El combate a la corrupción es un tema que interesa a los mexicanos. En las campañas electorales que concluyeron con la elección del pasado 1 de julio, se trató de uno de los asuntos abordados por los candidatos.
De acuerdo con el investigador de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Ricardo Alvarado, habrá que esperar a que empiece a funcionar el próximo gobierno federal para conocer las verdaderas medidas que tomará para combatir esta práctica, pues en entrevista consideró que los 50 lineamientos que dio a conocer López Obrador acerca de este tema fueron más bien una provocación para abrir la agenda mediática.
Por un modelo exitoso
Una de las declaraciones que más han llamado la atención es la que hizo Juan Ramón de la Fuente, propuesto como embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Luego de darse a conocer la propuesta de nombramiento, el propio exrector de la UNAM señaló que una de las prioridades de su encargo será la transparencia y el combate a la corrupción.
Para Ricardo Alvarado, se trata de una medida que puede generar, al igual que en otros países, una polémica.
“Es una apuesta que va en sintonía con lo que ha propuesto López Obrador en el pasado, esta intención de que los procesos que se requieren, y que son muy complejos a escala nacional, pueden resolverse con la intervención de organismos internacionales”, apuntó para agregar que “están por verse los mecanismos, hay muchos, incluso se ha intentado comparar con lo que ha hecho la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), lo cual es un modelo novedoso que no ha pasado en ninguna otra parte del mundo, me cuesta trabajo pensar en la implementación de un modelo como el de la CICIG en México, creo que es muy eficiente, están combatiendo con éxito lo que está pasando en Guatemala, porque el principal problema con la corrupción es que hay que reventar la burbuja de la impunidad, esta sensación que todos tenemos de que no pasa nada, que si haces algo malo no tiene consecuencia, o que es poco probable que te pesquen porque las persecuciones tienen intereses políticos y no la finalidad de castigar al corrupto”.
Esto ha generado, prosiguió Alvarado en entrevista con Siempre!, que cuando cae un presidente por corrupción, se logra reventar esa burbuja.
“El problema con el modelo guatemalteco es que se contrapone con la percepción de autonomía o soberanía nacional, porque es un organismo internacional interviniendo directamente junto a fiscales, porque su propósito es fortalecer la capacidad de investigación del equivalente a las fiscalías en Guatemala, por eso es muy polémico”.
Apuntó adicionalmente que la consideración no es obstáculo para explorar un camino que, con la participación de entidades internacionales, ayuden al combate a la corrupción en el país.
“Eso no significa que sea imposible la intervención de la ONU en algo menos invasivo, como podría ser un modelo de análisis, de colaboración, de fortalecimiento de las capacidades institucionales, que permita traer a México los beneficios internacionales del combate a la corrupción”.
Los lineamientos de AMLO
Siempre! solicitó a Ricardo Alvarado una evaluación de las medidas anunciadas por el candidato ganador de las elecciones presidenciales en materia de combate a la corrupción.
“De los famosos 50 lineamientos, creo que ninguno tiene claramente el objetivo de atacar la corrupción; son principalmente medidas de austeridad, si hay medidas como desaparecer el fuero, que es un tema muy popular pero es algo que tendríamos que analizar con mucho más cuidado, es decir hay que cambiar las cosas pero la solución no es eliminarlo por completo; hay dos o tres medidas más, como fortalecer las fiscalías, pero en general no está ofreciendo como tal una propuesta concreta para resolver la corrupción”.
Nuestro entrevistado agregó que las medidas que se relacionan directamente con este tema no se pueden considerar sanas.
“Las que propone me parecen no del todo sanas, dos principalmente, una es la eliminación del fuero por completo y, dos, la de hacer los delitos de corrupción delitos graves; insisto, si bien son ideas populares que podrían tener rápidamente al apoyo de las mayorías, son ideas que podrían tener otros efectos perjudiciales en la sociedad, digamos que control político en el sentido de que podrían ser opositores al gobierno los que terminarían involucrados en lugar de personas corruptas”.
De lo positivo que advierte Ricardo Alvarado respecto a los anuncios que se han hecho en relación con el combate a la corrupción, destacó la presencia de Irma Eréndira Sandoval.
“La maestra Sandoval, propuesta para la Secretaría de la Función Pública, es una mujer que tiene como característica un punto que no han tenido otros responsables de la dependencia, toda su vida académica ha investigado la corrupción. Eso sin duda es bueno, porque se pone en la SFP a alguien que está empapado del tema”.
Pero Alvarado pidió esperar a ver cómo empieza a funcionar el nuevo gobierno.
“Los 50 lineamientos fueron una provocación para la agenda pública, lanza 50 líneas muy escuetas, generales y ambiguas, para después de eso, irte de vacaciones. Fue una estrategia mediática para abrir agenda, esperemos que en eso quede y que cada uno de los 50 puntos propuestos se puedan discutir en la sociedad una vez que López Obrador tome posesión”.

Ricardo Alvarado.
El futuro de la sociedad civil
Si algo ha caracterizado a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad es su constante lucha por denunciar este tipo de prácticas. Siempre! preguntó a Ricardo Alvarado qué futuro le espera al organismo en el próximo sexenio.
“Una organización de la sociedad civil dedicada a combatir la corrupción, por naturaleza es opositora al gobierno y nosotros lo que vamos a hacer es lo que hemos hecho desde dos años a la fecha, vamos a seguir haciendo investigaciones periodísticas que denuncien hechos de corrupción y las vamos a seguir haciendo de la manera más estricta posible para que sean inatacables nuestros reportajes, así como investigaciones de gabinete, académicas, serias, principalmente para proponer políticas públicas; el juego de las organizaciones de la sociedad civil es participar junto al gobierno y otros elementos de la sociedad en la discusión y el encuentro de nuevas soluciones públicas”.
La ruta anticorrupción de AMLO
El pasado 11 de julio, López Obrador dio a conocer una serie de medidas que se buscará que sean aprobadas por el Congreso que entra en funciones en septiembre, una de ellas se enmarca en el tema del combate a la corrupción: “reformar la ley para considerar delitos graves, sin derecho a libertad bajo fianza, la corrupción, el robo de combustibles y el fraude electoral en cualquiera de sus modalidades”.
Más tarde, el 15 de julio, dio a conocer 50 lineamientos para el combate a la corrupción, entre los cuales destaca una “Fiscalía Anti-Corrupción (que) será garante para evitar este mal que tanto ha dañado a México… y castigar a cualquier persona que cometa un delito de esa naturaleza, trátese de quien se trate, incluidos compañeros de lucha, funcionarios, amigos y familiares, un buen juez por la casa empieza”.
El 26 de julio, se dio a conocer que el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, será nombrado como embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En sus primeras declaraciones, el futuro diplomático aseguró que para su encargo “ha quedado claro que hay dos prioridades: el tema de la transparencia y el combate a la corrupción, para el cual las Naciones Unidas cuentan con una oficina (…) y el de los derechos humanos (…) a México le vendrá muy bien el apoyo que pueda recibir de Naciones Unidas en este tema y también el honrar los compromisos que ello implica”.
Esto podría abrir la puerta para que una comisión similar a la que trabajó en Guatemala para enjuiciar al expresidente Otto Pérez Molina opere en México. Sobre este tema entrevistamos en abril de 2017 a Ileana Alamilla, abogada y periodista guatemalteca, quien explicó el impacto que esta medida ha tenido en su país (puede leerla en este enlace).
¿Qué tan viable es esta posibilidad?