCAN.

La fotografía oficial de dicho encuentro mostraba de fondo un cuadro del ex presidente Benito Juárez, en un inocultable mensaje de la postura que sostendrá el próximo titular del Ejecutivo Federal. A propósito de ello, dentro del “Proyecto Alternativo de Nación 2018 – 2024, Plataforma Electoral y Programa de Gobierno”, se menciona en la conclusión que la Política Exterior se regirá por los principios de soberanía nacional y no intervención, solución de los conflictos en forma pacífica y mediante el diálogo, y por el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos, además de destacar que la diplomacia mexicana no será protagónica sino prudente y buscará la cooperación para el desarrollo.

Es bastante claro que el próximo gobierno buscará utilizar a la “Doctrina Estrada” como faro de guía para la política exterior que emprenda, ante lo cual vale recordar con precisión que dichos postulados fueron redactados el 27 de septiembre de 1930 por el embajador Genaro Estrada Félix, quien fue delegado mexicano ante la Sociedad de las Naciones en 1930 a 1932, quedando plasmado su pensamiento en un boletín de la Cancillería donde argumentaba en defensa de la soberanía de las Naciones ante la intervención extranjera. En aquel documento se asentó que “México no se pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque considera que ésta es una práctica denigrante que, sobre herir la soberanía de otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos interiores puedan ser calificados en cualquier sentido por otros Gobiernos, quienes, de hecho, asumen una actitud de crítica al decidir, favorable o desfavorablemente, sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros”.

Corresponderá a Marcelo Ebrard Casaubón dirigir la Secretaría de Relaciones Exteriores, si el Senado lo refrenda, y desde ahí aplicar en forma concreta los postulados de la ilustre doctrina, imprimiendo el nuevo rumbo de la actividad diplomática de México en el extranjero. En un primer momento durante la campaña electoral, López Obrador propuso ocupar la titularidad de la SRE al embajador Héctor Vasconcelos, quien se ha desempeñado como cónsul en Boston y embajador ante Dinamarca, Noruega e Islandia; sin embargo, una vez pasada la jornada electoral y corroborado que había conseguido un lugar en el Senado de la República por la vía plurinominal, prefirió optar por el cargo que asumirá el próximo primero de septiembre y desde la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores de esa Cámara, jugar un papel relevante en el refrendo de la política exterior del nuevo gobierno.

La nueva diplomacia mexicana deberá contrastar el ejercicio de la actual cancillería que tuvo un activismo intervencionista poco productivo desplegado en casos como el de Corea del Norte y Venezuela, por citar un par de casos. Aún hay tiempo para que el próximo canciller aprenda más del oficio.

*COORDINADOR DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA