Por Froilán Esquinca Cano
El ser humano, por naturaleza, es un ser social, durante la evolución de las relaciones humanas se ha transitado a formas de convivencia que privilegian el respeto y la autodeterminación. Lo anterior podría parecer una obviedad, sin embargo, es necesario recordarlo pues el actuar de algunas autoridades en los últimos sexenios ha dejado mucho que desear por lo que hace al posicionamiento de México en el exterior.
Desde el nacimiento de México como una nación independiente y a raíz de la configuración y establecimiento de los modelos de Estado modernos, las relaciones entre las naciones han cobrado suma importancia, al grado que resulta imprescindible el reconocimiento de la comunidad internacional para crear un Estado con personalidad y realizar actos vinculantes.
Las relaciones de México con el exterior han sido históricamente reconocidas por su alto nivel conciliador y de respeto, siempre manejadas con oportuna prudencia, sin embargo, los últimos dieciocho años han sido de franco deterioro.
Andrés Manuel López Obrador fue electo presidente de la nación con un apoyo popular de más de 52 por ciento de los sufragios; el importante cargo que el pueblo de México le ha concedido implica que será además del jefe de gobierno, el jefe de Estado, en consecuencia, el representante de México en el exterior.
Abre la esperanza de recuperar las viejas usanzas de la política internacional de nuestro país, que fue referente por su buen actuar, queda de manifiesto que Andrés Manuel comprende que no se puede tener una actitud sumisa ante las grandes potencias. La carta que envió al presidente Trump manifiesta con asertividad el deseo de tener una convivencia que beneficie a ambas naciones, en un marco de transparencia e igualdad.
Actitud digna, como debe ser, la del ganador de la elección presidencial, la cual contrasta con la estrategia que el gobierno federal actual ha planteado para las relaciones de México con el exterior.
Comercio, desarrollo, migración y seguridad son los temas que marcan la agenda de las relaciones entre México y Estados Unidos, por primera vez en décadas se plantea que la forma de resolver problemas migratorios y de seguridad es creando estabilidad y desarrollo en el país, en lo que ambos mandatarios están de acuerdo.
Enhorabuena por el licenciado Andrés Manuel López Obrador, quien plantea cumplir con las funciones del Estado para evitar la migración, planteando líneas estratégicas que resuelvan necesidades y solo así resolver la migración ilegal, subrayando que ste fenómeno debe ocurrir por voluntad de los ciudadanos y no así por no satisfacer sus necesidades.
No sobra mencionar en el presente artículo un sentido reconocimiento a la revista Siempre!, por su aniversario número 65. Son ya décadas de circulación de Siempre!, no podemos entender el desarrollo de la libertad de expresión en nuestro país sin ella, pues ha sido por generaciones un órgano de difusión de la amplia gama de pluralidad de pensamiento político de México, y para muchos ha sido el primer acercamiento a la política; tal es mi caso, que siendo un adolescente, mi padre, ávido lector de esta publicación, me inculcó la lectura y me adentró a la reflexión de la política con esta histórica publicación. Aprovecho este espacio para felicitar a su directora, Beatriz Pagés, quien conduce de manera inmejorable el legado histórico de la revista Siempre!
Senador de la República por Chiapas.


