El futuro tiene muchos nombres.

Para los débiles es lo inalcanzable.

Para los temerosos, lo desconocido.

Para los valientes es la oportunidad.

Victor Hugo

Hoy se define el futuro de la oposición, la única posibilidad real y latente de constituirla, esto será así, porque del resultado que arroje la elección para presidente; secretario general y planilla al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción para el periodo 2018-2021, dependerá la posibilidad de generar las bases y los acuerdo necesarios para ser la punta de lanza de una gran base que se encargue de marcar pautas y vigilar el actuar del nuevo gobierno.

El catedrático español Julian Santamaría, describe que “plantear el problema de la oposición en los regímenes de democracia occidental equivale a plantear el tema central de la vida política, que alcanza su significación más profunda en el estudio del enfrentamiento entre las fuerzas del orden y las fuerzas del cambio”.

Es decir que la oposición es pieza clave y sustancial en cualquier democracia moderna, mucho más en un Estado constitucional de derecho, como el caso de nuestro país; esto resulta importante y urgente tenerlo presente, ya que hemos escuchado en voz de algunos de los actores políticos que en pocos días serán los gobernantes de la nación y de muchos de los legisladores que están en funciones desde septiembre, que el pueblo les ha dado todo el poder para hacer con él lo que les venga en gana.

Nada mas falso que esta concepción de las mayorías que sin duda son parte del juego democrático y que, algunas veces, este da mas amplitud para ejercer el poder, pero de ahí a que piensen que es un regalo ilimitado y que prácticamente les otorga derechos de propiedad, resulta un pensamiento antidemocrático y peligroso.

Porque aunque hayan logrado una amplia mayoría en las urnas, esta mayoría no se traduce en un poder absoluto, deben existir equilibrios y contrapesos en el poder para que este se apegue a la ley y a los principios democráticos. Parte de este equilibrio debe ser la oposición, no por ir en contra de todo lo que proponga el gobierno, sino en la responsabilidad de vigilar su actuar.

Si hacemos un análisis real de los partidos políticos del país tenemos que la mayoría ya se han plegado a Morena y su líder, el PRI totalmente disminuido y desacreditado difícilmente podrá ser esa fuerza opositora que se requiere, en cambio, Acción Nacional aun a pesar de los fuertes problemas que tiene enfrente, gracias a su historia de ya casi 80 años y a que actualmente es la segunda fuerza política nacional, es la única opción real de constituirse en la oposición que México necesita. Después de los resultados que se generen hoy, los panistas tenemos, como obligación y responsabilidad con la patria, que construir los acuerdos necesarios para ser una fuerza opositora que acompañada de la autentica ciudadania recupere la vida democrática nacional.

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