Deseos e intenciones

 

Siembra una idea y cosecharás un deseo;

siembra un deseo y cosecharás una acción;

siembra una acción y cosecharás un hábito;

siembra un hábito y cosecharás un carácter;

siembra un carácter y cosecharás un destino.

William James

 

Hoy es mi primera columna de este maravilloso año 2019, y quiero dedicarla a la esperanza, alegría y ánimo que debe caracterizar nuestras acciones y decisiones. A pesar de la problemática social y política, y tantas circunstancias adversas que estaremos viviendo en este año, nunca debemos dejar de lado la esperanza, la alegría y el buen ánimo.

Cerramos 2018 con muchos abrazos, deseos de felicidad y tantos parabienes que comúnmente en estos tiempos hacemos a familiares y amigos, sin embargo, muchas veces y para muchas personas suelen ser solo clichés del momento que se está viviendo y pocas veces existe una reflexión profunda o una vivencia plena de eso que se expresa.

Ojalá la actitud positiva, la esperanza y la alegría sean elementos que tengamos presentes todos los días de este año 2019, que sean nuestros motores y fortalezas para que en su momento nos permitan decir con profundidad que vivimos un gran año.

Clásico es que, en la época de fin de año, con cada uva muchos esbozan un deseo, este año las redes sociales estuvieron atiborradas de propuestas que sugerían no realizar deseos, sino plantear acciones a ejecutar en los próximos doce meses, con el consabido esfuerzo que implica para millones de mexicanos mantenerse en pie con sus propuestas, acciones o deseos.

Al reflexionar me parece que eso que se mencionaba en las redes respecto de cambiar deseos por acciones puede ser algo que llame la atención y parezca algo muy bonito, y la realidad es que así debería de ser, ya que dice un dicho que “de buenas intenciones esta pavimentado el camino al infierno” y, en otra parte, recordando algún texto del evangelio dice que “la fe sin obras es fe muerta”.

Expreso estos dos pensamientos porque, en el caso de los deseos como intención y la propuesta de las redes sociales de suplirlo por acciones, dejan entrever que se trata de dos acciones totalmente separadas y no es así, cuando a fin de año se plantean en doce uvas, doce deseos, ese es un principio de algo que uno vislumbra que puede hacer, pero para hacerlo realidad hay que ponerlo en práctica.

Parece una nimiedad pero no lo es, no puede haber acción sin deseo o intención de que esta sea, de tal manera que para que las cosas sucedan en cualquier ámbito —ya sea personal, afectivo, emocional, económico, espiritual; o bien como país, como gobierno, como instituciones— para hacer algo realidad primero es necesario desearlo, quererlo, tener la intención, el interés, y posteriormente es abonar día a día y momento a momento para llevarlo a la realidad.

Deseo que tengamos un muy feliz y exitoso año 2019 y voy hacer todo lo necesario para que tengamos un feliz y exitoso año 2019.

@perezcuevasmx

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