Entrevista a Manuel Espino / Presidente de Volver a Empezar

Moisés Castillo

A pesar de tener un proceso de expulsión al interior del PAN, el ex dirigente nacional Manuel Espino sigue ejerciendo su libertad de expresión. Este político duranguense siempre ha sido polémico y acusa directamente a Felipe Calderón de hacer todo lo posible para sacarlo del partido.

Sin embargo, el militante que lleva 34 años afiliado en Acción Nacional buscará inscribirse en el proceso interno que iniciará a mediados de octubre próximo.

Para Espino, el presidente Calderón cayó en la tentación de usar el partido para subordinarlo al gobierno. Y ahora quiere imponer al secretario de Haciendo, Ernesto Cordero, como el candidato del panismo rumbo al 2012.

Espino critica que una persona como Cordero, quien apenas el año pasado se afilió al PAN, pretenda representar al partido en la elección presidencial a través del dispendio de recursos públicos y con la aprobación de Los Pinos.

“Es el que menos —dice— representa el proyecto del PAN. Está en su derecho de aspirar, pero también estoy en mi derecho de opinar en libertad que es una persona que no está identificada con el partido Querer ostentarse como el principal referente político del PAN rumbo a la presidencia me parece que es un exceso”.

Proceso atípico

¿Qué le está pareciendo este proceso preliminar para que los panistas elijan a su candidato presidencial?

Me parece que es un proceso atípico en el partido. Es una competencia preliminar que no honra la tradición democrática del PAN. No hay condiciones de equidad, no hay un trabajo de preparación a la contienda formal que obedezca a referentes democráticos, a una participación libre de los militantes. Eso me parece contradictorio respecto a la tesis histórica del PAN de que el voto debe ser libre de conciencia. Es inmoral la coacción de los militantes con pretextos de que son empelados del gobierno o que ocupan un cargo en el partido. Desde los comités estatales o municipales se les llama a los militantes a firmar adhesiones a estos proyectos, y se les hace ver que de no hacerlo pueden perder su trabajo.

Entonces, lo ve mal…

Se ha dicho que a partir del 18 de octubre se abrirá formalmente el proceso interno. Hoy lo que están haciendo quienes aspiran a esta representación del partido es recorrer el país, teniendo encuentros con los militantes y hablar de los proyectos de gobierno cuando en realidad son campañas de promoción partidista entre los militantes. Eso puede ser tolerable siempre y cuando a la hora de llegar a la contienda interna se deje a los militantes decidir libremente a su candidato a la presidencia.

 

Extrañamiento a Vázquez Mota

De los aspirantes a la candidatura panista, ¿qué opinión le merece Josefina Vázquez Mota?

Se merece mi respeto. Sin embargo, también le hago un cierto extrañamiento. A veces a regañadientes, la convencimos hace tres o cuatro años para que se afiliara al PAN. No conoce el partido, no conoce su trayectoria y no es culpable de ello. No está obligada a eso, creo que es una de las debilidades que tiene. Pero ha hecho un esfuerzo importante para aprenderse conceptos, fechas, nombres, acontecimientos y adoptar el lenguaje partidista a su léxico de campaña.

Creel está en su derecho

¿Y Santiago Creel?

Tiene ocho años o más trabajando en ser candidato a la presidencia y está en su derecho. Las estrategias de ambos son muy respetables en la medida en que no atenten contra la equidad. El caso de Josefina Vázquez Mota ya incurrió en un gran atentado contra la equidad, porque con el pretexto de ser coordinadora de los diputados anda en campaña en todo el país, usando recursos públicos. Me parece que esa parte no la ha entendido o no la ha asimilado bien Josefina.

¿Cordero llegará a la recta final?

No tengo duda de que Cordero es el candidato de Los Pinos, tiene a favor la cargada, recursos públicos, dinero que se usa para coaccionar desde Hacienda a miles de militantes. Cordero utiliza la fuerza que tiene una secretaría como la de Hacienda para alinear la voluntad de muchos panistas.

Lujambio, buen muchacho

¿Alonso Lujambio se está desinflando?

Es un buen muchacho, estudioso, una persona con una preparación académica que le ha permitido navegar cerca de los espacios políticos. Se afilió al partido apenas también el año pasado. Me parece que le falta envoltura política, experiencia, visión de Estado, sensibilidad social, pero está ejerciendo su derecho como ciudadano y ahora como nuevo panista para aspirar a la candidatura.

¿A Cordero le está pesando ser el candidato de Calderón, como a Creel le sucedió en su momento?

Es diferente. En el caso de Creel se decía que era el candidato de Vicente Fox y eso es falso. Se dice que Cordero es el candidato de Calderón y es cierto. Lo verdadero es que Calderón sí tiene un aspirante formal impuesto por él, impulsado por él. Independientemente de las características o atributos personales de Cordero, el solo hecho de ser el representante del Presidente en este proceso me parece que agrade al partido. Un partido que siempre se opuso a la injerencia del presidente de la república a la elección de candidatos.

¿El PAN tiene aspirantes grises rumbo al 2012?

Independientemente de lo que otros piensen, no nos debe preocupar lo que nos digan afuera, nos debe preocupar lo que hagamos adentro. Si en el PAN seguimos con los dedazos, el compadrazgo, con el amiguismo y se sigue sometiendo al partido desde el gobierno, cooptando la libertad de participación de los militantes, si seguimos siendo un instrumento del poder y no de la sociedad, entonces podríamos perder la Presidencia de la República. Para alcanzar la victoria del PAN necesitamos tres condiciones: congruencia, unidad y una selección de candidatos inteligente ajena a la injerencia del gobierno.

Sí podemos ganar

¿Coincide con Vicente Fox en que los panistas están rezagados y urge a ponerse las pilas si quieren mantenerse en la Presidencia?

Me parece respetable su opinión, pero a diferencia de él, sí podemos ganar los panistas. Tenemos la experiencia, la trayectoria, la propuesta, la estructura como para volver a ganar la Presidencia. Pero si no logramos reinstalar la congruencia en la acción política que nos mereció la confianza de los mexicanos, no solamente no ganaremos, pasaremos a la historia como un mal incidente en el desempeño del gobierno de la república.

¿Le parece que la sociedad está desencantada con el cambio que prometió el PAN?

Reconozco que hay un desencanto social. Sería bobo negarlo porque es tan evidente que hasta se refleja en las urnas. No lo imaginamos. No es parte de un análisis político decir que perdimos Yucatán, San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes, Tlaxcala, que hemos perdido municipios importantes hasta emblemáticos como el PAN. Las derrotas electorales son un reflejo fiel del deterioro del PAN ante la opinión de los ciudadanos. Sí hemos perdido credibilidad y confianza ciudadana. Si la queremos recuperar para poder ganar el 2012 necesitamos reinstalar en la institución del partido una práctica política congruente.

¿Cómo va su aspiración presidencial ante el recurso interpuesto en Tribunal Electoral para evitar ser expulsado del PAN?

Desde que advertí que había miles de mexicanos que me veían como una opción y en las encuestas figuraba mi nombre como uno de los panistas que podían aspirar a la candidatura presidencial, decidí participar. Aun estando consciente de que se estaba alentando una campaña en mi contra, una persecución política interna auspiciada por Los Pinos. Se me instauró un proceso de expulsión utilizando como pretexto como pruebas declaraciones mías en las que opino que el PAN no está en su mejor momento. A mí se me acusa de exceso de libertad de expresión y por ello tengo instalado en mi contra un proceso de expulsión. Que no obstante y se lo he dicho a la dirigencia del PAN, cuando se libere la convocatoria voy a registrarme como precandidato a la presidencia.

¿Declinaría por alguno de sus compañeros aspirantes?

No, declinar no. A mí que me ganen en la competencia. En la competencia si pierdo, seré un buen perdedor que se sabe sumar a los que ganan en buena lid, pero no aceptaré jamás un dedazo, una imposición y menos que quieran evitar que participe con pretexto de mis opiniones públicas. Me voy a inscribir a la convocatoria, no hay de otra.