Anteriormente se pensaba que el ciclismo dañaba la función sexual o urinaria debido a la posición que genera una presión prolongada en los glúteos, el perineo, el área ubicada entre el escroto y el ano; pero ahora un estudio reciente publicado en el Journal of Urology reveló que el ciclismo no daña el perineo más que cualquier otro deporte como nadar o trotar, explicó el doctor Benjamín Breyer, autor del estudio y cirujano de urología de la Universidad de California en San Francisco.

El ciclismo, ya sea practicado por placer o como medio de transporte, se ha vuelto cada vez más popular, de acuerdo con el Dr. Breyer. Sin embargo, dicha actividad ha sido muy criticada por las creencias de sus efectos potenciales sobre la salud sexual y urinaria.

El estudio más reciente encuestó a 2 mil 774 ciclistas, 539 nadadores y 789 corredores. Todos respondieron cuestionarios sobre salud sexual, síntomas de la próstata, infecciones del tracto urinario, entumecimiento genital y llagas, entre otros factores.

A los ciclistas, en particular, se les preguntó sobre el tipo de bicicleta, el tipo de asiento, así como el ángulo, la frecuencia con la que usaban pantalones cortos acolchados y el tiempo que pasaban parados fuera de la silla. Los ciclistas se dividieron en dos grupos: de alta intensidad, es decir, ciclismo de más de dos años, más de tres veces por semana y un promedio de más de 25 millas por día; y el grupo de baja intensidad.

En particular, los ciclistas de alta intensidad registraron mejores puntajes de la función eréctil que los del grupo contrario.  Por su parte, el doctor Brian Miles, urólogo del Houston Methodist Hospital, aseguró que los resultados del estudio reflejan la realidad diaria de su consulta. “La disfunción eréctil, por supuesto, les sucede a los hombres a medida que envejecen por varias razones, pero con los ciclistas, su tasa no parece ser diferente a la del promedio. Estoy verdaderamente convencido que este estudio permitirá que los hombres que andan en bicicleta continúen haciéndolo y no estén tan preocupados por su salud sexual o fisiológica”.

De acuerdo, pero…

Otro estudio de investigadores del Massachusetts Male Aging Study sugirieron un riesgo sumamente alto de problemas de erecciones en practicantes rigurosos del ciclismo. Investigadores noruegos encuestaron a 160 ciclistas jóvenes. El 13% de ellos informó tener problemas de impotencia y el 21% sufría de entumecimiento en el pene, y buscaron la relación entre el ciclismo y el deterioro de la erección en mil 709 participantes en el estudio. Mientras más tiempo montaban bicicleta, mayores eran los problemas de erección. Realizar esta actividad menos de tres horas a la semana no afectaba la erección, pero según la edad del ciclista, montar bicicleta durante más tiempo aumentaba el riesgo 72% más de lo normal.

Cuando los investigadores se centraron más en el deterioro de la erección relacionado con el ciclismo, se dieron cuenta rápidamente de que el problema no era el ciclismo en sí, sino los asientos (monturas) que usaban los ciclistas. Cuando un hombre se sienta en una silla, los isquiones en las nalgas cargan todo el peso. Pero debido a que los asientos de bicicleta de punta larga resultan demasiado estrechos para apoyar los isquiones, los ciclistas que las utilizan compensan al colocar su peso en el tejido blando conocido como el perineo. Esto no solo comprime los nervios involucrados en la erección sino también las arterias que envían sangre al pene. La compresión de los nervios puede entumecer el pene; la compresión arterial limita el flujo sanguíneo hacia el órgano. Si actúan conjuntamente se perjudican las erecciones.

Lo que es peor, con el tiempo, la compresión de las arterias que recorren el perineo puede generar el desarrollo de depósitos (llamados placas arteroscleróticas) que las estrechan, limitando aún más el flujo de sangre. Así que, aunque esa élite de ciclistas súper en forma típicamente muestra pocas placas en sus otras arterias, a menudo sufren una formación significativa de placa en las arterias ubicadas entre las piernas.

Hasta ahora los estudios solo se han concentrado en hombres. Sin embargo, el perineo femenino contiene arterias y nervios similares. Un estudio reciente reveló que las mujeres ciclistas que utilizan asientos de punta larga y bajan las manillas de las bicicletas sufren de entumecimiento en el piso pélvico.