“El populismo es el camino de la
autodestrucción de la democracia”.Mario Vargas Llosa.
Vivimos en una época de constantes cambios y transformaciones, la ciencia y la tecnología cada vez están más avanzadas, lo que ahora permite que la expectativa de vida sea por arriba de los 75 años, antes uno podía ver una noticia que decía “muere anciano de 50 años atropellado”, considerando esa edad como una etapa senil. A todo ello sumemos los avances en ingeniería, medicina, transporte, robótica, etcétera.
José de Souza Silva, menciona que “los cambios de época no son una novedad para la humanidad” y considera que “el último cambio histórico sucedió hace más de 200 años”, se refiere a la Revolución Industrial. También nos expresa que aquella época fue de vulnerabilidad generada por la incertidumbre, discontinuidad, inestabilidad, desorientación, inseguridad y perplejidad. Fenómenos que se viven con cada gran transformación. En este preciso momento estamos viviendo otro cambio de época y se están padeciendo los mismos elementos que hace 200 años.
El cambio actual además del desarrollo tecnológico y científico, se esta dando en el campo de las ideas y los concepto que, determinaran la forma de comportarse las sociedades.
La lucha entre mantener y cuidar las auténticas democracias, donde se desarrolla un estado de derecho, reconociendo y respetando los derechos humanos fundamentales y donde se pretende el desarrollo de las naciones y sus pueblos, contra las que se decantan en populismos, fascismos o totalitarismos que aplastan las libertades, imponen ideologias, generan divisiones y lucha de clases e imponen un control total por encima de las leyes, se violan los derechos más básicos y se impone la ley del más fuerte, ahí no existe discrepancia y si la hay, esta, es borrada de tajo, no se permite el libre pensamiento y mucho menos la libre acción.
Este es el auténtico peligro de lo que hoy llamamos populismo que para Rob Riemen, el populismo es el fascismo con un nuevo nombre.
Así surgió el fascismo italiano, que tiene grandes coincidencias con el régimen Nazi de Adolfo Hitler, en Alemania y total parecido y coincidencias con los populismos latinoamericanos, Hugo Chávez y Nicolas Maduro, en Venezuela; Evo Morales en Bolivia y Andrés Manuel López Obrador, en México.
El populismo es confundido con gobiernos, programas, acciones o ideas que buscan el desarrollo de los pueblos, y definitivamente no es lo mismo. En el populismo impera el desorden, el caos, la confrontación, ahí no caben las ideas distintas al régimen ni el pensamiento crítico, la oposición debe ser controlada y eliminada, la sociedad es una masa dependiente absolutamente de papá gobierno –programas clientelares, dádivas–, el poder es total y absoluto, el lider que lo detenta, es omnisapiente, omnipresente y todo poderoso.
El populismo amenaza con matar a nuestra Democracia. Por el bien de México desterremos el populismo de México.
@perezcuevasmx
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