“Los militares no comienzan las guerras. Los políticos comienzan las guerras.”
William Westmoreland
Los casos de violencia se acumulan día con día, el presidente sigue en su soliloquio matutino, pocos le increpan que no se conduce con la verdad y que los datos que maneja no cuadran con los que sus subordinados manejan o exponen en los portales de sus dependencias donde suben la información. Mucho menos cuadran los datos, cifras e información con la realidad.
Benditas redes sociales que a pesar de los miles de robots que influyen en la opinión pública, del lado del presidente entronizándolo, emitiendo epítetos zalameros y aduladores que nada tienen que ver con la realidad. No dudo que haya muchos cuatro transformadores convencidos legítima y realmente de su proyecto y de quien lo encabeza, pero de ahí a darle la espalda a la realidad pretendiendo con frases vacías, muy bien dichas, pero sin soporte, engañar a la ciudadanía, hay un mundo de distancia.
Las mañaneras han servido al presidente como un enorme cañón que dispara frases, argumentos, ideas, que verificadas son falsas o sesgadas, a él en lo personal no le inmuta ni un ápice. Y esto es así porque saben que el exceso de información real o falsa genera desinformación. No se termina de procesar lo expuesto unas horas antes y ya está preparado el mecanismo de dispersión de más argumentos y frases que terminan confundiéndolo todo y a todo.
La información más reciente tiene que ver con los tweets emitidos por el Presidente Donald Trump, respecto del asesinato de los integrantes de la familia Le Barón, quienes fueron emboscados y asesinados de manera inmisericorde sin respetar que ahí hubiera niños y bebes. El presidente López Obrador culpa a los gobernantes del pasado, pero nada refiere a que está próximo a cumplir un año de gobierno y a que él mencionó que de manera inmediata acabaría con la inseguridad pública y la delincuencia, pasado el plazo pidió meses para que su estrategia empezara a dar frutos y así creo a la guardia nacional, con sustento legal y constitucional.
Los meses pasaron y la violencia, los muertos, los ataques de la delincuencia aumentaron, el presidente López Obrador pidió un año más para dar resultados, la culpa es de los del pasado, el aún se concede período de gracia, se auto exculpa y se auto justifica, no predica con el ejemplo, evade, en su estilo beisbolistico abanica la bola y la deja pasar.
Al paso que vamos, el sexenio no le será suficiente y siempre extenderá la prorroga y el reparto de culpas. El mensaje de Trump más que ofrecer la ayuda del ejército de los Estados Unidos, exhibe que el del presidente Obrador está rebasado o bien que el ejército del presidente mexicano ahora es la delincuencia organizada. Es la única manera de entender el mensaje de Donald Trump de que un ejército se combate con otro ejército, sin estar refiriéndose a la guerra.
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