“El poder tiende a corromper,
el poder absoluto corrompe absolutamente”Lord Acton.
Con la renuncia y salida de Germán Martínez Cázares del Instituto Mexicano de Seguridad Social, se confirma un estilo muy particular de gobernar y ejercer los recursos públicos por parte del Presidente de la República y de sus más cercanos y leales colaboradores, una forma asfixiante de tratar a las instituciones y a sus integrantes.
El gobernante no es dueño de los recursos públicos ni humanos con los que cuenta para poder realizar su labor, fue electo para administrar la cosa pública, y en ello conlleva una gran responsabilidad, debe hacerlo de manera ordenada, transparente y al servicio de los ciudadanos.
A partir de este gobierno no se ha descubierto el “hilo negro”, es decir, la administración pública y sus instituciones no surgen a partir de la cuarta transformación, a nadie nos cabe duda de que hay que realizar grandes transformaciones, combatir de manera eficaz y contundente el flagelo de la corrupción, erradicar las malas prácticas de gobierno, que existen y han hecho un grave daño al país.
Decisiones unilaterales como centralizar todas las compras públicas gubernamentales en una sola área y persona, sin reglas claras ni leyes que soporten ni controlen, tanto poder concentrado, terminara golpeando a las instituciones.
Germán Martínez en su carta de renuncia, exhibe las prácticas que están dañando a México, recortar los recursos de una institución tan noble y necesaria como el IMSS, para destinarlos a otras necesidades del gobierno y generando desabastos de medicinas, despido de personal altamente calificado, solo por el hecho de que se encontraban adscritos a la dependencia por honorarios, solo porque el Presidente de México ordenó que se despidiera a todos los servidores públicos que se encontraban bajo este régimen laboral, sin hacer una investigación profunda sobre los perfiles y la responsabilidad que tienen en el servicio.
Si esto está pasando en la institución encargada de dar asistencia social y en salud a los más desprotegidos del país, queda demostrado que a Andrés Manuel le importan un comino los más pobres, que lo único que quiere es tener el dinero suficiente para construir la gran maquinaria electoral que, con base en dadivas y reparto directo de dinero, le garanticen perpetuar su proyecto en el poder, aunque el país se encuentre hundido.
Recortar de manera inhumana e indiscriminada pasando por encima de la salud, la educación, el empleo y la seguridad de las personas, es entrar en una espiral de “Austeridad Homicida”, engañar con un falso discurso de austeridad en el uso de los recursos para pasar a un recorte indiscriminado con fines político electorales y no de reordenación y control transparente y eficaz de los recursos públicos, no les importa el bien de la gente, ni que el país crezca y se desarrolle, solo les importa el poder por el poder mismo.
perezcuevasmx
perezcuevasmx@gmail.com