Y como dijeron Fray Luis de León y Miguel de Unamuno al regresar a su cátedra en la Universidad de Salamanca: “Decíamos ayer”, en mi artículo de la semana pasada donde comencé a hablarles de los “siervos de la Nación”, cuya liga es ésta http://www.siempre.mx/2020/10/a-que-le-tira-mexico-con-este-presidente/
Ahora sí, les platico la 2ª parte: Estos lobos con piel de siervos, recorren todos los municipios del País para vender políticamente la doctrina socialistoide de la 4T, con miras a agenciarse con el triunfo en las elecciones de junio de 2021.
A pesar de que la economía de México anda por la calle de la amargura, esta especie de secta dispone ya de más de $200,000 millones de pesos para mantener bien aceitada la maquinaria.
Hay nombres que desde que nacen, dan en la diana. Este es el caso de los mentados siervos que están llamados a convertirse en los martillos de la inocencia de los partidos políticos de oposición —a Morena, claro— que tienen qué esperar a que les caigan los millones del INE hasta que se dé la voz de arranque a las campañas electorales.
Debido a que los siervos están colgados de la Secretaría del Bienestar, no tienen qué andar con esas babosadas de cuidar los tiempos y los límites de los gastos.
Estos cuates se despachan con los sueldos que ya les platiqué la semana pasada y no acatan ningún lineamiento de corte electoral, porque en la superficie son gestores del bienestar de los pobres.
Cada puerta que tocan les da como resultado, los nombres de los electores que ahí viven, checan quienes tienen credencial del INE y a los que no se las tramitan hechos la madre y de esa manera están levantando un censo electoral que se convertirá en unas votaciones tamaleadas a favor de ya saben quién el próximo año y en el 2024.
El programa que están siguiendo responde a una estrategia geopolítica muy bien referenciada. Tuve en mis manos los “planos de ejecución” que me filtró uno de los coordinadores de estos siervos, que está muy decepcionado del jale que andan haciendo, porque no tiene nada qué ver con el bienestar de los pobres, sino con el de los que mangonean a Morena, comenzando por AMLO.
Vean ustedes lo que encontré al analizar esos documentos: La mayor concentración de los siervos no está en las zonas de México donde hay más pobreza, sino en aquellas comunidades que tienen las más copiosas listas de electores.
Así, los siervos están trabajando en las áreas metropolitanas de la CDMX, Monterrey, Guadalajara, Querétaro y otras de alta densidad de electores.
Al principio, portaban chalecos color marrón con la imagen de AMLO, pero el INE ordenó que se los quitaran, porque se vale ser marranos, pero no trompudos. Es que haciendo eso violaban el artículo 134 constitucional que prohíbe la propaganda gubernamental con voces, imágenes o símbolos que impliquen promoción personalizada, como fue el caso.
Estos siervos son una estructura electoral para hacer proselitismo político disfrazado de plataforma de gobierno.
Descaradamente es un programa para promover votos a favor de los candidatos de Morena y la 4T. Es un programa para repartir dinero y comprar las voluntades de la gente que hoy como nunca, tiene necesidades económicas y materiales.
Ellos son una red propagandística de la imagen de López Obrador, financiada por el gobierno para compensar la inexistencia de Morena como partido, debido a las luchas intestinas que se traen los que quieren apropiarse de las participaciones de miles de millones de pesos que les tocan como partido hegemónico.
Este clan busca evitar que la aceptación de los mexicanos hacia el presidente, siga en declive.
El “topo” que ahora tengo dentro de esa estructura me dijo que como él hay otros que van a desertar, pero antes de hacerlo, buscan filtrar los pormenores de la desaseada chamba que el gobierno federal les ha encomendado, específicamente el titular de la Secretaría del Bienestar, Javier May Rodríguez, que —por cierto— es amigo personal de AMLO.
Podrá faltar dinero para comprar equipos para el sistema de salud, medicinas y dar atención a niños y adultos con cáncer, pero los “siervos de la Nación” —que son el programa electoral más importante al servicio del presidente— tienen todo el dinero que necesitan para convertir en votos para Morena, la pobreza de millones de mexicanos.
Y para amolarla de acabar, el presupuesto de la Secretaría del Bienestar trae una propuesta enviada por el Ejecutivo, para ampliarlo en más del 60%. Entonces, se avecina una elección de Estado en el 2021, porque la intención de AMLO es perpetuarse en el poder.
Y ante esto, los partidos de oposición, las organizaciones cívicas, civiles y —muy importante— la IP nacional, están cruzados de brazos, recluidos en sus pandémicos refugios y haciendo lo que los avestruces, escondiendo la cabeza y sus manos porque tienen miedo a que los chacales de las auditorías del SAT y los piratas de la UIF, les congelen sus cuentas o les cancelen contratos que tienen con el gobierno.
El gran desafío para esos sectores es canalizar esfuerzos e inteligencia para hacerle frente o de perdido neutralizar esta estructura electoral.
CAJÓN DE SASTRE
“Pero se tiene que actuar ahora, porque mañana, quizá será demasiado tarde”, dice la irreverente de mi Gaby, recién salida de la comida de paisanos en el Pasha Mediterráneo de SAT.
PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe todos los días su columna IRREVERENTE para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.