Entrevista a José Briseño | Investigador del CIALC de la UNAM
Mientras las protestas suman 4 muertes, 130 heridos y más de 200 detenidos, en Venezuela persiste la tensión y la incertidumbre. En tanto, la Corte Suprema emitió una orden de arresto en contra de Leopoldo López, que este jueves, al cierre de edición, es huésped en la embajada de España, gobierno que anunció no entregará al líder opositor.
Frente a la ola ciudadana que ha realizado protestas desde el martes pasado en demanda de la salida de Nicolás Maduro, el líder de la oposición, Juan Guaidó, apuesta a mantener la presión en contra del gobierno, aunque también reconoció que faltó el apoyo de los militares para derrocar a Maduro.
José Briseño, miembro del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, señala que aunque no se desbordó el apoyo de la gente como se esperaba –debido al miedo creado entre la población luego de escenas como la tanqueta que arrolló o varios manifestantes–, la realidad es que existen fracturas entre los militares, como lo demuestra la liberación de Leopoldo López, el preso político más importante de los últimos años.
La liberación
“La liberación de López generó especulaciones sobre lo que realmente sucedía; golpe militar fue la expresión que utilizó el gobierno pero un golpe, en mi memoria colectiva como latinoamericano implica a un Pinochet en la televisión anunciando con una junta de gobierno que se destituyó al gobierno anterior, como dijo Videla en el año 76 en Argentina. Nada de eso sucedió, lo que vimos fue que una parte de la guardia nacional decidió quitarle su apoyo a Maduro y reconocer como presidente a Guaidó”
El investigador venezolano destacó que en términos reales no se modifica la estructura del poder militar y aunque hace falta mucha información, aparentemente el alto mando militar sigue apegado a Maduro y aunque hubo rumores apuntalados en un asesor de seguridad nacional de Estados Unidos de que Vladimir Padrino López, el jefe del alto mando militar, ya había conversado con la oposición sobre la posibilidad de la salida de Maduro, “tenía que hacer un manifiesto público y en el último momento no lo hizo”.
Lo extraño, apunta, “es que Maduro desapareció de los medios de comunicación, de 12 a 14 horas y por la noche aparece rodeado de militares de su círculo más cercano como Diosdado Cabello, su esposa Silvia Flores y la vicepresidente Rodríguez, describiendo una historia de un golpe de Estado, de un país paralizado y luego de horas de silencio. Eso genera sospechas”.
Otro elemento importante, asegura, “es la gente salió a apoyar al grupo de militares que estaban en la zona de la Carlota al este de Caracas y a Guaidó y aunque tampoco fue masiva la salida de la gente, si lo fue la represión por parte del gobierno, como esa tanqueta que pasó por encima de la gente”.
Briseño dice que aunque algunos hacen la lectura de que fue una derrota para Guaidó por adelantar los acontecimientos y no tener una estrategia correcta, su lectura es que los hechos demostraron la fragilidad del régimen venezolano, “un gobierno con una crisis económica sin precedentes, muy débil internacionalmente, con un apoyo importante de Cuba, Rusia y China pero aislado de sus aliados históricos”.
“Es un gobierno débil porque el apoyo popular es muy limitado, las encuestas no señalan mas del 15 al 20 por ciento. Otro elemento donde tenía mayor fortaleza son los militares, pero hay debilidades y fracturas y eso quedó demostrado pues una parte de la guardia nacional no lo apoya”, asevera.
“Es una crisis que llega a un nivel de profundidad muy grave y no significa una derrota de la oposición, ésta se movilizó en las calles, no con la magnitud que se hubiese querido pero es por el miedo a la represión. Si veo una tanqueta pasando por encima de unas personas que piden sus derechos, la gente dice me quedo en mi casa y sin embargo, a pesar del miedo, hubo una fuerte movilización del país porque el problema de fondo es que la crisis no se ha resuelto.
Apoyo militar
¿Qué tanto ha permeado el rechazo a Maduro en los militares?
Creo que sí existe, hay sectores militares inconformes con Maduro, recordemos que durante el intento de enviar ayuda humanitaria a Venezuela el 23 de febrero, un grupo de más de 2 mil militares se refugió en Colombia. Ahora hay un férreo control de los militares, el gobierno sabe que es el punto de sustento de su régimen.
Hay un proceso desde la época de Chávez de exclusión de quienes no adoptaron la ideología del régimen y Estados Unidos lo asume como denuncias sobre la participación e infiltración cubana en las fuerzas armadas a través del G2 que controla las acciones de cualquier militar que pueda parecer un disidente o que tenga una posición critica al gobierno de Maduro.
La situación en Venezuela, lejos de resolverse, continúa generando dudas no sólo acerca de cual será el futuro del régimen de Maduro, sino del propio Juan Guaidó.
Se denunció a una cantidad significativa de militares que han sido detenidos en el último año. Un militar al final, ve el país y su sufrimiento, el alto mando puede tener prebendas y beneficios económicos, pero los mandos medios y bajos sufren también la hiperinflación, la falta de medicamentos, de alimentos, de tener que reprimir y ver casi de forma impotente que grupos paramilitares, “los colectivos”, disparen a los ciudadanos cuando según la Constitución venezolana el ejercicio legítimo de la violencia la tiene la fuerza pública, no colectivos paramilitares pagados por el Estado.
Liberar a Leopoldo López, que unos militares desconozcan la orden y lleguen a la casa del preso político insignia de Venezuela y lo liberen, es señal de que suceden cosas en el seno de las fuerzas armadas. Estoy convencido de que un control férreo como lo quiere presentar el gobierno de las fuerzas armadas, ya no existe.
Y Guaidó le apuesta al desgaste, llama a una huelga general y seguir tratando de convencer a los militares.
Es una estrategia difícil, es un proceso que tiene que vencer la infraestructura de control de las fuerzas armadas que creó el chavismo con el apoyo cubano en los últimos años. Además recordemos que hay serias denuncias sobre negocios oscuros donde participa el alto mando militar lo que hace difícil que pueda romper rápidamente con el gobierno de Maduro.
¿Y sobre las especulaciones de que había un avión preparado para que saliera Maduro, pero Rusia no lo permitió?
Tendría reservas, no sé que tan influyente sea Rusia, creo lo es más Cuba, quizá Cuba pudo haber utilizado un canal ruso para solicitar que no se fuera. Guaidó aseguró que Maduro estaba a punto de irse, y hubo 12, 14 horas en las que Maduro ni siquiera atendió un twitter, en ese periodo algo tuvo que suceder. Sin embargo, Rusia adquiere un protagonismo peligroso en la crisis venezolana. Hay que estar muy alertas y ver cuál es la respuesta al inicio de una huelga general escalonada convocada por Guaidó, cuya meta es paralizar la actividad económica del país por lo menos las próximas semanas. Hay que ver cómo reacciona el sector público, es importante.