Por José Eduardo Campos

 

En cuantas ocasiones hemos escuchado la frase de que “con dinero…”, sin embargo, en el caso de La Asociación Nacional del Rifle –NRA, National Rifle Association– de los Estados Unidos, nunca ha sido más exacta. Los daños colaterales por la pobre regulación en la venta y posesión de armas de fuego en los Estados Unidos pasan a segundo término, más allá de las 27 masacres en 10 años, 366 muertos y 617 heridos.

Un sinnúmero de presidentes estadounidenses han intentado conseguir una regulación más estricta en la venta y uso de pistolas, rifles, fusiles, escopetas y en general de toda arma de fuego, sin lograr avances importantes y, gran parte de su fracaso se debe a las ”aportaciones económicas“ a las diferentes campañas políticas tanto para congresistas, senadores, gobernadores y del mismo presidente de los Estados Unidos.

Aquí algunos datos, tan sólo en lo que va de este 2019 la NRA ha invertido casi $2 millones de dólares para cabildear en contra de un aumento de los controles de antecedentes de los compradores de armas, ha reportado la cadena de televisión CNBC. Y bueno, el dinero y las grandes ganancias es lo suyo.  En la campaña electoral de 2016 invirtió sólo en Donald Trump $30 millones de dólares y, otros $40 millones en la de Hillary Clinton. Así o más grande el tamaño de su influencia.

El congresista republicano –del mismo partido de Trump– Pete King, levantó la voz en torno a la Asociación Nacional del Rifle (NRA), sobre todo a raíz de los lamentables acontecimientos habidos en Texas …”si alguna vez la NRA tuvo un punto débil es ahora, están debilitados. Y todos nosotros, incluido el presidente deberíamos aprovechar esa situación”.

Y vayamos a los números fríos y hasta dramáticos: en los primeros 8 meses del año, se han registrado 251 tiroteos en todo Estados Unidos, según reportes de la asociación “Gun Violence Archive” que se encarga de contar todos los incidentes con armas en los que hayan muerto al menos 4 personas. Han fallecido en ese tiempo 58 personas y, 52 más han resultado heridas.

Sin embargo, el presidente de la Asociación Nacional del Rifle, Oliver North y, sus 5 millones de socios señalan que el objetivo principal de esta agrupación es proteger la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que reconoce el derecho de poseer y portar armas, tanto para defensa personal, como para actividades recreativas.

En abril, Trump visitó la NRA y se presentó como el “campeón” de la Segunda Enmienda que protege el derecho de los estadounidenses a llevar armas y, que alertó; “esta enmienda está en peligro” en caso de que no gane las elecciones de 2020.

Y como siempre en cada campaña política estadounidense el tema del poder y alcance de la Asociación Nacional del Rifle aparece, Beto O’Rourke (aspirante demócrata) ha tomado el tema y ha expresado de la complicidad del actual presidente…”es un racista y aviva el racismo en este país y, no sólo ofende nuestra sensibilidad, fundamentalmente cambia el carácter de este país y lleva a la violencia”.

Bernie Sanders criticó también al presidente Trump…” ha puesto a los Estados Unidos en el foco internacional por una permisividad inaudita con las armas, en todo el mundo la gente escucha sobre estas matanzas y se pregunta, “Qué está pasando. Cuál es la situación de la salud mental de los estadounidenses”.

Y más allá de las palabras de unos u otros, aquí algunos datos que muestran hasta dónde se ha llegado con este descontrolado mundo de las armas de fuego…de un “terrorismo doméstico”.

–Con tan sólo 14 horas de diferencia en el sureño estado de Texas y, en 2 diferentes ataques murieron 30 personas, 22 en el Paso y 8 en Dayton.

–El 31 de mayo se presentó un tiroteo en las oficinas municipales de Virginia Beach (Virginia) donde 13 perdieron la vida y, 4 más resultaron heridas.

–16 de febrero de 2019, un hombre mata a cinco personas en un tiroteo en una fábrica de componentes industriales en la localidad de Aurora (Illinois).

-–8 de noviembre de 2018, un tiroteo en un bar de California con saldo de 12 muertos, entre ellos un policía, y 25 heridos.

–27 de octubre de 2018, un tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania) deja once muertos y seis heridos.

–15 de febrero de 2018, 17 personas mueren en un tiroteo ocurrido en un instituto de Florida en un ataque cometido por Nikolas Cruz, un jóven de 19 años que había sido expulsado del centro por problemas disciplinarios.

–5 de noviembre de 2017, 26 personas son asesinadas por disparos de un tirador con arma semiautomática, que irrumpió en un oficio religioso en un templo baptista en la localidad texana de Sutherland Springs.

–Y bueno, no podemos dejar de mencionar el mayor de estos ataques registrado el 1 de octubre de 2017. Un francotirador dispara sobre el público en la clausura del Festival de música country Route 91 Harvest, en Las Vegas y, deja 58 muertos y más de 500 heridos.

–Un año antes, el 12 de junio 2016 en un club gay, Pulse de Orlando, mueren 49 personas por un estadounidense de origen afgano abatido por la policía.

El negocio de las armas en los Estados Unidos es descomunal; de octubre de 2016 ha octubre de 2017 se vendieron $41.930 millones de dólares en armamento, según la Agencia de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego (ATF) y se estima que más del 47 por ciento de los hogares posee al menos un arma de fuego. Y para no olvidar, uno de cada 5 propietarios de armas son miembros activos de la NRA.