Entrevista con Jesús Caudillo y Leo García/Analistas de redes

Los últimos acontecimientos que se han presentado en el escenario de las redes sociales apuntan a una sola dirección: se está apostando por la confrontación como una manera de cerrar espacios a las voces críticas.

De acuerdo con Leo García (@leogarciamx), analista de tendencias en redes sociales, “el problema es que hay una confrontación exacerbada y los ánimos están muy encendidos, se ven estrategias, pero es interesante observar la perspectiva del usuario: es mucho más difícil que pueda poner una opinión sin ser agredido y son ofensas virulentas, en un tono muy dado a la descalificación, con un lenguaje violento y agresivo”.

Para Jesus Caudillo (@caudillomx), consultor de estrategia digital, lo que se está viviendo en este ámbito es algo predecible.

“Desde 2016 empecé a notar la articulación de un aparato de propaganda a favor de López Obrador que se fue consolidando desde esos años y hasta llegar a la elección presidencial. Cuando ganó, una de las cosas que de inmediato pensé fue ¿cómo hacer contrapeso a ese aparato de propaganda?, hoy vemos que ese contrapeso no es contundente, no existe”.

Nuestros entrevistados coinciden en que hay una estrategia que privilegia la confrontación y evita la libre circulación de las ideas. Así, las redes sociales han pasado de ser una arena pública en el que el diálogo y el intercambio de ideas son sustituidas por la confrontación constante.

 

 

No permitir el libre flujo de ideas

El contexto para hablar del tema es variado y rico en temas. Nuestros entrevistados platicaron con Siempre! Luego de que dieran a conocer el estudio de Signa_lab y el enfrentamiento entre youtubers y periodistas en las conferencias mañaneras de Palacio Nacional. Ambos analistas coinciden en algo, la libertad de expresar cualquier tipo de opinión en redes sociales se enfrenta a una serie de obstáculos que la limitan.

“Parece ser que la principal intención es justamente no permitir el libre flujo de opiniones sino distraer con otra idea”, apunta Leo García, quien además explica que los distractores se han convertido en un arma muy utilizada para limitar el intercambio de ideas en la red.

“Lo que veo es un aparato de propaganda muy bien estructurado, que se alimenta del discurso del presidente, quien tiene la clara intención de llevar la agenda pública y controlar el mensaje, esto tiene como consecuencia mantener la polarización, un discurso maniqueo de buenos contra malos. En modificar esto ha fallado la oposición”, agrega Jesús Caudillo.

Ambos entrevistados coinciden en que se trata de un contexto complicado para la libertad de expresión, pero cada uno de ellos ofrece matices del tema, pues en tanto que uno se refiere a la poca experiencia que se tiene en este ámbito, otro revisa la plataforma digital que se ha creado para impulsar ciertas causas y limitar a los adversarios.

“El problema es que los mismos dueños de las redes sociales apenas están aprendiendo, apenas están tomando en serio muchos de los problemas relacionados con el uso político de las redes. Esto tiene muy álgidos los ánimos en las redes, no solo Twitter, también Facebook, se ha hablado muy poco de ellas pero cada vez hay más interacción política en Instagram y YouTube, son tierra de nadie, todas las redes están muy agitadas”, completa Leo García.

“Se va a mantener el discurso polarizado. Hay que considerar que, en el corto plazo, el desgaste del presidente no va a ocurrir, quizás en el mediano plazo sí, solo si los grupos de oposición articulan mensajes adecuados —que no han logrado hasta ahora— podremos ver una transformación en el ambiente de las redes sociales. Seguiremos a los propagandistas de siempre, no solo tuiteros sino youtubers, páginas de Internet, de Facebook, partes de este gran aparato de propaganda que se va a mantener como altavoz del mensaje esencial: buenos contra malos”.

@AReyesVigueras