Cualquier régimen de excepción es exceso. Hoy, en esta crisis si algo necesitamos los mexicanos es alejarnos de los extremos, de los excesos, de la polarización ideológica, de la planeación central de la política o de la economía. En pocas palabras tenemos que reprobar el Totalitarismo, sea de izquierda o de derecha.

México tiene un régimen Constitucional Republicano, Federal, Democrático, Liberal.

Se tienen que regular las Fuerzas del mercado en pro de las necesidades de esta crisis sanitaria y económica, eso sí. Pero, ¿prescindir de la decisión empresarial para resolverla? El Presidente en vez de amenazar a la IP y a la Fuerzas de la sociedad, como ONGs, Medios de Comunicación y Periodistas, Académicos, Técnicos, Científicos, Intelectuales, tiene que convocar a todas las Fuerzas vivas y legítimas de la sociedad, incluyendo a sindicatos y trabajadores, para crear un equipo ágil de acción ante la crisis triple que ya está aquí.

Más de una empresa mexicana tiene capacidad y el gusto de apoyar al gobierno para crear equipo médico de seguridad y ventiladores médicos, en vez de importarlos de Asia o Europa. Hay que estimular la innovación de investigadores, científicos, empresarios, aquí en México, para crear soluciones que combatan la crisis de salud y económico-financiera que no son posibilidad. Son amenaza real. El gobierno, el Presidente imposible desde una posición unipersonal resolver con éxito todos estos retos.

México no tiene por qué ser una nación socialista, no tiene por qué recurrir a la coerción, a la intimidación, a la amenaza, para imponer respuestas y estrategias que se apartan por completo del espíritu original de la propia 4T.

En el socialismo de Estado el gobierno se apropia de las empresas. En el fascismo, las empresas siguen siendo privadas, pero el gobierno dicta las decisiones empresariales, ordena con un planeador central lo que cada empresa debe producir, vender, más allá de lo que dicten los mercados.

Ambas posibilidades si nos descuidamos son peligros no latentes, inminentes en un México en el que el propio presidente perdió el rumbo de la ideología original del Movimiento 4T. Es más, lo vemos con claridad en EEUU donde su Ejecutivo fue a dar a manos de un déspota, sin oficio político alguno para los demás. Por primera vez en su historia, EEUU se acerca con preocupación al fascismo. Tal vez tan rápido, que la mayoría de sus habitantes ni siquiera se ha podido percatar.

 

Como Anillo al Dedo

Por fortuna para compensar al Presidente mexicano que perdió el rumbo, y para censurar con gran autoridad a un Congreso que carece de autoridad política y moral, persisten un par de políticos de cepa clásica, que saben qué hacer, qué decir, cuando México, su Ejecutivo, pierden peligrosamente la senda patriota.

El más destacado y de gran autoridad, se llama Porfirio Muñoz Ledo.

Desde que tengo uso de razón profesional Porfirio estaba en la palestra de la discusión política y democrática de nuestro país, y aún en foros internacionales.

La primera vez que me encontré persona a persona con Porfirio fue allá por 1981 o 1982, en casa de un amigo de mi papá, el “Dr. Rodríguez”. Olvido por mala memoria de un servidor el nombre de pila de este personaje que fue compañero de lucha de infinidad de personalidades del ’68. Buen amigo de Porfirio. En alguna fiesta en casa del Dr. Rodríguez, ahí estaba Porfirio.

Se quedó hasta muy altas horas de la madrugada, sin parar de beber brandy si no mal recuerdo, pero sin perder nitidez ni brillantez en su discusión política, eso sí que me impresionó. En momentos de monólogo, porque se guardaba un silencio para escuchar las clases de ideología y política del maestro Muñoz Ledo.

Muñoz Ledo conoce muy bien, de memoria al Ejecutivo. A diferencia de éste último, aquel es admirador de las ciencias, la investigación, las artes, la cultura universal, el buen vivir. Porfirio es un hombre muy preparado en términos profesionales, culturales, pensador, excelente político, ideólogo, luchador social, respetado, abierto al mundo; al mundo del conocimiento.

Hoy me encuentro con una entrevista que para Reforma TV le hace en el programa Entredichos, de René Delgado, director editorial del Reforma. Estupenda entrevista, muy buenas preguntas, mejores respuestas del joven político, diputado, Porfirio Muñoz Ledo (véase en YouTu.be/fhbMaqAd9Yk ).

Parte de lo dicho por Muñoz Ledo en la entrevista con René Delgado me permito ordenarlo para el sentido de este artículo, pero siempre dando crédito a la fuente y al periodista.

Porfirio es categórico. Él a sus 87 años quiere, lo dice, dejar una mejoría explícita de sus vivencias. Sus pensamientos, sus memorias inclusive explica que están en el Archivo General de la Nación. Ya trabaja en la segunda parte de su biografía, que será un documento necesario de leer por todos los que amamos este país.

 

Y antes de plantar su primer par de muletillas al lomo, aclara con vehemencia:

“Nada le puedes dar o quitar a un hombre que está cerca de la muerte, que ve cómo se pierde en la mentira y en el autoritarismo el sueño de una transformación en México.

“Hoy puedo decir que hemos dado un salto hacia atrás de treinta o cuarenta años y lo puedo decir, porque yo lo viví. Yo no me voy de Morena; Morena se sale de mi corazón”.

Imposible para el propio Presidente no escuchar el claro señalamiento de este gran maestro del arte de la política, ideólogo, luchador, hombre de campañas, de las jornadas de convencimiento electoral.

“No hay distanciamiento ni personal ni político, ni estoy abandonando a la 4T. La estoy explicitando. La 4T es una ideología, un concepto de Nación.

“Desgraciadamente, -enfatiza Porfirio-, la tómbola no tiene ideología. Tiene servicio Político.

“He escrito mucho sobre la 4T.

“Tengo varios proyectos y textos constitucionales. Pero claro, lo que pasa es que yo sí me acuerdo de ella. Nosotros trabajamos bajo la bandera democrática, con la matriz del programa desde el inicio del PRD. Yo hoy sigo exigiendo que se cumplan los estatutos del Partido. Éramos fundadores del Movimiento, que en ese entonces no llevaba nombre. Luchamos por un movimiento democrático para un país democrático”.

Ahí Porfirio planta el segundo y tercer pares de muletillas. ¡Vaya qué manera de hacer que el toro repique a baile, por supuesto con dolor evidente!

El longevo político explica que esa es la base del Movimiento. Ya Porfirio Muñoz deja a debate si la 4T no es tal (si ya no cumple con el Movimiento original, ese por el que desde los años ochenta también luchó Andrés Manuel), porque no cumple sus propios principios democráticos fundacionales.

Y afirma con seguridad de la gran experiencia nítida, de una inteligencia envidiable:

“El ciudadano Presidente a mi criterio debiera hacer menos declaraciones y más sustantivas. Actuar como Jefe de Estado, no como líder político. La premisa tiene que ser esta: No debe hacerse campaña electoral ahora, porque se polariza el país. Si el Presidente hace campaña electoral porque vienen las elecciones en un año, para tener mayoría, los adversarios, lo que el llama “la mafia del poder”, e incluso los partidos políticos de centro y de derecha, van a hacer campaña política también. Entonces cada decisión del Ejecutivo en época de crisis, va a favorecer a un bando y no al otro. Se va a meter el Ejecutivo en una contienda política innecesaria, en plena crisis… Yo digo, durante la crisis cuando menos al final del año, debe haber consenso y unidad nacional. Sí, discutiendo cualquier tema, las propuestas del gobierno, la de la Coparmex que es interesante, y otras más que surgen.

“Hay que difundir las medidas que se van a adoptar durante la crisis.

Curioso. Estamos de acuerdo con la SHCP y no con la Presidencia. Por ejemplo en los créditos del BID Invest para las empresas. Fue aprobado por Hacienda, estamos en favor de la ampliación del crédito. Los ahorros mexicanos se protegen. Tal es el caso de las Reservas del Banco de México.

Pero los créditos son otra cosa. Todos los países están viviendo esta crisis con crédito. Crédito no es endrogarse, es un derecho que tienen (las empresas, las personas, los países) y que es la solución contracíclica a la crisis. La Política contracíclica va más allá de las ideologías. Estimula inversiones masivas que impulsen la economía en una crisis como la que atravesamos, eleva salarios, mantiene fuentes de empleo. Sin crédito no saldremos del hoyanco”.

Curiosa y cierta la diferencia que marca entre endeudarse y endrogarse. Lo primero denota contraer un crédito regulado e institucional (como el del BID Invest con los empresarios del CMN).Lo segundo, -endrogarse-, dice Muñoz Ledo, es un mexicanismo igual a fullería, deuda que no se piensa pagar, como los tahúres, estafadores y políticos sin reparo que aplican un estupefaciente a sus deberes”.

Cabría entonces la pregunta de, ¿Por qué el Ejecutivo se siente aludido por el lado del endrogamiento? ¿Costumbre de su actuar político?¿Desconocimiento de la diferencia entre crédito y droga financiera?

 

Presidencia Lopizta y Autoritarismo.

En cambio sobre el particular sí es cuestionado el interlocutor, y responde:

“¿Y qué significa la tentación del autoritarismo? Es una alerta para que no ocurra, y creo que tengo la autoridad moral para pedirlo. La vida pública, -lo sé de experiencia-, está llena de ambiciones, intereses, corruptelas, que el Ejecutivo tiene que cernir. Yo he trabajado años en la Presidencia de la República.

“Advierte un deseo de la Presidencia de acumular poder, en vez de procesarlo a través de la deliberación en y con el Congreso, y la Participación Ciudadana a la que tanto tiempo acudió el Presidente. No encuestas a mano alzada, -aclara Porfirio-, sino instrumentos de consulta serios, regulados, si quiere seguir él, el pensamiento de los ciudadanos, como lo ha tratado de ser siempre, -honestamente lo digo yo-, acota el experimentado político, legislador, hombre de movimientos, ideologías y partidos”.

Por cierto que en su cuenta de Twitter (@PMunozLedo), Porfirio Muñoz Ledo deja entrever lo que va a ocurrir finalmente con la Cámara de Diputados y la controversia de otorgarle poder absoluto al Presidente en cuanto al Presupuesto de Egresos de la Federación en caso de emergencia nacional: “Me satisface el consenso entre los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados para no otorgar facultades anticonstitucionales al Ejecutivo, que además no las necesita ya que tiene la mayoría. Espero se respeten también las decisiones sanitarias en esta Fase 3 de la epidemia”.

En esa misma cuenta de Twitter escribe el propio Porfirio Muñoz Ledo:

“Importante discusión de manera virtual en el grupo Parlamentario de Morena sobre el Presupuesto Federal. Tomé posición en contra de otorgar facultades unipersonales al Ejecutivo, al margen de la Constitución. Mientras seamos mayoría podemos adoptar las reformas mediante un debate público y consulta con los gobiernos de los estados (nótese la insistencia democrática y federalista del político). Y continúa: Me opuse también a que nos citen a una sesión en la Fase 3 de la pandemia”.

Espeta sin miramientos: Medidas ante la crisis sanitaria se multiplican. Las sanitarias son integrales, pero deben ser obedecidas sin llegar al Estado de Excepción.

Para rematar frente a la portería queda en mi memoria esta afirmación exacta de Muñoz Ledo para el momento preciso que vivimos todos los mexicanos: Hace falta una síntesis ordenada de todos los planes, antes de que el Presidente envíe a la Cámara las adecuaciones al Presupuesto.

¿Más? ¿O con eso les queda claro lo que tiene que hacer el Presidente para cumplir con su mandato Constitucional y no con su capricho totalitarista? …

Y si no, que la Nación se lo demande.

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno.