Siendo una de las primeras amenazas de epidemia en la época actual –dominada por las redes sociales y la comunicación instantánea–, el coronavirus supone un tema que no sólo domina amplios espacios en medios y la conversación pública, sino que también ha dado pie al surgimiento de las llamadas teorías de la conspiración.
Varios estudiosos de los fenómenos asociados a la comunicación masiva, han llamado la atención al surgimiento de versiones que intentan ocupar el lugar de la realidad, apoyadas en simples creencias que no tienen nada que ver con lo sucedido, pero que a ojos de muchas personas son más fiables que las noticias difundidas por los medios. Así, tenemos a los que dan a conocer que las vacunas provocan enfermedades, que la tierra en plana o que el ser humano no llegó a la Luna, por citar los ejemplos más llamativos.
Ahora toca el turno al coronavirus, del cual se ha llegado a afirmar que es un arma Biológica china que se salió de control, que es un intento de control poblacional o que es parte del Apocalipsis.
La difusión de testimonios de habitantes del gigante asiático, en los que dan testimonio de lo que sucede en las regiones asoladas por el virus, han sido utilizadas para apoyar esta tendencia, aunque lo único cierto es que se trata de una enfermedad que está siendo controlada y que no ha provocado la gran epidemia que algunos ya empiezan a anunciar.

