En un país como el nuestro donde impera la injusticia e impunidad, lamentablemente las mujeres no sólo pugnamos por mejores condiciones y oportunidades, también luchamos por nuestra vida. Los feminicidios aumentan con desenfreno, tan sólo de mayo a junio de este año aumentaron en un 35.6 por ciento, pasaron de 73 en el mes de mayo a 99 en el mes de junio, inconcebible.
Pareciera que ni el grito unísono o el paro nacional del pasado 8 y 9 de marzo han sido suficientes para decir ¡ya basta de violencia! ¡ni una menos! Ni lo feminicidas ni este gobierno logran entenderlo.
No sirve de absolutamente nada que el Gobierno federal o el mismo presidente de la República salgan a decir que “hacen”, que “trabajan”, o que “ejecutan”, si en los hechos 10 mujeres mueren diariamente.
No olvidemos que es esta administración quien ha hecho a un lado a las mujeres, hace unas semanas recortaron brutalmente el presupuesto del INMUJERES en un 75 por ciento, quitándole así 151 millones de pesos.
Esta “transformación” trata de evadir una realidad que le sobrepasa, y ante la demanda de la creación de una Fiscalía Especializada de feminicidios, López Obrador, sin empatía alguna, prefiere preguntar “¿para qué queremos fiscalía?”, como si la respuesta no fuese obvia.
Al titular del Ejecutivo federal le serviría de mucho leer las cifras oficiales de su gobierno.
Las denuncias de violencia familiar han aumentado en el primer semestre del año 4.5 por ciento comparado con el mismo periodo del año anterior. Igualmente, las carpetas de investigación por violencia de género han incrementado en 53.7 por ciento.
Lo que hace López Obrador, al no reconocer la violencia en contra de las mujeres es machista, violento e incluso descalifica a las mujeres de su gabinete que han dicho lo contrario. Es misógino e irresponsable comparar las llamadas de bromas al 911 con las llamadas de auxilio por violencia en contra de las mujeres, como lo ha hecho el presidente.
Es alarmante el incremento en 45.81 por ciento, en comparación con el año pasado, de las llamadas al 911 en lo que toca a la violencia contra la mujer. No olvidemos que las llamadas de auxilio de hoy pueden ser los feminicidios de mañana. Estas llamadas requieren de análisis, investigación, sanción, generación de políticas públicas para la prevención de delitos e instancias.
Por lo anterior, como Senadora de la República he presentado formalmente la propuesta para crear la Fiscalía Especializada en feminicidios, la cual es un pendiente del Estado mexicano, su finalidad es que se investiguen estos lamentables delitos de forma oportuna, estratégica, autónoma y eficaz, logrando así que haya justicia para las víctimas ¡Ni un paso atrás!