En Puebla, la política de inclusión y equidad abanderada por el gobernador Miguel Barbosa Huerta, ha permitido que la educación indígena, recobre un valor importante, destacó Saraí Santiago Rodríguez, Directora de Educación Indígena de la Secretaría de Educación (SE) estatal.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Lengua Materna, la docente, nacida en una comunidad de origen náhuatl en el municipio de Tehuacán, expresó que la educación indígena es un privilegio de vida para los docentes, ya que atienden a niños en condiciones de vulnerabilidad y podemos contemplar la magia del aprender, es como una caricia al corazón cuando nosotros desatamos algún proceso educativo en el que rescatamos precisamente esa cosmovisión indígena”, acentuó.
Respecto a las lenguas indígenas, sostuvo que éstas, deben permanecer porque son una forma de expresar el pensamiento y los valores. “Los grupos indígenas tienen una forma de aprender y conquistar el mundo, su forma de pensar y de ver la vida está basada en valores, en tradiciones, en cultura, como lo dice la Ley de los Derechos Lingüísticos “.

Dijo que aunque la digitalización de la comunicación ha llegado a muchos grupos indígenas, la forma de diálogo entre ellos es prácticamente oral, escriben poco, prefieren el “tú a tú entre las personas”. Apuntó que no todos los grupos tienen acceso a estos medios de comunicación y aunque las redes sociales ayudan a los procesos de aprendizaje, no hay que abusar, “porque encima de estos medios masivos de comunicación está la palabra, está el verse a los ojos, el verse el alma, es lo que hace rico a un ser humano”.
La maestra indígena, narró que a lo largo de más de 30 años de servicio, ha caminado en diversas comunidades del estado y en diversos contextos, desde territorios boscosos, hasta desérticos y áridos, donde las caminatas son largas, incluso, en muchas ocasiones, tuvo que atarse a una tirolesa adaptada para cruzar el río, pero todo ello, puntualizó, es parte del amor a la profesión.
Recordó que una de las escuelas que la marcó su vida, está en la Sierra Norte, donde viajaba cuatro horas en camioneta y de ahí caminaba otras cuatro por una zona boscosa. “Era agradable cuando el clima estaba bonito, pero cuando llovía y hacía frío extremo, sentías que los huesos te calaban, aún así, lo que nos mantenía vivos era que los niños desde una colina nos estaban esperando, eso fortalecía mi corazón y las fuerzas físicas para poder llegar a ese escenario”.

Explicó que los niños de comunidades indígenas no llegan acompañados, la mayoría llegan solos a pesar de que viven en zonas alejadas. “Había dos pequeñitas que llegaban al plantel montadas en un burro, los padres de las menores le ataban al animal un canasto de cada lado y ahí colocaban a las niñas, le daban una palmada al asno y este sabía el sendero hasta la escuela a pesar de que era un trayecto de hora y media; cuando concluían las actividades educativas, el comité de padres de familia colocaba a las menores en el burro para que las regresara a casa”.
Saraí Santiago, señaló que a pesar de que Puebla es un estado diverso, ya que hay muchos grupos indígenas como: Náhuatl, Totonaco, Hñähñu, Tepehua, Mixteco, Popoloca y Mazateco, se trabaja con todos estos grupos y se atienden sus necesidades en materia educativa a través de una currícula y plan de estudios específicos. En caso de que otro grupo migratorio llegue al estado, se tiene la obligación de atenderlo y de aprender su lengua.
Reconoció que la política educativa en el estado, visualizó a la educación indígena a partir de la inclusión y la equidad, llevando a cabo un trabajo muy importante con los procesos educativos para este sector pero también tiene que ver mucho con la vocación de cada maestro y agradecio al gobernador estar cercano a los grupos originarios, y garantizar “el derecho de aprender de todos los niños y principalmente a los niños de contextos indígenas, de contextos rurales y de contextos adversos”, concluyó.

