Han transcurrido 14 interminables meses desde que llegó al poder, no han sido pocos ni menores el cúmulo de problemas que este hombre ha causado dada su inexperiencia y su necedad, sin embargo, el candidato eterno nunca nos mintió, probablemente solo fue desencriptado por su electorado más duro y no por quienes decidieron no darles su voto a los partidos tradicionales y así confiar en un no tan nuevo movimiento social.

Hoy día nos encontramos en una cruel encrucijada, el presidente de la República ha decidido encausar sus baterías en contra de la mitad de la población, y por más que se quiera justificar, se han hecho públicos los recortes brutales a políticas públicas enfocadas a disminuir la brecha de desigualdad entre mujeres y hombres.

El presidente y su partido decidieron que pasarán a mejor vida los programas para la inclusión y la equidad educativa de la Secretaría de Educación Pública, también el programa de estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras, redujeron a cenizas el programa para la inclusión y la equidad de género del anexo de recursos para grupos vulnerables, llegó a su fin el programa de estancias infantiles administradas por la Secretaría de Salud.

Disminuyeron a la nada el programa encaminado al apoyo para la promoción del respeto a los derechos humanos y atención a víctimas del delito de la antes llamada Procuraduría General de la República, pulverizaron el apoyo para la prevención y atención de virus de inmunodeficiencia humana, decidieron crucificar el programa para el apoyo al empleo de la Secretaría del Trabajo, la misma suerte corrió el programa de apoyo económico a viudas de veteranos de la Revolución Mexicana, el programa para promover la protección de los derechos humanos y prevenir la discriminación de la Secretaría de Gobernación y por si fuera poco, dada su inexperiencia, han creado un desabasto cruel y mortal en medicamentos destinados a tratar el cáncer, enfermedad qué ha sido un flagelo especialmente para las mujeres.

Se lo han dicho frente a frente, 2019 el primer año de su gobierno, cerró como el año más violento del que se tenga registro con un total de 34588 homicidios dolosos de entre los cuales 1010 han sido calificados como feminicidios, desafortunadamente, de entre ellos destacan los asesinatos de la joven universitaria Ingrid Escamilla y de la pequeña Fátima Cecilia; de esta última, el actuar de las autoridades de investigación y de procuración de justicia de la Ciudad de México dejó tanto que desear, escondieron información vital para la captura de su secuestradora y la enorme probabilidad de haberla encontrado con vida, sólo una semana después de su desaparición compartieron con la sociedad un vídeo probablemente obtenido de los archivos del C5, mismo que hubiera sido de vital importancia en caso de haber activado la alerta Amber en tiempo y forma.

Los feminicidios no son exclusivos de esta administración, sin embargo, se han agravado y quienes abordaron el poder público con un discurso de igualdad y de inclusión, le han fallado no solo a la mitad de sus votantes sino a la mitad de la población mexicana, cabe señalar que, en la elección de 2018, quienes menos votaron por el actual presidente, fueron las mujeres, y esto parece una venganza por difícil que sea creerlo.

Cuántas veces no hemos argumentado que el jefe del Ejecutivo es un gran comunicador y que esa probablemente haya sido su mayor fortaleza y la herramienta qué le permitió conquistar el poder público, sin embargo, su falta de empatía y solidaridad con las mujeres transformaron el enojo feminista en un reclamo directo a su política de seguridad, prevención del delito y procuración de justicia, como ya lo han dicho otros analistas, el presidente camina en arenas movedizas, a cada movimiento suyo disminuye su popularidad, se hunde. Las últimas mediciones del Gabinete de Comunicación Estratégica lo sitúan en su punto más bajo, otorgándole sólo el 41.4 por ciento de aceptación, contra el 35.3 por ciento de opinión regular y el 23 por ciento de una percepción de mala a muy mala

No hay presidente que no voltee a ver las encuestas cada que está a punto de tomar una decisión trascendental, y tal parece que como siempre nos lo ha dicho, él tiene otros datos, pues la posición intransigente que ha adoptado en contra del paro y de la marcha de #UnDiaSinMujeres, a celebrarse el 8 y el 9 de marzo del presente año, le han dictado la agenda política en estos últimos días y probablemente lo seguirán haciendo, ello ante la desafortunada inacción de la administración pública federal para idear una política de estado que proteja a nuestras mujeres.

La agenda de género ha demostrado tener vida propia y trascender administraciones, por lo que de no dar una pronta solución, parecería que este es el principio del fin de la administración lopezobradorista y aunque ello sea un aliciente para sus detractores y partidos opositores, no es menos cierto qué es un hecho grave debido a la tremenda centralización de poder que ha generado este hombre, difícilmente alguien podría llenarlo, ello indica qué sumado al pésimo escenario económico, político, democrático, de seguridad, de procuración de justicia, de prevención del delito y ahora con el preocupante aumento de homicidios y feminicidios, seguramente nos tendremos que enfrentar al vacío político, lo cual nos obliga a preguntarnos ¿en dónde está el presidente?

Tal parece que se ha acostumbrado al lujo imperial qué le provee Palacio Nacional.

@DrThe