Entrevista a Guillermo Barba | Economista
Mientras el presidente Andrés Manuel Obrador asegura que la economía del país va por buen camino, las agencias calificadoras bajan la valoración a México y cambian las perspectivas de estables a negativas, crece el desempleo, incluso el subgobernador del Banco de México, Manuel Sánchez González, reconoció que nuestro país ya presenta señales de recesión o se encuentra muy cerca de ella.
En entrevista con Siempre! El economista Guillermo Barba asegura que nuestro país vive una recesión moderada debido a la incertidumbre en el desarrollo económico y advierte que jugar con los mercados resulta muy peligroso porque ellos siempre ganan.
“Las inversiones por sí solas tienen siempre un ingrediente de incertidumbre de riesgo, y como todo en la vida, las inversiones siempre son un riesgo. Al agregar el factor incertidumbre en la parte que debería ser lo más cierto que hay en una economía, como que el Gobierno provea seguridad pública a los ciudadanos, seguridad a los inversores, respeto a los contratos y tener finanzas públicas equilibradas. Si no ocurre eso, las inversiones se detienen, no que se retiren ni que saquen necesariamente su dinero del país, sino se empiezan a posponer proyectos de inversión productiva y al ralentizarse, se detiene el crecimiento.
“Hay un parteaguas, al revisar el dato anualizado del índice general de la actividad económica, en las tasas de crecimiento anualizado durante 2018 y lo que va de 2019, se aprecia una tendencia alcista moderada. A partir de octubre pasado, cuando se da la declaración formal de López Obrador de la cancelación del aeropuerto de Texcoco se revierte la tendencia. La tasa anualizada del crecimiento de la economía, medida por el índice general de la actividad económica, el Indicador Global de la Actividad Económica, marca una tendencia a la baja.

Guillermo Barba | Economista
“El mes pasado tuvimos una caída muy fuerte, en el último dato en abril, hubo un ajuste al alza, un crecimiento modesto prácticamente de cero, que repite con una tendencia a la baja y no se ve como puede recomponerse tanto por la incertidumbre que tienen las inversiones como por otro factor, que también tiene que ver con el Gobierno y que hasta cierto punto es normal, la curva de aprendizaje del primer año es complicada porque los nuevos funcionarios al ejercer el gasto, hacen muchos ajustes administrativos.
“Sabemos que el gobierno es muy burocrático, lento, pero este gobierno ha sido todavía más lento, así es que inciden los factores de la poca experiencia, la larga curva de aprendizaje y el mal ejercicio del gasto, porque hay que reconocer que Peña Nieto no dejó una economía solida como presumía. López Obrador tomó una economía con ingresos comprometidos, con finanzas públicas endebles que era y es su responsabilidad fortalecer y no lo está haciendo.
“Sin embargo hay un alfiler que impide que no se nos vaya la economía para abajo y es el factor manufacturero, las exportaciones han impedido el desplome el crecimiento económico, pero si se ralentiza el crecimiento estadounidense, ese alfiler que nos ayuda a detener el PIB y la actividad económica en México, podría venirse abajo”.
Estamos o no en recesión
“La recesión depende de cómo la definan convenencieramente políticos y algunos economistas a nivel internacional. Hay una especie de convención no oficial pero convenenciera, que no acepta que exista hasta que no haya dos trimestres de crecimiento negativo, 6 meses consecutivos de una caída del PIB. Una definición convenenciera porque es muy cómoda.
“Una recesión tiene que ver con una caída de la actividad económica porque la economía debe crecer siempre, ser vigorosa y aumentar el valor real de la producción de bienes y servicios y no está sucediendo. Estamos en recesión.
“Es una recesión moderada, considerando que hubo una caída del .3 por ciento del PIB en el primer trimestre, independientemente de lo que ocurra en el segundo trimestre que conoceremos por agosto o septiembre, con cifras revisadas de si hubo o no también una caída del PIB en el segundo trimestre.
“A juzgar por el índice de la actividad económica que rebotó levemente en abril, es posible que no haya una caída del PIB en el segundo trimestre y entonces el Gobierno se va a lavar las manos y decir ¡ya ven no hubo recesión! Pero sí la hay, porque lo que importa es la tendencia que era alcista y se revirtió a partir de la cancelación del AICM.
“No veo como este año se pueda revertir esa situación, la incertidumbre sigue presente. No veo que el presidente López Obrador vaya a dar un giro de 180 grados y diga, va haber más certidumbre para los inversores, hay más seguridad pública, se respetan los contratos, hay apertura a la inversión extranjera, a la inversión privada en Pemex en exploración y producción de petróleo o si sale adelante el aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
“Como esas condiciones no veo que ocurran, ni ocurrirán, difícilmente se revertirá la tendencia a la baja del crecimiento y a finales de año, estaremos viendo de manera innegable, una recesión a toro pasado pero que en estos momentos ya estamos atravesando por ella”.
Banco de México, en una encrucijada
“Hay un soporte del que poco se habla pero que ayuda a sostener la estabilidad financiera y son las tasas de interés. En México, tenemos tasas de interés muy altas de más del 8 por ciento; tasas de Cetes, del Banco de México que andan más allá del 8 por ciento, cuando en Estados Unidos están en 2.25 o 2.50 por ciento. Ese diferencial de tasas es lo que ayuda a hacer atractiva la inversión financiera en el país, que da pie a la estabilidad tanto en los mercados financieros como en el tipo de cambio y que a su vez ayuda a contener la inflación, pero esa situación no va a durar siempre.
“Y es que el pilar de las altas tasas de interés también es un freno porque desincentiva el crédito y el consumo. Una situación que por una parte nos ayuda a tener un freno que da estabilidad al tipo de cambio, a la inflación y a los mercados, pero también es una ancla muy pesada que no permite que avance la economía.
“Banxico se encuentra en una encrucijada, no puede bajar las tasas porque corre el riesgo de que se descomponga el tipo de cambio y la inflación, pero a la vez sabe que no ayudan a que se estimule la economía. Hay que recordar que su objetivo prioritario no es estimular la economía, sino combatir la inflación, razón por la cual las tasas de interés, probablemente se mantengan altas, lo que no ayuda en este contexto económico”.

Austeridad franciscana, mero discurso
“Una austeridad real sería dejar de gastar, dejar de ejercer gasto público, lo cual sería sin duda, un factor de certidumbre, de seguridad y de un buen mensaje a los mercados financieros y a los inversores, pero eso no está ocurriendo.
“Hay que tener cuidado, una cosa es que esté recortando el gasto en algunas dependencias, que se despida gente para incurrir en menos gasto corriente, pero de ese gasto, no se está ahorrando. Se deja de gastar en unos rubros para gastarlos en otros y eso no es austeridad real, es meramente discurso, es demagogia.
“No es pobreza franciscana, si así lo fuera, se trataría de que el gobierno bajara los impuestos, se comprometiera a gastar cada vez menos, pero no, recorta en algunas áreas para gastarlas en otras. Me refiero a los apoyos que ha prometido y comprometido López Obrador a los migrantes, a los ninis y otros más. Esos gastos demuestran que no hay un verdadero recorte, que no hay austeridad y se convierte en factor de incertidumbre. Los inversores cuestionan que el presidente de todos modos está gastando mucho dinero ¿va a ser suficiente para que se tenga un presupuesto equilibrado y no se dispare?”
Escenarios
“Incertidumbre, aunque no podemos descartar que el factor externo juegue un poco a nuestro favor. ¿Cuáles son los factores externos que podrían ayudar a la economía mexicana?, en primer lugar, una resolución favorable que también veo muy probable de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
“Tarde o temprano, es probable que lleguen a un acuerdo este año y si eso ocurre, es probable que los pronósticos de la economía estadounidense mejoren y si eso sucede, el pequeño pilar que son las exportaciones nos pueda ayudar un buen rato a que no se nos siga cayendo la economía y tener un crecimiento muy cercano a cero, pero no negativo.
“Incluso si no se llega a un pronto acuerdo entre China y Estado Unidos pero la Reserva Federal, en septiembre baja las tasas de interés, sería un factor que podría ayudar levemente a la economía mexicana.
“Dependemos de factores externos totalmente fuera de nuestro control y es un lujo que la economía no puede darse, no podemos estar a la deriva. Necesitamos que en el interior, el gobierno tuviera certidumbre, rumbo y no se ve.
“A nivel internacional, México está perdiendo la batalla de las percepciones ante los inversores, a ellos no les importa la popularidad de un presidente, les importa más lo que opine una calificadora y los reportes que indican que el presidente es responsable con las finanzas del país. Perdemos la batalla de las percepciones en el extranjero con la degradación crediticia por parte de Fitch, tanto para Pemex como para el gobierno de México y la rebaja en las perspectivas que han hecho tanto Standard & Poor´s y recientemente Moodys , puede ser que el presidente las descalifique llamándolas ‘fifís’, pero los inversionistas extranjeros y los grandes capitales sí las toman en cuenta y es ahí donde el gobierno está perdiendo.
La experiencia demuestra que quien juega a las vencidas con los mercados, siempre pierde, más vale no jugar, porque el gobierno va a perder”.
