Tajante, el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México, Carlos Aceves del Olmo, aseguró al diario El Financiero que esa central obrera —a punto de cumplir 83 años de existencia— está unida, y si quieren “desbaratarla” para crear nuevas centrales afines a Morena para hacer las propias, entonces “sí iban a encontrar muchas resistencias”. Un movimiento sindical opositor hasta hoy mediático y donde se vislumbra una pugna para encabezarlo.

Fuentes consultadas en el interior de la CTM señalaron a Siempre! que se encuentran alertas frente a la creación de la Confederación Sindical Internacional Democrática presentada el miércoles pasado por el senador morenista Napoleón Gómez Urrutia —acusado de un desvío por 55 millones de dólares de un fondo de trabajadores mineros, que no ha sido resuelto— y que hoy habla de apoyar la democratización sindical en México.

Carlos Pavón, presidente  de la Unión Nacional de Sindicatos Minero, Metalúrgicos y Metalmecánicos de México, Unasim, ratifica la acusación y cuestiona la legalidad de su Confederación y de los steelworkers, pues no está claro si la intención es convertirse en esquirol para que los trabajadores de la AFL- CIO intervengan en México además de que “es un asunto que fue votado en Europa y no progresó y en las leyes mexicanas no existen las confederaciones internacionales”.

Lo que si está claro ha sido el apoyo de sindicatos como el USW o steelworkers de Estados Unidos, de Canadá y UNITE de Gran Bretaña e Irlanda a Gómez Urrutia durante su exilio en tierras canadienses y luego de que fuera nominado candidato al Senado.

 

Napoleón, de cuidado

Fuentes cercanas a la central obrera —quienes pidieron el anonimato— señalan que hoy están claras dos expresiones que surgen de manera oportunista para encabezar la llamada cuarta transformación y ser los líderes que encabecen ese movimiento. Uno, Napoleón Gómez Urrutia, formado en el viejo sindicalismo, ya que fue guiado por su padre, quien lo formó y le heredó el sindicato minero.

Sin embargo, tiene el reclamo de 55 millones de dólares del fondo minero que desaparecieron, además de que mantuvo un conflicto con el gobierno foxista luego del desastre en febrero de 2006 en la mina 8 de Pasta de Conchos, donde murieron 5 mineros y se dio la coexistencia de trabajadores sindicalizados con mineros de una outsourcing.  En este conflicto, no se le quería dar la toma de nota —no es trabajador minero— y fue finalmente Carlos Abascal, entonces secretario del Trabajo, por intermediación del entonces Leonardo Rodríguez Alcaine gracias a la relación que mantuvo con su papá, Napoleón Gómez Sada.

Ya en Canadá, Gómez Urrutia hace política, fortalece sus nexos internacionales a tal grado que logra incluso la ciudadanía de ese país y luego regresa a México, exonerado, apoyado por Morena, con fuero e incluso logra la presidencia de la Comisión del Trabajo del Senado y, como tal, lanza una plataforma para una organización sindical.

 

Pedro Haces, el mito

El otro oponente, prosigue la fuente consultada, es el senador por Morena, Pedro Haces, empresario y líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, quien ha buscado posicionarse mediáticamente, sobre todo a través de columnas periodísticas.

El legislador asegura tener 700 mil agremiados certificados, aunque en la Secretaría del Trabajo solo se tienen tres registros: Sindicato Autónomo de Seguridad Privada —pertenece a la CTM—, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México —independiente— y el Sindicato Autónomo Nacional de Trabajadores y Empleados de las Industrias de Hidrocarburos y Energías Lázaro Cárdenas del Río —independiente— que en total suman 105 agremiados. Cabe destacar que una obligación de las organizaciones sindicales es presentar ante la Secretaría del Trabajo las altas y bajas de los afiliados.

Aunque se ha señalado que Pedro Haces llegó a la CTM de mano de Rodríguez Alcaine, más bien este fue apoyado por su esposa y hermano, Óscar Rodríguez, y tuvo un paso gris por esa central obrera, donde, aseguran, nunca formó parte del comité ejecutivo, ni tuvo oficina en Vallarta núm. 8, pero sí logró que se le autorizara un sindicato de guardias de seguridad.

Poco después, desapareció de la CTM, en donde no fue vetado ni se le impidió que asistiera a las exequias del dirigente Leonardo Rodríguez Alcaine. Lo cierto es que luego empezó a incursionar en la política e incluso logró presentarse como candidato a la entonces delegación Tlalpan por el Partido Verde, que en ese entonces estaba aliado al PAN, y que perdió. Fundó su propia central obrera, donde logró que la CATEM fuera abanderada en el Estado de México por el hijo del líder cetemista Armando Neyra, Jorge Neyra.

 

Choque de posiciones

La lucha es por el poder y el control del movimiento obrero, y los dos contendientes morenistas harán uso de los instrumentos a su favor para lograr encabezar el movimiento sindical opositor.

Aunque el presidente López Obrador trajo de la mano a Gómez Urrutia, aún no se ve un programa estructurado de cómo buscan desmantelar, si ese es el propósito, las centrales obreras organizadas y constituir ese nuevo movimiento sindical de la cuarta transformación. Tampoco se ven definiciones, se necesita estabilidad en el movimiento y en la economía nacional.

Hasta ahora, la disputa se está dando entre Gómez Urrutia y Haces por encabezar el movimiento y se prevé que habrá pleito, ya se dieron los primeros conatos.

A su vez, la CTM hará una serie de pronunciamientos en la asamblea nacional que esa organización tendrá el próximo 24 de febrero sobre la situación que vive el país y particularmente el movimiento obrero organizado y cuando se requiere estabilidad laboral y de frente a la economía nacional.