Extraño como nunca a mi abuela materna, —Concha, de cariño, Concepción de nombre— , que con sus refranes y respuestas inmediatas daba soluciones lógicas a cualquier argumento tonto o profundamente científico, pero que no explicaba la realidad, la crudeza de la vida.

Aborrecía términos como, —“la señorita se embarazó”—. “A ver”, me decía Concha: “Está o no embarazada. Ni se embarazó ni está ligeramente embarazada. Está o no embarazada. Si está y no quiere decirlo, hay que averiguar quién y cómo la embarazó”.

Hoy estamos en que si la economía bajó, se contrajo o dejó de crecer según el PIB 2019. Revisen en el diccionario de la lengua española la diferencia que existe entre contraerse, encogerse, crecer y caer. No son sinónimos perfectos.

La economía mexicana tuvo una caída en el 2019. Punto. No le encuentro la gravedad, el pecado en aplicar el término correcto. Que si la caída pudo ser peor, de acuerdo. Fue una leve caída. Pero muy significativa para propios y extranjeros, para todos los sectores, hasta los más aguerridos seguidores de AMLO.

La economía mexicana cayó los cuatro trimestres del año pasado en su comparación anual. Algo que según Banco Base, y con base en información del INEGI, no se vio ni en 1995 ni en 2009.

Hemos vivido caídas con vientos recesivos, por gobiernos ladrones, por gobiernos soberbios. Pero nunca antes habíamos experimentado una caída por un gobierno tonto, que teniendo todos los avisos y fichas sobre la mesa, le apostara a perder. O es intencional para crear anarquía y llevarnos a un estado de excepción, o peor aún, qué tontos.

La incertidumbre fue la madre de todos los contagios mexicanos. No fue el caos financiero mundial del 2009, ni la soberbia Mexicana de 1995. Fue la tontería del 2019.

Sí. La tontería de la 4T que no llegó se llevó al demonio a casi todos los sectores de actividad productiva del país. 17 de 20 sectores desaceleraron su ritmo en 2019.

El rubro de electricidad, agua y gas medio se salvó. Comercio al menudeo creció 0.1 en su variación diciembre 2019 vs 2018. Y como en México se redondea (-0.1) a 0, pues el +0.1 también se redondea a 0.

Servicios de apoyo a negocios creció 0.4 en tasa anual. Fuera de eso todo lo demás fue caída tras caída.

Construcción y automotriz el desastre total, al igual que comercio al mayoreo, medios de información, servicios financieros, corporativos, esparcimiento y actividades gubernamentales.

¡Ah! Pero la Inversión Extranjera Directa sí creció. ¿Qué, qué?

Según la Balanza de Pagos de El Banco de México, en 2018 la IED fue por 27,034 mdd, y en 2019 por 22,693 mdd. Esto es una caída del 16.1 por ciento. Sí. Creció la brutal caída.

Vaya, no se les ocurra indizar la economía mexicana a la estadounidense. EEUU creció 2.3 por ciento.

 

Del Efecto Tequila a la caída chichimeca

La culpa es en esencia por la incertidumbre provocada por el nuevo gobierno federal mexicano.

  • Su absurda austeridad republicana. Recortes sin ton ni son para eliminar la corrupción. Pero las partidas dudosas, cochinas, corruptas, se sustituyeron por partidas discrecionales que tal vez sean muy honestas. Pero no son auditables, ni tuvieron efectos positivos sobre el crecimiento.
  • La cancelación del aeropuerto de Texcoco. Sí. Ese aeropuerto no se olvida.
  • La renegociación de los contratos de gasoductos.
  • El combate irracional al huachicol.
  • Los nuevos proyectos de infraestructura prioritaria (refinería, trenecito maya, Santa Lucía, INSABI y los cambios fantásticos en la distribución de medicamentos, que tiene a la población feliz, feliz, feliz, el rescate absurdo de Pemex), todos ellos sin racionalidad económica. Además entre que son peras o manzanas y so pretexto de rescatar, se permitieron a sí mismos tomar mucho dinero de los Fondos para emergencias que ahora están medio vacíos de dinero con qué responder a su objetivo inicial. Esperemos no tener una emergencia como terremotos, inundaciones, o pandemias.
  • Eso sí, todo el dinero bien centralizado para licitaciones en manos de la SHCP. La experta en recortes, la oficial mayor de esa dependencia, ahora jefa del SAT.

 

¿Y Ahora?

Bueno, ya comenzó la segunda tanda de ajustes a la baja de las expectativas de crecimiento económico 2020-2021 para nuestro país. La primera se dio hace poco más de un mes. Instituciones nacionales, internacionales y multilaterales, todas bajaron sus pronósticos México 2020-2021.

Ahora nada menos que inició la segunda ronda de bajas el Banco de México para cerrar con broche de oro el mes de febrero. Reduce sus expectativas de crecimiento en ambos años.

El rango de crecimiento 2020 que ya lo había ajustado a un 0.8-1.8 por ciento anterior, ahora lo ajusta a 0.5-1.5 por ciento. Para 2021 ahora ajusta desde 1.3-2.3 por ciento a 1.1-2.1 por ciento.

Lo que llama la atención es un párrafo central del análisis en que Banco de México reevalúa a la baja su Rango de Crecimiento 2020-2021:

“El entorno actual sigue presentando riesgos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento en el mediano plazo, y el proceso de formación de precios en la economía. En este sentido es particularmente importante que, además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor productividad, y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas. En este contexto, es necesario reforzar las perspectivas crediticias de la deuda soberana y de Pemex, así como cumplir los objetivos del Paquete Económico 2020. Asimismo, es indispensable fortalecer el estado de derecho, abatir la corrupción y combatir la inseguridad”.

Traducido para los mortales, sin confianza en este gobierno las cosas seguirán de mal en peor.

Por si fuera poco nos enteramos de que ese gobierno se enfrascará en un pleito por el campo petrolero Zama entre Talos Energy y Pemex. Pleito ilegal, porque la empresa Talos ganó a mediados de 2016 según consta en documentos de la CNH el Plan Contrato de Exploración. Se vale negociar, compartir, pero no romper con acuerdos ya firmados. Las reglas retroactivas exponencian la incertidumbre.

Banco de México lanza una seria alerta: Cuiden a Pemex. Por supuesto que existe una muy alta posibilidad de que degraden la deuda Pemex a chatarra y con ella degraden también la deuda soberana mexicana, con lo que nuestros costos de financiamiento se complicarán, la captación de IED también, y por supuesto la Inversión Extranjera en cartera.

Por otro lado el T-MEC sí será benéfico para la economía de nuestro país, pero después de un periodo de ajustes de cinco años en promedio. Cuenta con cambios no contemplados en el TLCAN original que exigen más a México en materia sindical, laboral y de innovación, que tendrá ajustes en industrias clave como la industria automotriz, la aeroespacial, farmacéutica y médica, no porque se vayan de nuestro país, sino porque tenemos que invertir mucho dinero en remodelación industrial y de plantas y equipos. Nadie hará esas inversiones si no existe confianza, certidumbre, seguridad jurídica, Estado de Derecho.

Enseguida, he aquí al gobierno federal asfixiado en términos económicos y financieros, contemplando cómo sacar más impuestos.

Tienen que sentarse muy en serio para negociar una reforma fiscal adelantada, pero diseñada para estimular la creación de empleos mejor pagados, industrias más competitivas, y derivado de lo anterior, una bolsa Nacional de recursos más amplia de la qué poder cobrar mejores impuestos que se canalicen a través del sector público a actividades muy productivas para la sociedad.

Así es: Este gobierno se tiene que sentar a negociar estímulos para que el sector privado invierta con confianza en particular en la economía energética, en infraestructura, en construcción. Apartado especial merece el estímulo a la Innovación.

Este gobierno tiene que garantizar,  –que no lo hace–, la confianza jurídica, así como la Confianza física: el libre y seguro tránsito de todos los ciudadanos por todo el suelo nacional. Imposible dejar de decirlo una y otra vez: Garantizar el Estado de Derecho.

Este gobierno tiene que meter en sus modelos probabilísticos escenarios como aquel factible para México si en EEUU es reelecto el Presidente Trump, o que éste pierda, y en su lugar llegue a la presidencia Bernie Sanders. Los resultados pueden ser diametralmente contrarios.

Además existen muchas variables que se tienen que incluir: migración nueva debido al cambio climático, daño en cultivos primarios por el cambio climático, pandemias que debemos preparar como el Coronavirus chino.

 

¿Entonces?

Pero el virus más dañino de todos, el que debe de ser contemplado en cualquier corrida de modelo del sector privado, de la SHCP, del INEGI y del Banco de México, es la incertidumbre, el miedo a un gobierno que cambia las reglas según le conviene, sin respetar ningún contrato ni ninguna regla jurídica; el populismo demagógico, que aprovecha cualquier oportunidad para señalar a conservadores como culpables de todo.

El miedo, ese miedo de los ciudadanos a decisiones ideológicas que se anteponen a cualquier decisión racional, equilibrada, para llevar a nuestro país por un rumbo estable, con visión siglo XXI, hacia adelante, con contrapesos efectivos que frenen a ese poder bestial unipersonal.

México es una democracia liberal, comunicada con todo el resto del mundo.

Decisiones machistas, obnubiladas por deseos mesiánicos, enfermizos, el yo todo lo puedo, y el que no está conmigo pretende golpe de estado, generar terror, o es aliado de los conservadores, son frases que ya resuenan en todos los mercados mundiales. Los de información, los de análisis, los financieros, los económicos, en los mercados de inversionistas, en los fondos de capitalización mas grandes y poderosos del mundo.

Hay que romper con el mundo de las improvisaciones, de las palabras que llevan a lo absurdo. Por qué vender falsas esperanzas. Hay una realidad para el México del siglo XXI. Pretender torcerla hacia un obcecado revisionismo histérico histórico, en lugar de trazar la senda del desarrollo moderno, es pensar para uno mismo.

Evitemos el que ellos sí comiencen a planear por nosotros. Hemos visto una y otra vez en la historia de este Continente, que por más que nos demos baños de grandeza aplaudidos por nuestros testaferros, la historia se repite y termina en drama, desgracia, borrón y cuenta nueva. Por favor ya nunca más. No es el futuro que se merecen nuestros hijos, ni 130 millones de connacionales que tienen el derecho de formar un mejor presente y futuro para ellos y sus descendientes.

Cierro este artículo con párrafos de dos artículos que me dejaron frío, porque sin referirse a México sino a EEUU, son foto directa nuestra.

Uno de Jeffrey A. Tucker, distinguido economista. Dice: “Me impactó lo que dice la revista Político (EEUU) respecto al debate demócrata rumbo a la presidencia del pasado martes 25 de febrero. Fue un debate dolorosamente difícil de seguir. ¿Por qué? Porque todos los candidatos coinciden en querer llegar a la presidencia para ellos mismos, no por el interés de mejorar a su país, a sus conciudadanos, a los seguidores Demócratas. No. Ellos quieren llegar a la presidencia para resolvernos la vida: para planear la economía las finanzas, el empleo de cada uno de nosotros, los salarios, los médicos, la educación.

“Ya no hablan de la Presidencia como el cargo que vigila y ejecuta que sucedan todos los mandatos del pueblo y de La Constitución. Ahora ellos, ese o esa que sea Presidente, resolverá todo. Ellos ahora planean qué harán y cómo manejarán las vidas de todos los ciudadanos y sus dineros. Sin límite alguno a sus poderes”.

Otro artículo de Greg Sargent del Washington Post, que dice: “La purga que continúa haciendo el Presidente Trump en su administración empeora con rapidez, dando vida a sus emociones patológicas.

“Seamos claros: Trump no tan solo hace una purga de oficiales (funcionarios) de su gobierno para satisfacer su enojo. El impulsor verdadero de esta purga es eliminar a gente del gobierno que cometió el pecado de defender la ley y la rendición de cuentas, frente a los esfuerzos de Trump por corromperlos.

“Llevando hacia adelante la tendencia, abre Trump las puertas a una mayor corrupción de la ley y de la rendición de cuentas y envía un mensaje a otros acerca de lo que se les espera si se interponen para defender la ley, de la forma en la que los servidores públicos lo han intentado hasta el momento”.

Allá en EEUU, el Presidente Trump culpa al Deep State de atentar contra su persona.

Acá en México, son fuerzas oscuras, es la mano negra de los conservadores, son intentonas de golpes de estado. Cualquier barbaridad es pretexto a decir del mesías. Que si por la democracia, tanto como por interrumpir sus mañaneras, o si es por los feminicidios. Ahora seguramente también por defender las vidas de los estudiantes de medicina de la ciudad de Puebla.

Aquí y allá es purgar, eliminar lo que se considere disidente, cubrir con leales agachones.

Así no se puede aspirar a un 2020 de certidumbre, crecimiento y desarrollo.

Allá y aquí, rápidamente cambiamos de Estados Progresistas, de Democracias perfectibles, a Repúblicas Bananeras …

 

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU.