Gerardo Yong e Irma Ortiz

Todo empezó muy bien, las cartas entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente electo Andrés Manuel López Obrador incluso resultaron obsequiosas y estuvieron antecedidas por la visita del llamado Nightmare Dream a la oficina del tabasqueño —integrado por Jared Kushner, la secretaria de Seguridad Nacional Kristjen Nielsen, el secretario del Tesoro Steve Mnuchin y el secretario de Estado, Mike Pompeo.

Los medios internacionales calificaron esta visita como una presión directa al presidente electo buscando aprovecharse de su falta de experiencia política principalmente en materia diplomática.

El pasado 20 de julio, López Obrador, junto con quien será su nuevo canciller Marcelo Ebrard, dio a conocer la carta enviada a Trump en donde destaca su decisión de trabajar de manera conjunta en cuatro aspectos fundamentales: el comercio, la migración, el desarrollo y la seguridad. La propuesta resultó música para los oídos del magnate quien ha hecho patente su visión económica y empresarial en todas sus negociaciones.

Sin embargo, este jueves cuando se reinician las negociaciones del TLCAN, Trump —quien había externado su mayor disposición de cooperación— urgió a López Obrador a llegar a un acuerdo rápido o de lo contrario “tendré que elegir un camino distinto al presente”.

Expertos como la internacionalista María Cristina Rosas de la UNAM y Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante dieron a Siempre! su punto de vista sobre las propuestas en materia bilateral.

 

Rosas: en duda su proyecto de nación

Para la internacionalista, la carta de AMLO es complaciente a un gobierno extranjero como es el de Trump, acostumbrado a lograr siempre lo que se propone y exhibe al futuro mandatario mexicano como si fuera un gobernante hecho a la medida del magnate inmobiliario y no a los intereses de la nación mexicana.

“En su carta a Donald Trump, López Obrador fue oportuno al interpretar de manera impecable, fue música para los oídos del mandatario estadunidense. Este ha hecho del muro y del tema migratorio una prioridad de su gobierno y el virtual presidente electo le hizo saber que lo importante es fomentar el desarrollo y la prosperidad de los mexicanos para que no se vean obligados a salir y buscar oportunidades en la Unión Americana.

Políticamente, lo dicho por López Obrador le viene bien a Trump, quien en noviembre próximo deberá enfrentar los comicios legislativos de medio término, cuyos resultados serán seguramente, una suerte de referéndum sobre la manera en que los estadunidenses valoran la presidencia del controvertido empresario. Puesto que el muro y la migración son una piedra angular de la presidencia de Trump, que el virtual presidente electo de México apunte en su carta la necesidad de detener la salida de miles de mexicanos de manera indocumentada a la Unión Americana, es algo que sienta las bases para un diálogo entre ambos. ¡Bingo!

Aunque en su misiva López Obrador propone una relación bilateral integral, centrada, de manera prioritaria, en cuatro agendas: comercio, migración, desarrollo y seguridad. En este último aspecto, nada dice la carta sobre la crisis de seguridad que enfrenta México y la corresponsabilidad de Estados Unidos en ella.

No se menciona el tráfico ilícito de armas a lo largo de la frontera común, a las cuales tiene pleno acceso la delincuencia organizada, que la hacen más fuerte frente al Estado mexicano. Tampoco sobre el consumo de estupefacientes más allá de una visión criminal, a lo más, lo concibe como un grave problema de salud pública en ambas naciones. El lavado de dinero que acontece en ambos territorios también brilló por su ausencia y menos aún las medidas para su combate. Se ve claramente que López Obrador no profundizó en estos temas como sí lo hizo en cambio en los demás asuntos.

Una carta que parece proyecto de nación

“Su carta parece más un proyecto de nación, explicándole a un gobierno extranjero lo que hará en su política interna. Prácticamente le hizo un informe de lo que pretende ser su presidencia, reiterando sus promesas de campaña, como si esta fuera llevada ahora a la Unión Americana con Trump como testigo de honor.

Lo más sorprendente es que se toque el tema del proyecto de nación cuando México no lo tiene. Vaya, hay quien dice que el proyecto de nación actual es el que diseñó Carlos Salinas de Gortari durante su presidencia, cuando apostó a una integración con Estados Unidos, entre otros instrumentos, con el TLCAN.

Queda la duda del proyecto de nación al que se refiere el virtual presidente electo. Primero, porque a Salinas de Gortari como a muchas otras figuras políticas contemporáneas las denostó y calificó, hasta el cansancio, como “la mafia en el poder”. Por supuesto que tras el 1 de julio, López Obrador moderó sus críticas a los regímenes previos y el actual, pero aparentemente parecería existir un divorcio cada vez más visible, entre el López Obrador candidato y el López Obrador virtual presidente electo”.

Eunice Rendón/Coordinadora Foro Migrante

Negociación TLCAN, trato digno a migrantes

Quedó claro, como señala a Siempre! Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, que “no se puede confiar en un personaje como Donald Trump, aunque ahora parezca miel sobre hojuelas, va a salir con las sorpresas de siempre, con los insultos y lo que ya estamos acostumbrados.” Se pronunció por conocer cuál es la prioridad del gobierno de López Obrador con respecto a su relación con Estados Unidos, porque “todavía no nos queda claro”.

Migración

Como se recordará en su carta López Obrador anunció que hará una propuesta de presupuesto para que cada país centroamericano “aporte de acuerdo a la dimensión de su economía“ recursos para el desarrollo de la región; el 75 por ciento de esos recursos se destinarían a crear empleos y combatir la pobreza y 25 por ciento al control fronterizo y la seguridad.

Al respecto Rendón dijo que en esa carta el presidente electo dijo que va a impulsar la reactivación económica para que Centroamérica haga lo mismo, “donde hace eco a lo dicho por Trump, por eso le parecen buenas las ideas planteadas. López Obrador lo dijo en campaña, generar condiciones para que la gente no se vea obligada a migrar, pero le faltaría introducir más contenido. Es una propuesta que debe dimensionarse, México ya no es un país de expulsión como lo era antes, ya se ha reducido en los últimos 10 años; el fuerte de la migración hacia Estados Unidos es de Centroamérica, no de México, se habla mucho de una tasa cero porque son más los mexicanos que regresan que los que se van”.

“Tenemos casi 200 mil de 2007 para acá en promedio, 200 mil deportados al año. Falta dimensionarlo y hablar de zonas no solo de expulsión migratoria sino más bien de zonas de recepción de los deportados, y de recepción o de refugio de aquellos que antes transitaban; cada vez más piden refugio en nuestro país, tan solo en 2017 se incrementó en un 580 por ciento la solicitud de refugio, cuando antes teníamos 2 mil o 3 mil personas que pedían ese tipo de visas, hoy vemos que fueron 15 mil el último año.

Esta propuesta no dimensiona estas dos vertientes que son hoy más relevantes con base en los datos duros, que es el tema de la deportación, tener proyectos y políticas que realmente transiten de la mera recepción que hoy tenemos con el Instituto Nacional de Migración de estos migrantes a una reintegración empática, emocional, social, laboral, educativa de los que retornan, ahí sí tiene que poner más el acento.

 

Migración es por violencia

En migración, no solo importa el tema económico sino la violencia. Mucha gente huye de su país de origen por la violencia, principalmente en Centroamérica, de 2014 para acá. Si solo hablamos de menores no acompañados, casi 200 mil han transitado y tratado de llegar a Estados Unidos por el riesgo a sus vidas, y lo mismo con otras poblaciones aunque no sean menores; es uno de los motivos y no se menciona en la carta.

Por otro lado, no podemos poner a la misma altura México, Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador, no somos iguales.

México, con una tasa migratoria bastante menor muy distinta a lo que tenía hace 20 años; Guatemala ha descendido de manera importante de su tasa migratoria, no así Nicaragua, Honduras, El Salvador y Haití que expulsan el mayor número de migrantes en los últimos años.

 

No se ha platicado con Centroamérica

El otro tema con los países de América Central es que se dé dinero para el fondo y creo que no ha habido una plática con estos países al respecto.

Resulta un poco agresivo hacía Centroamérica poner esto en una carta a Trump y otra vez muestra que de alguna forma se agacha un poco ante Trump, sin ponerse de acuerdo con los vecinos centroamericanos.

Va a ser muy importante ver cuáles van a ser sus mecanismos porque en esta carta manda que un gran porcentaje va a ser para temas de seguridad, el 25 por ciento, va a ser muy importante saber cómo se va a dar en la práctica y que efectivamente México, más que una policía, se convierta en un aliado para Centroamérica, que tengamos empatía y respetemos los derechos humanos.

Hay otra cosa que había dicho el que será el nuevo canciller Marcelo Ebrard, y es retomar el liderazgo hacia América Central. Es algo de las cosas positivas que hizo Peña, el tema de los menores, niños separados de sus familias, obviamente se da tras el escándalo internacional, pero logra ir en bloque con Centroamérica ante la OEA para negociar ciertas medidas importantes y se logró incluso que la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense Kirstjen Nielsen comprometiera la puesta en marcha de una oficina para dar seguimiento a los casos de familias separadas, ir en bloque sí conviene y Peña se tardó mucho.

México debe ser inteligente, retomar el liderazgo y servirle como puente, aprovechar que nosotros a diferencia de ellos tenemos 50 consulados y eso puede ayudar o contribuir en esta relación o liderazgo con ellos, y verdaderamente ir en bloque no solo ante la OEA, sino para otros temas que también son violatorios de los derechos humanos y fundamentales de los migrantes, para ir en bloque a pedir que no solo haya un pronunciamiento, por ejemplo, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o del Alto Comisionado de Naciones Unidas, como ya lo ha habido, sino que haya medidas cautelares, por ejemplo, de esta Comisión para que realmente haya una vigilancia a las instancias, albergues y políticas migratorias de Donald Trump.

Relación bilateral

Es positivo que en la carta mencione el tema de la integralidad de la relación bilateral. Creo que ahí va a haber mucha continuidad con lo que el actual gobierno venía haciendo, no creo que vaya a haber un cambio sustancial en el tema del TLC, pero por otro lado también se está hablando de una relación transversal con los temas de seguridad, con los temas migratorios y con los temas comerciales en la misma mesa.

El punto va a ser no tanto lo que diga la carta, sino cuando sea realmente gobierno y que veamos que en verdad están haciendo negociaciones integrales, en donde le condicionan a Trump un trato digno a nuestros migrantes a cambio de la colaboración que en materia de seguridad tenemos con Estados Unidos, que no es un asunto menor.

Vamos a saber hasta que sea presidente constitucional Andrés Manuel con qué equipo van a llevar toda está negociación binacional, no solo el canciller o la embajadora; y, por otro lado, cuál va a ser la postura oficial de México, si México va a tener sus propias prioridades. Resulta fundamental poner a los migrantes mexicanos al centro de la relación bilateral.