Actualmente el mundo se convulsiona ante una crisis sanitaria de gran escala, múltiples ciudades se paralizan por el Covid-19 que hasta la fecha ha provocado la muerte de más de 18 mil personas en un total de 196 países e inevitablemente una gran afectación económica.

Es por lo anterior que el gobierno debe tomar las previsiones necesarias para que las implicaciones causadas por este virus tengan el menor impacto posible.

Diversos sectores podrían verse dañados, sin embargo, me alarma lo que puede suceder con las micro, pequeñas o medianas empresas, de las cuales en México existen 4.1 millones y constituyen un pilar en la actividad económica y en el empleo de nuestro país.

Este y cualquier gobierno deben trabajar en fomentar un entorno empresarial estable y competitivo, además de crear facilidades para emprender. Lamentablemente esta administración ha mandado señales desesperanzadoras.

Hace menos de un año, en junio de 2019, la “4T” decidió desaparecer el Instituto Nacional del Emprendedor, el cual apoyó 500 mil negocios financiados con 614 millones de pesos; dio apoyos a más de 1 millón 100 mil mujeres emprendedoras y que además impulsó 181 proyectos de alto impacto con 5 mil millones de pesos de inversión.

La cancelación del aeropuerto de Texcoco, la construcción del Tren Maya, la obra de “Dos bocas” con mínimas probabilidades de tener éxito o por ejemplo el reciente sometimiento a “consulta” de la construcción de una importante obra en Mexicali, son algunas otras de las acciones gubernamentales que provocan incertidumbre al sector empresarial.

Es por lo anterior que ahora más que nunca se necesita el respaldo del gobierno, en todos sus órdenes, en estos momentos de crisis que, a apenas unos días de haberse decretado la siguiente fase de contingencia, se percibe un ambiente incierto, las familias mexicanas temen no solo a enfermarse sino también a perder sus negocios.

Así como por las micro, pequeñas o medianas empresas debemos preocuparnos por 40 millones de mexicanas y mexicanos que perciben menos de 5 salarios mínimos o que no cuenten con un ingreso formal.

Por ello, exhorté a las y los senadores de todas las fuerzas políticas a pensar en esas personas que tienen que trabajar todos los días y por tanto deben salir de sus casas para percibir un ingreso diario.

Propuse una adición al artículo 4º constitucional, con el fin de que haya un apoyo a este sector de la población, cuando existan epidemias graves, como la que hoy estamos viviendo en nuestro país y en el mundo.

Increíblemente y pese a que no se trata de partidos, ni de colores, MORENA votó en contra y nuevamente le dio la espalda a las y los mexicanos.

México no puede confiarse, el Gobierno federal debe dejar a un lado su lógica partidista. Es urgente que de la mano de especialistas tomen decisiones con visión técnica tanto en materia económica, como de salud pública.

Es urgente que dejen de pensar en sus beneficios electoreros y comiencen a trabajar por el bienestar de todas y todos.