Han sido días muy difíciles para nuestro país y sin duda alarmantes y peligrosos para las mujeres, me refiero a los que han transcurrido desde el inicio de la administración.
Esta semana la sociedad se estremeció con el atroz asesinato de Fátima, una pequeña niña de apenas 7 años, mientras que una semana atrás hablamos de Ingrid una mujer que fue brutalmente asesinada, antes hablamos de Abril a quien no se le escuchó cuando pedía justicia y fue asesinada. Lamentablemente es amplísima la lista de mujeres que mueren a diario a causa de la violencia de género ya que son asesinadas por el hecho de ser mujeres.
Las cifras son reveladoras de qué es lo que está pasando en México. Tan sólo el año pasado se abrieron 976 carpetas de investigación por el delito de feminicidio.
De enero a diciembre del 2019 –donde ya este gobierno tenía un gran poder y ya no puede echar la culpa a administraciones pasadas– el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública enlistó las diez entidades federativas con mayor número de feminicidios. En esa lista se evidencia cómo la Ciudad de México es la tercera entidad con mayor número de feminicidios.
En los últimos cinco años se ha duplicado el número de víctimas de feminicidio. En 2015 hubo 426, y ahora en 2019 se perpetraron más de mil.
A esta cuarta transformación no le interesan las mujeres, hemos sido testigos de la frivolidad en las respuestas de esta administración y la omisión en realizar acciones estratégicas, reales y concretas para acabar con la inseguridad y la violencia en la que se hunde cada vez más nuestro país.
El Ejecutivo federal, por ejemplo, está más preocupado por la absurda rifa del “avión presidencial” y que se vendan sus “cachitos de lotería” que en los 63 millones de mujeres que nos sentimos inseguras. Si hablamos de la Jefa de Gobierno ella prefiere decir “ahorita no”.
Urge un Gobierno federal con visión feminista, tenemos que decirlo: esta 4T no la tiene. Destruyó las Estancias Infantiles en donde todas y todos sabemos que los más beneficiados eran las niñas, niños y mujeres, minó los albergues para mujeres y el programa Prospera, así como el Seguro Popular, por ello vale la pena preguntarse ¿de qué lado están?
El Ejecutivo federal debe recibir a las mujeres que van a tocar sus puertas. Es vital que reciba a los movimientos de mujeres que esperan hablar con él, dialogar con un estadista, y no con un titular que lo mejor que sabe hacer es rifar boletos de lotería.
Todas y todos merecemos vivir en un México en paz y seguro. A todas las mujeres nos urge que dejen de pensar en partidos políticos y mesías, lo que necesitamos son políticas públicas inteligentes porque: nos queremos vivas, nos queremos todas.