Entrevista  a Josefina Morales Ramírez­/Miembro del IIE de la UNAM

Irma Ortiz

Las perspectivas para la economía global se siguen ensombreciendo. Factores como la rebaja en la calificación de crédito de Estados Unidos, dudas sobre una recuperación norteamericana y sobre todo un deterioro en la crisis de la deuda en Europa que eleva el riesgo de un estancamiento de la producción, tiene enloquecidos a los mercados financieros quienes ya ven señales de una recesión mundial.

Incluso Jacques Delors, primer presidente de la Comisión Europea e impulsor de la creación del euro, considera que la moneda única europea y el propio proyecto comunitario corren peligro de extinción, si no se toman medidas urgentes.

Mientras tanto, la desaceleración de la economía estadounidense no se siente igual en América Latina, de acuerdo a un estudio de BBVA Bancomer, que señala que mientras en Argentina, Brasil y Chile se ha mantenido o aumentado la expectativa de crecimiento de su economía para el cierre de 2011, en México, el pronóstico es a la baja, dada su cercanía a Estados Unidos.

Para la doctora Josefina Morales Ramírez, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM la situación está muy clara, urge una nueva arquitectura financiera y una nueva política económica o de lo contrario seguirán las décadas perdidas para el desarrollo.

Crisis europea

¿Cuál es la situación mundial luego del “arreglo” de la economía norteamericana?

La situación económica internacional está en serios problemas hay una crisis estructural muy profunda, ya lo vimos en 2008, pero la forma como Estados Unidos lo “solucionó” nos lleva a esta situación. Se atendieron problemas de capitales especulativos, de bonos “chatarra” de las inmobiliarias, pero realmente no se atacaron los problemas estructurales.

Al detonarse el problema de la crisis de la deuda norteamericana
—que baja la calificación de la deuda—, se da una situación muy seria de la economía norteamericana que tiene déficit gemelos —comercial y financiero— del sector público que son realmente insostenibles.

Este acuerdo norteamericano se da en medio de una situación política crispante por los embates republicanos. El debate político y la falta de una negociación adecuada no le permite al presidente Barack Obama hacer una reestructuración fiscal. El acuerdo de elevar el endeudamiento por poco tiempo, no tiene bases para enfrentar el déficit norteamericano. Esto tendrá un impacto muy fuerte en la contracción de la economía, como el bajo crecimiento, si es que no hay recesión —como lo queramos ver— pero viene una tendencia a la baja.

 

Por otra parte, la situación europea es crítica, los endeudamientos son muy altos, el de Italia es del 120 por ciento del PIB, Holanda 114, Irlanda 103, Portugal 90 y España alrededor de 64 por ciento. Además el conflicto es más crítico porque se junta con una crisis monetaria con el dólar. De acuerdo a los expertos, es urgente la necesidad de una nueva arquitectura financiera.

Se debe reorganizar el sistema internacional financiero o de lo contrario estamos ante una crisis financiera, económica y monetaria de grandes alcances, donde el capital especulativo es el que realmente hace su agosto. Los capitales andan flotando por todos lados, especialmente en  América Latina. En México se ha elevado muchísimo la llegada de capital de este tipo, para que se tenga una idea, la inversión en cartera de México, en mercado de dinero pasó de 3 mil 479 millones de dólares en 2009 a 23 mil el año pasado y en el primer trimestre del año fue de 10 mil 500 millones de dólares.

Cambiar la estrategia

¿Qué hacer?

Se tiene que tomar en el caso de los países de América Latina o inclusive en los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que también están endeudados, medidas de protección frente el capital especulativo, para reactivar, defender la economía y sobre todo apoyar al sector productivo.

Para que se tenga una idea de la deuda en general de nuestros países, los BRIC no es un problema pero puede serlo en cualquier momento, la deuda bruta pública y privada en la India es 70 por ciento del PIB, más alta que la española por lo menos; Brasil del 65 por ciento, en México del 42 por ciento —35.6 de la deuda pública con todo y requerimiento y aparte la deuda privada—; en Argentina, es de 40.7 por ciento del PIB, la de Chile 11 por ciento, Rusia 8.5 por ciento.

Estos primeros países parece que no tuvieran problemas de deuda, pero ahí están y con la llegada de capitales especulativos hay que prepararse, por lo menos con medidas que impidan una repercusión muy grave como puede ser una salida de estampida de estos capitales.

Hay problemas de deuda, tienes problemas de crecimiento sobre todo en América Latina; México, Centroamérica y Dominicana, los países que tenemos tratado de libre comercio, porque nuestra economía es totalmente dependiente de la economía norteamericana. Al peor país que le fue en América Latina en el año 2008 fue a México, la debilidad estructural que tenemos es muy fuerte y la política económica que se sigue es la de hace 30 años que lleva al país a un crecimiento muy bajo, e incluso si se ve per capita, es casi de estancamiento.

Frente a la crisis hay que cambiar de estrategia económica, las organizaciones privadas tienen propuestas, la UNAM también, todos tienen propuestas, excepto los políticos. Urge que se cambie la política económica para abatir el desempleo, la falta de seguridad que en mucho tiene una base socioeconómica profunda y no se hace caso. Hay que señalarlo una y otra vez para que se cambie la actual política económica, pues ya tenemos otra década perdida 2000-2010, donde los resultados de éstos dos últimos gobiernos en México son desastrosos económicamente hablando.

¿Escenarios?

Mientras no se ataquen en Estados Unidos los problemas estructurales —Obama no lo hizo al principio— y se limiten a la ganancia del gran capital, mientras no se haga esta reorganización tendremos una economía que, los teóricos la llaman financializada y ahí no hay mucho espacio para la actividad productiva.

¿Esto qué implica?, políticas contra los migrantes, la xenofobia se acentúa. Hay una descomposición política y social muy fuerte pues vuelve la derecha en Estados Unidos, quienes ganaron las elecciones en el legislativo. Se da una derecha casi fascistoide, como lo que vimos con los asesinatos de Noruega.

Al mismo tiempo, afortunadamente, tenemos una lucha social que emerge. Los indignados en todo el mundo sean en Londres, en Madrid, en Tel Aviv, o Portugal se está haciendo, capaz de trasladar esa fuerza social en una fuerza política, no es fácil pero está planteado y se pueden hacer cosas, Brasil lo ha demostrado con todas sus limitaciones, pero se tienen que hacer cambios más profundos en las políticas financieras.